Soy de la época de esplendor de la historieta Argentina.
Hoy, nos invadieron los comics (todos hijos de Superman y Batman con otros
poderes)...y después aparecieron los Manga. Pero las viejas historietas
argentinas, las que nos formaron, SON ESTUPENDAS, y si tenemos la suerte de
poder conseguir alguna de ellas, seguiremos disfrutándolas como entonces, al
menos en mi caso. Aventuras de Hijitus, Desventuras de Larguirucho, Isidoro
Cañones, Patoruzú…
¿Quién no quiso ser amigo de Patoruzú, o cruzarse en un
boliche con Isidoro Cañones, o ser vecino de Hijitus o Larguirucho?
Dentro del mundo de la historieta, afortunadamente quedan
muchos grandes. Entre ellos el señor Clemente “Busu” Montag, que tuvo el lujo
de trabajar nada menos que con García Ferré y Dante Quinterno. Conoció a
Eduardo Ferro, autor de la historieta Langostino.Paralelamente, publicó
diversas secciones de humor para la revista Rico Tipo y Humor, en donde, por
aquel entonces, firmaba como «Busu».
Montag es argentino y admirador de la obra de Walt Disney. Participó
en la creación de los storyboards para la segunda temporada de Las aventuras de
Hijitus, famosa serie animada de televisión. En 2002, en plena crisis argentina
y con el cierre de la revista Anteojito, Montag decidió viajar a Europa en
busca de actividad laboral.
Luego, regresó a su tierra natal para dedicarse de lleno a
su profesión. Ha hecho las ilustraciones de “Mi primera Biblia - Planeta de
Agostini “ el año 2002.
Charlé con él en forma telefónica, porque dijo “NO LE
GUSTA ESCRIBIR POR MAIL NI POR MENSAJE, Y ES MÁS DIRECTA LA CONVERSACIóN” (y es
cierto…) y esa charla de sábado se convirtió de repente en un anecdotario ameno
y cordial
¿A qué se debe su
apodo “BUSU”?
Me decían mis padres cuando era chico, ya que yo balbuceaba
eso siempre, así quedó
En una nota que leí,
decía que "En Argentina estamos
pasando una crisis de personajes de historieta". ¿Les historietas? ¿Cres
que esto sea así?
Comparado a la época de oro, de los ´70 hasta 2001 /2002, sí
claro, Hay que pensar que teníamos un montón de revistas, desde Columba hasta
Dante Quinterno (luego Universo) Paturuzú, Isidoro, todas las de García Ferré.
Muchos personajes. Eso ahora está limitado.
¿Lee algunas
historietas actualmente?
Tengo algunos ejemplares que han sobrevivido a muchas
mudanzas, de Tintín.¡ Amo a Tintín! Si puedo decir que leo historieta es esa.
¿A qué edad llevó sus
dibujos a la editorial de Dante Quinterno?
Estaba por cumplir 14 años. Estaban reunidos Mariano Juliá
que era el Director de Locuras de Isidoro y Patoruzú semanal, junto a Ferro y
Quinterno, así que la carpeta mía, (no existía el CD en aquellas épocas)) fue
justo donde estaban reunidos. Ahí empecé
a dibujar viñetas para el Paturuzú semanal.
¿Fue autodidacta o
aprendió dibujo?
Totalmente autodidacta. Amaba mirar dibujos animados y
compraba historietas. Luego me perfeccioné. Aprendí adentro de la editorial, me
gustaba quedarme todo el día. Era un niño que observaba todo, donde
coordinaban con Ferragut, el
coordinador, con el diagramador que se llamaba Camblor. Uno aprendía, y de paso
a la noche, como en la esquina de Maipú y Córdoba estaba Estímulo de Bellas
Artes, iba a hacer carbonilla y lo que se refería al arte para saber más.
¿El hacía los bocetos
y ud. le daba su impronta o directamente eran creación suya las tapas?
