Nadia Ustarez es de Jujuy. Penas tiene 22
años y una creatividad asombrosa para el arte. Ella fue quien plasmó en un
pendón, uno de mis poemas, que participó en el evento “Pre textos del solsticio
2018” .
Este es el poema y su ilustración:
RETOÑO
Abrías tus brazos
como queriendo atrapar al sol.
Tus manos florecidas de vida
eran espejos blancos
que reflejaban luz.
Rugosa la piel de tu cuerpo anciano
sigue dando batalla al progreso.
Aún así,
algunos retoños se asoman
entre los nudos de tus viejas ramas,
y resisten a morir
bajo las frías autopistas planeadas.
Alguien se detuvo ante vos
y sus ojos vieron esa pequeña vida
que amanecía de repente.
Calmó las aguas, detuvo los motores,
frenó los encendidos ánimos de
destrucción.
Alguien decidió darte
otra oportunidad.
Tiempo después, se abrazó fuerte
a tu cuerpo agonizante
y armó
un ramo con el fruto
de tu muerte postergada.
A tu
lado, entre malezas, cemento y cal
brotó el que hoy , lejos de la ciudad
cruel
da sombra plena en un jardín de vida.
©Silvia Vázquez
Un poco de su historia en esta travesía…
Estudió cuando era pequeña en tres escuelas primarias diferente, ya
que era considerada una chica especial pero no por el lado artístico, aún…
Ella misma cuenta: “Viví muchas experiencias poco gratas pero
que me enseñaron a tratar con las personas y a sentir desde adentro y vivir en
carne Propia lo que ellos viven, aveces a sentir tan profundamente las cosas
como si a mi misma me sucedieran.
Simplemente era una niña muy distraída, por lo que me costaba
muchísimo el prestar atención en la escuela y casi siempre tenía problemas de
conducta por ello. Pero había algo en lo que mi mente se entregaba de lleno en
concentración, EL DIBUJO.
Dibujaba en todas partes hojas, paredes, bancos, etc… mi mente
volaba en imaginación sobre todo dibujaba muchos animales pues me gustaba ver
sus formas y figuras tan distintas. Tenía el alma en ello y era mi pasión y
obsesión.
Un día mi madre decidió que me enseñaría a dibujar mucho mejor de lo
que yo hacía, pues aunque me gustaba dibujar, no era buena dibujante, pero
siempre buscaba mejorar de ahí mi obsesión por dibujar casi todo el día sin
prestar atención a ninguna otra cosa”.
¿Tu mamá que hizo entonces?
Mi madre me dio un libro de fábulas y cuentos que solía leerme lleno
de las más hermosas ilustraciones y plagadas de bellos y vividos colores, y me
dijo: - “quiero que dibujes este venado tal cual, que intentes hacer lo más
parecido que te salga… “- a lo que yo acepte el reto.
Según el relato de mi madre, quedo sorprendida, ya que el venado me
había salido lo más parecido posible… y ahí según ese relato ella descubrió que
yo tenía un don.
¿En qué escuela cursaste luego?
Pasó el tiempo y ella decidió hacerme cursar la secundaria en una
escuela de artes….. Entonces entre a estudiar al “CENTRO POLIVALENTE DE ARTES”.
Allí seguí teniendo problemas de comportamiento por mi falta de atención en
clases y porque siempre estaba muy dispersa, no era muy sociable pues en mi
mente el lugar era una selva de personas salvajes que no me comprenderían, si
es que no llevaba el mismo ritmo que ellos….
En el transcurso fui mejorando mis técnicas con muy buenos
profesores que tuve como mi profesor Alvizu y mi profesor Girón…( no recuerdo
bien los nombres pero si los apellidos). Los admiraba y ellos y muchos de mis
maestros tanto de la mañana como de la tarde, me admiraban (o por lo menos yo
sentía esa admiración). Me gustaba más charlar con mis profesores y profesoras
que con mis compañeros, pues siempre admiro la sabiduría y los consideraba
personas de buen saber que es lo que siempre busco en las personas. Al ir
mejorando y con el tiempo, me di cuenta que prácticamente me amoldaba a
cualquier cosa que tenga que ver con “ el hacer con las manos”, manualidades o
lo que sea. Hacía mi trabajo y lo hacia bien y perfecto, por mi extraña
obsesión con la perfección y afinidad de las cosas.
