Falta
Esta mañana
temprano
me despertó
el zorzal,
(a eso de
las cuatro como siempre)
El benteveo
que se para en el cable,
comenzó con
su canto :
“bicho feo”
como vos me traducías.
El calor
era fuerte,
“No hay una
gota de viento” me decías.
“El viento
viene en gotas? “me preguntaba.
Detrás de
la pared, asomaban los jazmines
ya secos
por el sol.
Sobre las
baldosas del patio
caminaban
un par de hormigas
que
seguramente a la noche
seguirías
con tu linterna
hasta que desaparecieran.
La siesta
era verte
sentado en
el sillón de mimbre,
viendo cómo
los gorriones
construían
sus nidos en la palmera
y me los
mostrabas.
Más tarde,
preparabas tu bici
para ir a
la plaza
a jugar al
tejo,
siempre y
cuando no hubiera
demasiado
sol y los árboles
cobijaran
una veintena de cabezas canas con gorritas.
Pero esta
mañana
el zorzal
cantó como siempre,
y el
benteveo estaba en el cable,
el calor
agobiaba y yo
esperaba
que me cuentes
cómo hacían
su nido los pájaros,
y que le
pusieras veneno a las hormigas.
Pero no,
eso no pasó.
No pasó
esta mañana ni volverá a pasar.
Tantas
otras cosas faltan…
que ni
recuerdo cuántas.
Pero lo que
más me falta sos vos.
Tal vez ya
debería haberme acostumbrado
a tu
ausencia.
Tal vez, en
unos años pueda hacerlo.
Pero esta
mañana me faltó el sillón,
tu bici
rodando por el pasillo,
tu gorra
lista para el tejo
y tu
anécdota de regreso.
©Silvia Vázquez
Muy bello, Silvia. Me viene bien en este día tu bello poema
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