lunes, 29 de agosto de 2016

Entrevista: Ariel Báez, de Los Alonsitos: La sencillez total y la perfección en la música


Si hay una música tradicional argentina, de estilo folclórico chamamecero …Son ellos…
Hoy en día son sinónimo de un chamamé muy cuidado de diferentes matices .Cumplieron 26 años de trayectoria,y Los Alonsitos han logrado unir generaciones con su canto, siendo uno de los pilares de la recordada explosión del folclore de los 90`,atrayendo una infinidad de jóvenes a nuestra música nativa y haciéndolos amantes de la música Argentina.
En 2006, fueron distinguidos como Embajadores Dilectos de la Música y la Cultura del Pueblo Correntino por parte del Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Corrientes. En 2007,la ciudad de Corrientes vuelve a reconocer su trayectoria y les entrega el galardón máximo de los correntinos, La Taragüí de Oro.En 2008, vuelven al Luna Park y esto se repite durante los dos años siguientes. En 2010 comenzaron los festejos de sus 25 años y recorrieron todo el país con un espectáculo totalmente renovado. En 2011, comenzaron a grabar un disco para plasmar tantos festejos. Ese nuevo material contó con la participación de grandes artistas de nuestra música popular como Salvador Miqueri, Los Nocheros, Soledad, Jorge Rojas, el Chaqueño Palavecino y Los Tekis entre otros.

Ellos son:
Ariel Báez: Acordeón tres hileras y voz, nacido el 12 de noviembre de 1975 en Corrientes.
José Martín Rodríguez: Guitarra y voz, nacido el 13 de marzo de 1977 en Concepción del Yaguareté Corá, Corrientes. Miembro desde abril de 2011, luego de la partida de Luis Moulin.
Marco Roselli: Acordeón a piano, nacido el 15 de octubre de 1974 en Corrientes.
Marcelo Roselli: Guitarra y voz, nacido el 24 de marzo de 1973 en Corrientes.
En un alto entre sus múltiples presentaciones en Buenos Aires,  me di el lujito de entrevistar a Ariel. En el bar de un hotel céntrico donde se hospeda, me cuenta, siempre con una sonrisa, sobre ellos:

¿A qué edad comenzaron a aprender música y por qué?
En mi caso particular, fue de casualidad. Tenía siete años y papá (que es abogado) había traído a casa, de una casa de antigüedades ,un acordeón viejito de dos hileras. Lo llevó a para ver si puedo tocar, le gusta la música pero fue amateur, tocaba la guitarra pero no era profesional.
Yo con siete años agarré el acordeón, lo miraba a él como tocaba y como no me quedaba tan grande, lo usaba, hasta que él  me dijo que si me gustaba me ponía un profesor, que terminó siendo Raúl Alonso. Con ocho años, conozco a los chicos, que iban al m ismo profesor. Hacíamos canciones juntos, hasta que un día fue un acordeonista muy famoso en Corrientes que se  llama Aníbal Maldonado, y dijo “esto es increíble, tienen que ir a una radio”. Nos llevan a una radio.

¿Cómo surge el nombre?
Mi profesor se llamaba así. De ahí surge el nombre del grupo.

Esa radio fue su primer lugar
Si, ese fue nuestro primer lugar donde tocamos sin ensayo, 3 de mayo 1985. No teníamos el nombre y ahí decidimos ponerle el nombre de nuestro profesor. Yo era el más chico, pero íbamos al mismo colegio salesiano. Esos fueron los primeros conciertos, en el colegio.
La gente nos escuchó en la radio, nos empezaron a invitar a tocar a colegios, los actos, y de ahí salimos. Teníamos vergüenza porque nos vestíamos de gauchos y eso del “bullying” existía,  como siempre. Había mucha influencia de música extranjera y estaban en esa. Era difícil ver chicos haciendo folklore, practicamente imposible, después del apogeo de los sesenta. En los noventa con la Sole, Tekis, Nocheros, sí. En Corrientes hoy y en todos lados hay artistas muy jóvenes que aman el folklore y  lo aman.