Además de arte estudiaste otra cosa
Luego de un par de años de
hacer también un curso de peluquería y recibirme, entendí que debía volver a lo
mío: crear arte y quizás transmitir eso a los demás…¿ por qué no?
Pero seguiste con el arte
Entré en el profesorado de
Artes IES Nro 4 a estudiar y ahí se me presentaron varias oportunidades de
seguir mi camino. Por supuesto no soy de las personas que les encanta mostrarse
ante los demás como la mejor de todos los tiempos, como quien diría, pero sí me
gusta compartir mi arte y poder apreciar el arte de los demás. Para mí eso
tiene mucho valor. Las críticas no son mi fuerte. Nunca me han gustado ni las
tolero; siempre prefiero una opinión positiva ante ellas y eso es lo que me
inspira a crear más arte.
No hay nada más hermoso que sentir que la gente
aprecia algo que hacés. Aunque no te conozcan. Eso significa que lo que uno ha
intentado plasmar desde lo profundo de sus emociones, para las personas ha sido
exactamente así; que ha logrado ese objetivo y que la gente se maravilla de
ello. No existe para mi nada más satisfactorio en la vida que sentir el aprecio
hacia mi arte. Porque este es mi propósito en la vida y pienso crecer como
persona en lo humano y como artista y un día ser reconocida y poder ayudar a
los demás en lo que se me permita.
Estoy convencida que este
es mi propósito en esta tierra…
Seguramente lo es, Nadia, y también seguramente lo harás, porque sos
una persona dedicada y le gusta lo que hace. Cuando llegues a lo que ansiás
esperamos estar ahí para verlo, y que nuevamente nos deleites con alguna obra y
una charla tan interesante como ésta.
¿De qué es el curso que terminaste recientemente?
El curso de herrería artística
fue una casualidad, verás, me tocó hacerlo porque yo curso en el curso de
escultura de 3ro, pero realmente hacía el curso a la mañana en pintura. Esto no
quiere decir que cambié mi especialidad por otra, sigo en pintura, pero hago
esa especialidad en otro curso, las demás materias pedagógicas las curso en el
curso de escultura.
Da la casualidad de que
los chicos les toca esta materia: herrería artística y yo debía haber hecho otra
cosa parecida pero más abocada al producto de artesanías. Pero quería porque en
realidad desde que ayudé a mi padre a trabajar en su taller en las vacaciones
de este año (El siempre me había querido enseñar en su taller a soldar pero yo
aún era demasiado joven y muy encaprichada en no trabajar en "cosas de
hombre" je como quien diría), al llegar a mi edad más adulta y con muchas
ganas de hacer algo durante las vacaciones, fui a ayudarle en el taller. Así es
como me enseñó a soldar. Yo por supuesto, desde mi mirada artística siempre quiero
llevar las cosas a otro nivel: desde el arte.
Entonces con esta
oportunidad de hacer herrería artística, sentí como que los planetas se habían
alineado para mí y me presté a ver qué tal resultaban las cosas. Así es como
llegué a hacer 4 obras: esculturas para herrería y las conservo, por ser las
primeras, con mucho cariño.
En la práctica una va
viendo cómo empezó ,cómo sigue adelante y cómo va mejorando su técnica.
¿Qué tenés pensado hacer proximamente?
En cuanto al futuro pienso
seguir haciendo más obras y pretendo lanzarme a hacer obras más grandes que las
que ya hice. Ver cómo me va. Pero es otra faceta del arte que considero en
camino y superándose.
Soy feliz cuando trabajo.Siempre que salgo del taller de mi viejito me siento renovada y de muy buen
humor.
Mantener mis manos
ocupadas creando hace que mi espíritu se renueve cada día más y dé lugar a mi
mente a más percepción de las cosas, los materiales, y a entender cómo funciona
todo.
Le agradezco a Nélida Robledo la posibilidad de haberte conocido y
por ende la posibilidad de haber viajado, conocer algo de tu provincia y
traerme un paquetito de afectos a quienes pienso volver a ver pronto.
©Silvia Vázquez
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Nadia fue un gran descubrimiento en los pre-textos. Gracias, Silvia, por mostrarnos su arte y su pasión.
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