Las tapas de Patoruzú e Isidoro que hice con Quinterno eran
a base de un rab, un boceto muy a mano alzada que él me daba y yo sobre eso iba
haciendo el personaje. Me daba esas hojas donde estaba el personaje en 360
grados, cómo era la pluma y lo demás. Sobre ese rab yo componía la tapa. La
idea era de él que aunque a veces yo me tiraba… hay una tapa de Patoruzito
agarrado a Pamperito, donde esta Isidorito con un casco, ese casco es el de mi
moto, fue un agregado. Yo le decía a Quinterno “Y si le ponemos un casco?” Me
decía “Mientras no se desvirtúe…”. Fue una época donde Quinterno tenía un grupo
de guionistas, dibujantes. Todo era seleccionado minuciosamente. Hasta Disney
dijo que Quinterno era admirable. Aún en Estados Unidos y Bélgica hay librerías
repletas de historietas, aunque lo
digital mató acá al papel porque le país lo permite. Si hubiera posibilidades
de que los editores saquen revistas, también andaría la cosa, pero tenemos años
luz con el viejo mundo, muchos años .
“Floripí, la brujadita”
que era una tira de media página, dos tiras, ese fue el primer
personaje, que había pensado mientras estaba con Quinterno, ya que ahí no tenía
muchas posibilidades más que hacer esos personajes de él. Luego surgió “Coco y Cilindrina”, porque
tenía mi moto, “Jaleín, la abejita”, que
fue por una picadura de abeja, pensé en el
mundo de las abejitas y la
colmena, “Aletino” que era un tiburoncito que cuidaba el mar. “Nubecita” por un
libro que había leído sobre ángeles .García
Ferré me daba la posibilidad de un semáforo verde a lo que creaba y me lo publicaba.
¿Cómo era trabajar
con García Ferré?
Con él mismo nos sentábamos y pensábamos sobre Hijitus, era
muy perfeccionista. Le gustaba lo profesional, seleccionaba a su gente. Era más
práctico que Quinterno, producía más
cosas, que Quinterno, que fue un gran maestro, pero se quedó con menos material
a la calle por tan perfeccionista
¿Quién de todos ellos
fue su “gran maestro”?
Ambos. Uno era una esponja que absorbía lo positivo de
ellos. A mí me gustaba y me gusta lo
artístico, lo que tiene estilo. Cuando iba a Estímulo de Bellas Artes, era interesante ver cómo esculpían, cosas que tienen
que ver con el arte, tener cultura general. Pasarla bien con gente que conoce
más y uno pueda conocer eso es importante para el hombre en general.
Con Quinterno desde
los 13 años hasta los 18/19 años, y con García Ferré veintipico de años. Además
eran empresas de las que yo me fui. Cuando llegué a un punto que me saturé de
dibujar los mismos personajes.
Era un proceso, que él
(Quinterno) miraba minuciosamente, la pluma del indio que sea liviana, los
colores del poncho, el amarillo, perfecto. Se sentaba y lo miraba y decía que
no estaba bien y había que hacerlo de vuelta
El podía pagar que una tapa se hiciera de vuelta. Lo comenté el otro día
en televisión, que había aprobado cosas
que no estaban dentro de su profesionalismo, Cuando tenía los palos de golf, o
había ganado al golf, aprobaba todo,
jajaja. ¡Yo tendría que haber ido siempre cuando tenía los palos de golf sobre
la alfombra mullida!
¿Sigue utilizando las
viejas técnicas para dibujar o implementa la tecnología?
Dibujo tradicionalmente y coloreo digital, el coloreo lo
hace Emiliano Raspante.
Formaron una “banda”
llamada “Movimiento banda dibujada” para que los chicos se acerquen más a las
historietas. Talleres y charlas.¿ Cree que surte efecto en los pequeños?
Si, totalmente, porque es mi trabajo principal. Vamos a los
colegios desde jardín hasta la edad que se. Tenemos un método ara que los
chicos amen las historietas, trabajen sobre ellas. No hay un taller donde veas
que los chicos no dibujen. Hay una magia grande de donde salen creaciones
geniales. Hay cantidad de pibes que tienen deseos de hacer historietas
ilustraciones etc. Es un trabajo muy reconfortante porque vemos que da
resultado. Son varios dibujantes bibliotecarios, guionistas de varias partes
del país.