Ustedes transmiten alegría no solo por medio de la música, sino en lo que se ve en sus presentaciones, hay un disfrute cuando comienzan a cantar y tocar. Tenían que salir ustedes
…y por ahí…jaja
Es difícil que los chicos vean el sueño de cerca. Mucha gente a la que le gusta cantar y tiene condiciones, y que termina siendo empleado municipal. Pero cuando uno ve que otro realiza su sueño y es parecido al que uno tiene, es posible. Hay una peña en Corrientes  a la que  llevamos a la Sole, hace meses , y ella hizo un show de una hora y media o más y después se quedó haciendo karaoke con los chicos que querían cantar con ella. Veinticinco chicos subían de a uno y ella preguntando “¿qué tema querés cantar?”. Eso no te lo olvidás más, y te acerca al sueño que tengas. En el interior somos más autolimitantes que ustedes. Me pasaba con la composición, anhelás la perfección y eso tiene un camino que hay que recorrer. Conociendo tanta gente escuchás maestros como Chico Novarro, a quien le preguntan “¿cómo compusiste COMO?” y él te responde que” hubo  muchos …como 100.000 Orangutanes antes”.
Para llegar a eso hay que recorrer un camino, hay que vivirlo, etapas que hay que pasar. Hay algunos que lo logran a los días, dos horas, veinte años… Hay gente que estudia técnicas de canto y respiración y otros nacen técnicamente con esa habilidad, como la de jugar fútbol. De forma natural, por ver a sus padres, por nacer así. Si no hay que aprender. Hay que estudiar para llegar, no al éxito, sino al logro, a la perfección.

¿En qué festival tocaron por primera vez?
La primera vez que tocamos en vivo, fue en una Fiesta que ya lleva 26 años “Fiesta Nacional del Chamamé”. No tiene los mismos años que nosotros porque hubo ediciones que no se hicieron por cuestiones políticas. Nosotros fuimos a la radio en abril de 1985 y nos anotamos en noviembre, en un pre festival de la primera Fiesta Nacional del Chamamé, que ya tiene 26 años. Nuestros padres nos anotan. Ya habíamos invitado a Luis, que entró, y quien después hace seis/siete años deja el grupo. Estabamos ensayando y nuestros padres nos avisaron que estábamos anotados. El premio era estar en el Festival haciendo dos temas. Con siete/ ocho años era una presión que no queríamos tener, así y todo no teníamos nada que perder, asi que como era un juego…fuimos. Nuestros padres lo veían así, éramos felices arriba del escenario, y ellos más. Llega el día en Plaza Cabral de Corrientes, unas 1500 personas, nosotros jamás habíamos visto tanta gente. No existían shoppings ni supermercados, ni nada. Tocamos compitiendo con gente de 18/20 años, pero vernos tan chicos y con bombachas de campo fue mortal. Ganamos el premio instrumental, porque todavía no cantábamos, así que tuvimos la posibilidad de estar en la fiesta. Fue increíble la experiencia. Después vivo el Festival de Reconquista, Santa Fe, y ganamos, tocamos, luego al fuimos al Festival de Entre Ríos. Recorrimos el interior con 12 años. Grabamos nuestro primer disco, con la discográfica Music Hall (un vinilo, porque ni existía el cassette) que se llamaba “La nueva sangre del chamamé”. Al finalizar viene la primera contratación, nos quieren llevar a Alvear, en el interior de Corrientes y nos pagan 150 Australes a cada uno, 600. Hoy serían $2000. ¡Imaginate a nuestra edad con toda esa plata! Cada uno hizo su inversión e iba largando el perfil que iba a tener. Luis compró diez  choripanes. Se agarró un empacho…casi se muere. Marcelo gastó todo en fichas de metegol y Marquitos y yo guardamos todo. Ahí ya fuimos mostrando el perfil de cada uno.
Nuestros padres nos guardaban la plata pero era nuestra.

No eran padres que se querían salvar
No, porque eran  todos profesionales. Nos iban dando de a poco, con control cerca.

Como nota de color, Ariel iba respondiendo a mis preguntas, en el mismo orden en que yo las había escrito. Sin saber absolutamente nada de ellas. Y me decía “Si no fuera a letra tan chica pensarías que estoy leyendo al revés”, y no es así.

