Sin lugar a dudas, fue con sus "Cantares Gallegos" que enalteció el nombre de su patria y contribuyó a su renacimiento cultural, concediéndole un lugar importante ante una nación que ya la daba por extinta. Continuando con su legado poético, que resalta por sobre su también brillante narrativa, dejó dos obras más que demuestran la grandeza de su arte: "Follas Novas" y "En las orillas del Sar". Con respecto a su prosa, destacan sus títulos "La hija del mar", "El caballero de las botas azules" y "Padrón y las inundaciones" ( de "Poemas del alma")
Junto al poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, forma aquella pareja que dio un nuevo impulso y respiro a la etapa del Romanticismo español. Su vida, bastante corta por desgracia, y su obra literaria, la cuál es bastante más completa de lo que a priori se da a conocer por ejemplo en las escuelas españolas, donde casi ni se menciona su importancia en la literatura de ese país, y si se hace, únicamente se le atribuyen sus composiciones poéticas referidas al Romanticismo.
Hoy por hoy, son muchos los lugares, homenajes y espacios públicos que se acuerdan del nombre de Rosalía de Castro, en España,debido a la importancia que tuvo esta en el resurgimiento de la lengua gallega en nuestro país. Por nombras sólo unos pocos:
- Centros educativos en la comunidades de Madrid, Andalucía, Galicia, como en otras regiones de España, así como también en el extranjero. Se han encontrado sitios con el nombre de la escritora gallega en Rusia, Uruguay y Venezuela.
- Plazas, parques, bibliotecas, calles, etc.
- Un vino con denominación de origen Rías Baixas.
- Un avión de la compañía aérea Iberia.
- Una aeronave de salvamento marítimo.
- Placas conmemorativas, esculturas, retratos, premios de poesía, cuadros, billetes españoles, etc
Durante los últimos dos años de vida padeció de cáncer uterino, enfermedad que al final, tras tres días de agonía, la llevó a la muerte.
Antes de morir pidió ver el mar, recibió la extremaunción y dispuso que sus trabajos sin publicar fueran quemados, su deseo final fue ser enterrada en el cementerio de Adina.
Rosalía de Castro falleció un 15 de julio del año 1885 en su residencia de La Matanza, Padrón, en la provincia de La Coruña (España). Hoy esta casa es un museo.
Uno de los poemas que más me gustan:
“ADIÓS RÍOS” AO ESPAÑOL
Adiós ríos, adiós fontes
Adiós ríos, adiós fontes
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos,
non sei cándo nos veremos.
adiós, regatos pequenos;
adiós, vista dos meus ollos,
non sei cándo nos veremos.
Miña terra, miña terra,
terra donde m’eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei.
terra donde m’eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei.
Prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña d’o meu contento.
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña d’o meu contento.
Muiño dos castañares,
noites craras do luar,
campaniñas timbradoiras
da igrexiña do lugar.
noites craras do luar,
campaniñas timbradoiras
da igrexiña do lugar.
Amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adiós para sempre adiós!
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adiós para sempre adiós!
¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conoso,
por un mundo que non vin!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conoso,
por un mundo que non vin!
Deixo amigos por extraños,
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero…
¡quén puidera non deixar!
deixo a veiga polo mar;
deixo, en fin, canto ben quero…
¡quén puidera non deixar!
[…]
Adiós, adiós, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.
[…]
Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.
as campanas do pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.
[…]
¡Adiós tamén, queridiña…
Adiós por sempre quizáis!…
Dígoche este adiós chorando
desde a beiriña do mar.
Adiós por sempre quizáis!…
Dígoche este adiós chorando
desde a beiriña do mar.
Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!, ¡meu lar!
si morro de soidás…
tantas légoas mar adentro…
¡Miña casiña!, ¡meu lar!
Silvia
Adiós ríos, adiós fuentes
Adiós, ríos; adiós, fuentes;
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos,
no sé cuando nos veremos.
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos,
no sé cuando nos veremos.
Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertecilla que tanto amo
higueruelas que planté.
tierra donde me crié,
huertecilla que tanto amo
higueruelas que planté.
Prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajarillos piadores,
casitas de mi contento.
pinares que mueve el viento,
pajarillos piadores,
casitas de mi contento.
Molino entre castaños,
noches de luz de luna
campanitas timbradoras
de la iglesia del lugar.
noches de luz de luna
campanitas timbradoras
de la iglesia del lugar.
Zarzamoras de las zarzas
que le daba yo a mi amor
caminos de los maizales
¡adiós para siempre adiós!
que le daba yo a mi amor
caminos de los maizales
¡adiós para siempre adiós!
¡Adiós, gloria! ¡Adiós, contento!
¡Casa donde yo nací,
dejo mi pequeño pueblo,
por un mundo que no vi!
¡Casa donde yo nací,
dejo mi pequeño pueblo,
por un mundo que no vi!
Dejo amigos por extraños,
dejo vegas por el mar,
dejo en fin, cuanto bien quiero…
¡quién pudiera no dejar!
dejo vegas por el mar,
dejo en fin, cuanto bien quiero…
¡quién pudiera no dejar!
[…]
Adiós, adiós, que me voy,
hierbas de mi camposanto,
donde padre se enterró,
hierbas que he besado tanto
mi tierra que nos crió.
hierbas de mi camposanto,
donde padre se enterró,
hierbas que he besado tanto
mi tierra que nos crió.
[…]
Ya se oyen lejos, muy lejos
campanas del manzanal
para mí, ¡ay! pobrecillo
nunca más me tocarán.
campanas del manzanal
para mí, ¡ay! pobrecillo
nunca más me tocarán.
[…]
¡Adiós también, ay querida…
Adiós por siempre quizás!
Te digo este adiós llorando
desde la orilla del mar.
Adiós por siempre quizás!
Te digo este adiós llorando
desde la orilla del mar.
No me olvides, ay querida,
si muero de soledad…
tantas leguas mar adentro.. .
¡Adiós mi casa!, ¡mi hogar!
si muero de soledad…
tantas leguas mar adentro.. .
¡Adiós mi casa!, ¡mi hogar!
".
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