¿Por qué piensa que
la historieta debe tener formato libro?
Cuando no está en libro se pierde se tira, toma humedad. El
papel si no se cuida bien, se pierde, pocos las coleccionan. Algunos obsesivamente
si, el libro es más duradero, la revista generalmente la puede tener un gran coleccionista
sino se pierde, por el tipo de papel, el manoseo.
¿Por qué cree que la
historieta argentina actual no tiene tanto éxito?
Nosotros cuando vamos a los colegios y preguntamos s i leen
historietas el 99% lee Gaturro. No voy a hacer una disertación sobre eso,
tampoco voy a los colegios para criticar, escucho a los chicos, me alegro que lo lean, no tengo envidia u
odio. Ojalá fuera Nik, esa maravilla de merchansiding con ese gato a quien los
chicos aman. Lo tomo con pinzas. Es comercial, supo abrirse camino no sé como
pero realmente los chicos lo leen. Han creado un estilo al que manejan bien.
Los chicos sacan de las mochilas, su revista, una dos tres, y las leen.
Presentó su historieta
Coco y Cilindrina en formato libro en 2012? ¿Qué se siente?
Se hizo con las hojas que proveyó un español que las
coleccionaba y nos escaneó las hojas, porque no había en papel ya. Esa revista
se vendía en España. Entonces un colega también puso algunas y se editó el
libro.
Se hizo una
exposición en la Alianza Francesa en el mes de mayo de este año. La exposición
componía un conjunto de ilustraciones creadas por ud., que conformaron una
imaginería divertida y dinámica dirigida a todos los públicos.Originales,
sketches, colores artesanales y digitales, pájaros de metal y trabajos históricos
(Anteojito, Patoruzú). Según el evento, decía: “Volar, ir más allá, con los
pies en la tierra pero el corazón en el arte”.
Con algunos de mis tantos trabajos, Walter Farías me dio la
posibilidad de exponerlos. Hice naves estralafalarias, como a mí me gusta la
aviación…
Eso fue en mayo. Estaba el salón con mis obras y una
conferencia el primer día, con mucho público, fue interesante, es el gusto de
hacer estas turbinas porque amo la
aviación. De no ser dibujante hubiera sido aviador. Me gusta ese asunto de los
relojes, voy mirando en youtube los
despegues, aterrizajes, cabinas…
Hago ilustraciones en Facebook, chistes de humor. Estoy
alrededor de mis personajes.
Por ahora no hay exposiciones pensadas. Hago trabajos especiales para una veterinaria, una
galería de perritos, folletos, lo que llamo freelance. No hay plan de próximas cosas. Aprendo a vivir
el momento, el presente. No tengo planes a futuro, prefiero vivir el hoy.
Hay que adaptarse con valentía a los años. La parte digital
ha avanzado mucho las cosa cambiaron mucho y a veces estoy en un camino más
espiritual, más filosófico. He vivido una época de oro y hay que agradecerla. Pero
hay una manía, como dice Krishnamurta “el placer de seguir y seguir”, pero hay
que planear y aterrizar en algún momento.
¿Qué mensaje tiene
para los chicos que quieren dibujar?
A quienes les guste el dibujo que le pongan fuerza y pasión,
que estén atentos a lo que la vida pueda depararle. Nos puede dar siempre una
sorpresa. No hay que ser pesimista. Hay que poder ponerle ganas a cada
situación porque el sol sale todos los días, y puede haber una sorpresa
maravillosa el día de mañana o dentro de un rato. Eso.
No pude dejar de pedirle un dibujo de Hijitus, después de
todo fue mi compañero de infancia, igual que Isidoro, ya cuando Hijitus dejó de
acompañarme…Así que logré sentarme frente a frente, y Clemente, en menos de lo
que me imaginé, no solamente me regaló a Hijitus sino que me hizo el honor de
que Isidoro Cañones me invitara “de festichola” y Patoruzú le gritara un
“Canejo” a mi marido”. Esos son regalos para el alma, inolvidables para el
corazón, que estarán enmarcados en mi estudio por siempre.
Muchas gracias por su
mensaje, tan lindo y por su tiempo, Clemente.
Silvia
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