Cuando Teresa Parodi hace llegar a Cosquín el video de ustedes, y les confirma que van a tocar ahí…qué sorpresa recibieron además de la presentación?
Después del disco, nos cruzamos en el segundo o tercer festival del Chamamé con Teresa . Nuestros padres eran amigos de ella de la escuela primaria o secundaria, cuando vivía en Corrientes. Ella ya estaba radicada acá en Buenos Aires y se da la posibilidad de que le digan a ella que sea la madrina artística, eran bastante pesados, pobres… así que no tuvo posibilidad de decir que no. Ella habla con Julio Marbiz y le cuenta que había “unos chicos de Corrientes que la rompen”. EL quería un video para escucharlos, así que con un VHS nos vio. Quedó enloquecido con nosotros. Al año siguiente (porque ese año no pudimos entrar)  año 90, 91, con 13/14 años llegamos a Cosquín. Diez mil personas. Haciendo peñas primero, hasta las tres de la mañana, cruzándonos con Los Tekis, Los Nocheros, nadie había llegado aún a Cosquín. Jorge Rojas tenía un dúo…
Cuando llegamos la plaza se caía a pedazos. Julio Marbiz nos dijo que  merecíamos el premio consagración, pero al no estar contratados y habíamos ido invitados no podían dárnoslo. Nos queríamos morir, y que tampoco podíamos ser revelación porque para eso teníamos que venir del Pre Cosquín. Año 1991 frustrados pero instituyen un premio  llamado “Notables”. Un premio consuelo, y así  lleva ese nombre el segundo disco nuestro, con una producción de Teresa Parodi.
En ese momento Teresa nos trae a Buenos Aires, locos por esto, por los edificios, las avenidas… nos lleva al Teatro Alvear a cantar dos temas con ella. Era muy fuerte la imagen de ser chicos y hacer chamamé.  Nos muestra cosas improbables : ver por ejemplo tocar el chamamé con batería, con bajo, como orquesta y no como conjunto. Nos pica el bichito de ampliar la banda, con instrumentos, lo que parecía una atrocidad en ese momento . Volvemos  a Cosquín  y a contratados. Tocamos la primer noche cuatro temas y terminamos tocando siete. Nos pide Marbiz que volvamos el jueves, y otra vez se cae la plaza. Había chances de ser Consagración ese año. Nosotros íbamos y volvíamos todas las semanas, y el domingo nos anuncia que ganamos ese premio. Era algo inalcanzable, un sueño, y se nos estaba dando de tan chicos.
Fijate como se iban dando las Consagraciones en los 90, la “Noche  de los jóvenes”, 92 nosotros, 94 Nocheros entra de las peñas y gana, 95 Los Tekis, 96 Soledad, revolucionando con 16 años, 97 Luciano, 98 Chaqueño Palavecino. Todos dentro de la movida de las peñas.
Se ha trabajado mucho. Aunque hay gente que cree que esto de trabajar con la música es una joda,  es muy sacrificado, te perdés momentos familiares, etapas, fuimos madurando etapas y hemos perdido  cosas, que chicos de nuestra edad vivían: cumpleaños de quince, casamientos, comuniones, nacimientos de sobrinos. Estábamos de gira a lo mejor un mes. Yo nunca me fui de vacaciones con mi familia. Por un lado te hacés independiente, por otro lado perdés momentos de los que te lamentás a cierta edad. Si sos joven,  te llevás todo por delante pero después te arrepentís de no haber vivido ciertos momentos. Vas encontrando el equilibrio y vas poniendo cosas en la balanza. A los veinte años en la balanza entra uno mismo y nadie más. Se crea una película que no existe. A veces tengo ganas de quedarme y no puedo. Es mi trabajo y sé que soy privilegiado hago lo que amo, lo que quiero y me pagan. Y tenés algo incalculable que es estar arriba de un escenario y 50.000 personas te están aplaudiendo y sentir algo fuerte que es impagable. Soy consciente que soy una persona privilegiada, no todo  el mundo puede hacer lo que ama y vivir de eso. No me regalaron nada, me he esforzado mucho para esto. Muchos se esfuerzan y no lo logran. Optimizo las cosas buenas, que las hay, y minimizo las que no son tan lindas.
Me he puesto la meta de recorrer más el interior de mi provincia, aunque conocemos todo el país, pero se pierde la magnitud de la felicidad que se puede generar a otros que están en otras condiciones. Empecé en forma personal a recorrer escuelas rurales, o especiales, donde por esa media hora le cambiás la vida a esos chicos. Eso pasa en el mano a mano, eso, señores también es impagable. Tu tiempo ,ese que tenés cuando llegás a Corrientes…
En escuelas de chicos especiales, la motivación que tienen, es fundamental. Es fuerte. Trato de hacerlo.

Representaron a nuestro país —junto a Luis Landriscina, Sole, Cuti y Roberto Carabajal— en los festejos del 25 de Mayo en los Estados Unidos.¿Qué sintieron al llevar nuestra música tan lejos?
Fue una sensación fuerte porque si bien uno está acostumbrado  a la gente y al aplauso, ahí en el salón para 5000 personas del Hotel Radisson Deauville, habían tocado los Beatles cuando fueron a Estados Unidos la primera vez.
Año 2001, fue eso. La gente venía a saludarnos llorando, todos, y uno no manejaba ese detalle, Quien no ha sufrido el desarraigo, no sabe eso. No sabían quién era la Sole ni nosotros, conocían a los más famosos, a Landriscina, por ejemplo. Estaban emocionados. Verlos así es cuando uno se da cuenta que es gente que no te toma un mate en Corrientes desde hace 20 años, y escucha un chamamé y se quiere matar.
Vimos lo que se vive desde otro país, y nosotros lo vivíamos desde nuestro propio país. Te sentís privilegiado y eso te hace crecer. Vas entendiendo ahí porque lo tenés cara a cara.

¿A qué otros lugares fueron?
Ecuador, Paraguay , Colombia, Brasil, Uruguay. Son lugares que tienen relación con el folklore, no tanto con el chamamé, si con la guitarra.

Afuera se escucha nuestro folklore
Hay un folklore nacional que trasciende los límites que nos pusieron a nosotros. Vos vas a Porto Alegre, Brasil y escuchás  a 1000 kms chamamé. Voy al Mundial y llego a Porto Alegre un Argentina-Nigeria. Llego al aeropuerto, subo a un taxi y el taxista estaba escuchando chamamé.  Le pregunto qué era eso y me dice “es chamamé, cómo no va a conocer un argentino eso…”. El grupo era “Los gaúchos de Porto Alegre”. Han tenido cultura guaraní en Brasil, y escuchan esa música. Nosotros, los correntinos, tenemos más cosa en común con Asunción que con Buenos Aires. Al pertenecer al Virreinato del Río de la Plata podíamos haber pertenecido al mismo país. Nosotros crecimos con polcas, guarañas, música de ellos. Yo nací escuchando eso.

Grabaron un CD junto a Los Nocheros el año pasado,CHAMAME, cómo fue esa experiencia?
Salió en diciembre, lo había invitado a Quique a la Fiesta del Chamamé y se vinieron. Fue hermosa la noche que vivimos y ahí surgió el disco. Fue nominado este año a los premios Gardel , ganamos el premio y pusimos mucha energía en eso. Lo grabamos en Salta, en el estudio del Chaqueño ahí así que como estaba de vacaciones ahí, nos hacía de anfitrión, nos cocinaba, nos trató de primera. Mitad en Corrientes y mitad en Salta grabamos. Hicimos el Opera acá con entradas agotadas , Oberá Misiones, y muchos festivales más.

¿Los temas los componen ustedes mismos?
Nosotros. De chicos fue difícil entrar a la composición pero luego recorrimos el camino y hpy hacemos nuestras canciones. Los vamos haciendo cada uno, a veces con otros artistas, y los presentamos.

¿Cuál es tu tema preferido?
A mí me gusta  “Mi luna azul” que grabamos con Abel Pintos. Fue una apuesta fuerte. Es romántico. Está en el disco de plata Mil horas que grabamos con él.

Les gusta leer? Qué libros prefieren?
Yo leo mucho novelas, me gusta mucho la historia argentina y mundial, política. Leo en el motorhome, acostado, algunos juegan a la play, otros miran películas y yo leo.

¿Qué le dirías a los chicos de 10 años que desean iniciarse en esta carrera de la música?
Que nada es casualidad, que hay que ser profesionales, muy constantes, muy responsables y hay que tener muchas ganas que alimenten todas estas cosas día a día. Que van a tener en este camino de la música frustraciones, como las tuvimos nosotros. No todo es color de rosa, hay que sortearlas y tener más ganas en mente. A veces las cosas no se logan y a veces sí. Creo que tarde  o temprano llegan las alegrías y las consecuencias  de estas causas que va generando uno todos los días.
Es difícil mantener la ansiedad y aportar todos los días un granito para lograrlo. No caerse, porque a nosotros nos ha pasado. No nos hemos frustrado, pero  hubo objetivos que no logramos y lo hicimos después, insistiendo. La constancia es muy importante y el apoyo de los padres fundamental.
No hay que tener miedo, no ser conservadores. Si no te equivocás en esta vida, ¿en qué vida te vas a equivocar? Hay que saber que te equivocaste, ser objetivo con uno mismo y cambiar el camino cuando hay que cambiar. Es fácil para mi decirlo hoy con 40 años, pero  si alguien lee esto y le sirve estaría bueno que lo ponga en práctica.







Ariel es sonrisa, alegría, no descuida un instante cada detalle al hablar. Lleva el hilo de la conversación de tal forma que te hace sentir un amigo más, como con quienes comparte la misma pasión, que es la música. Estoy segura que cuando llega a “su Corrientes”, se despoja del artista y disfruta plenamente de esa familia y esos amigos a quienes debe dejar de lado, muchas veces, por compromisos artísticos. De todas formas, siempre los lleva en ese corazón chamamecero que teclea el acordeón desde hace más  de treinta años

Gracias Facundo por su intervención y gracias a Ariel por su tiempo y su charla.

Silvia ©

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