Juan Manuel Miranda tenía 30 años, era artista plástico y
docente de Artes Visuales en la Escuela de Arte y Comunicación de Tres de
Febrero (EMAC).Y digo tenía, porque ya no podrá pintar los maravillosos cuadros
que pintaba ni esculpir esas obras de arte que se pueden ver en el barrio. Nuestro vecino fue víctima de la locura de un
asesino que intentó entrar a su casa, una madrugada y al ver que él se asomó a
la ventana, lo mató con un tiro en el medio del pecho. Ese asesino, escapó poco
antes del juicio, y aún está prófugo. Marchas, reclamos y la esperanza de poder
decir que Juan Manuel está en paz, si ese asesino es encarcelado. No van a
volver a ser los mismos, ni sus padres
ni sus hermanos, pero al menos que la justicia aparezca de una vez y haga lo
que corresponde.
Estuve en su casa, con su familia. Su hermana Laura,
acompañada de su mamá, fue quien tuvo la gentileza de contarme acerca de él, y
de la obra que hizo
No puede aceptar que Juan Manuel no esté. Y además
apuntala a sus padres, que de ninguna manera van a abandonar la lucha.
Juan Manuel estudió la escuela primaria en la
Escuela Nro 46 y la secundaria en Cristo Rey de Caseros. Luego estudió Diseño
gráfico y Técnico en gráfica en la Escuela Berni de San Martín.
Estaba terminando el profesorado de Artes
visuales. Era Técnico en computación y reparación de computadoras. Le gustaba
estudiar.
¿De chico ya vieron que tenía aptitudes para el
arte?
Siempre. Hay un
video que subieron los chicos de EMAC , donde él cuenta que era chico cuando
comenzó a pensar en su profesión. Le habían hecho un reportaje y ahí contó cómo
fueron sus inicios.
Ya a los 16 años
hizo su primer mural. Los primeros
fueron en las paredes del Colegio Cristo Rey. Algunos ya no están porque
se estropean, al estar al aire libre. Siempre iba los sábados.
Luego fue a
Museos, donde aprendía historia de pintores, esculturas, siempre contaba en
casa esas cosas.
Uno de los
murales que quedó fue el de la plaza Beltrán, en la esquina de Maestra Baldini.
Colaboró haciendo
las esculturas en la estación de Villa Bosch, detrás de los eucaliptus (una de
los pájaros). No la terminó, faltaba colocar los pájaros, así que con su
maqueta terminaron esa obra.
Además hay un
montón de cuadros que pintó. Los tenemos guardados porque muchos están sin
enmarcar. En cuanto a esculturas, hizo también varias.
¿Qué rama del arte prefería?
Ultimamente la
pintura. Se iba perfeccionando. Pero le gustaba todo. Siempre tenía las manos
con pintura o yeso, siempre estaba haciendo algo.
Si, en el Concejo
Deliberante, a partir del 25 de junio. Tienen que retirar cosas que están
guardadas. En Tres de Febrero, ya desde el gobierno anterior él participó con
murales que no están actualmente, pero han expuesto sus obras en la Sala de la
Secretaría de Cultura.
¿Qué trabajos hizo el último tiempo?
El estaba
aprendiendo a soldar, con mi marido. Algo sabía, porque quería hacer esculturas
en hierro. Hablaban sobre materiales más económicos para utilizar y cómo
hacerlas. Como siempre pagaba todo él, iba viendo la manera de economizar
cuando hacía las cosas.
¿Cuánto tiempo dio clase en La Salle?
Dos años. En
Caseros estaba desde los 18, metido en lo que es Arte. Una profesora de Cristo
Rey siempre lo llamaba e iba. Entonces quedó en el EMAC, daba dibujo y
serigrafía.
Su pasión era trabajar con sus manos
Si, tenía 3 años
y armó un banquito con maderas, con
ayuda de mi abuelo. Siempre estaba tratando de hacer algo, las maderas que veía
volaban, siempre martillando, tenía los dedos negros de los golpes. Pero él
quería martillos de verdad, no de juguete. Hizo muebles en casa, mesa, muebles
de cocina, repisas , de su pieza, muchas cosas… (esta vez fue la mamá , Titina,quien respondió, con lágrimas en los
ojos).
¿Les había contado algún proyecto que tenía en
mente?
Si, quería irse a
vivir con su novia, casarse. Estaban juntando peso sobre peso para poder irse.
Hacía siete años que estaban de novios. Se abría el abanico para él, al tener
la carrera terminada, podía dar muchas más materias. Con esta carrera estaba
habilitado y pensaba dar clase en más lugares. “Este año voy a andar mejor porque voy a tener muchas horas”, decía.
Además de hacer
arte, le gustaba enseñar, a todas las edades. Recibimos en casa alumnas de 16 y
de 23 años, gente mayor, así que no tenía problema para eso.
Trabajaba con
chicos de hogares, con problemas de conducta y con discapacidad. Yo le decía ( habla la mamá) que tuviera cuidado, que
eran chicos de zonas peligrosas, que se peleaban y él siempre intervenía para
separarlos… que por favor no le pasara
nada porque no sabía que por meterse iba a tener problemas, y mirá lo que le
pasó…en su casa. Esa noche cenamos, quiso capelettinis, así que se los hice,
salimos al patio ( no pudo seguir, le
brotaron las lágrimas, pero siguió hablando) “Mamá, Ani está enferma, cuidala”, me dijo. Me abrazó por última vez.Esa
madrugada cuando escuché los tiros y lo ví, no sabía qué hacer. Estaba sobre la
mesita de vidrio tirado. Pensé que se salvaba…
La casa está custodiada permanentemente. Uno está
en la calle, tiene una hija y hasta pueden cruzárselo. La charla
posterior fue acerca de los
procedimientos y temas legales que no vienen al caso en esta entrevista. Mi
idea fue dar a conocer profesionalmente a Juan Manuel. En medio de esto sonó la
alarma vecinal. Nadie quiso salir a mirar. La policía estaba afuera.
Aparentemente se disparó por error.
Ellas quieren verlo preso. Juan Manuel no vuelve,
físicamente, pero siempre está vivo en sus corazones. Frase trillada, pero
nunca más cierta. Se siente su presencia en esa casa llena de recuerdos.
Laura exige justicia. Siempre trabajaron. Son una
familia sencilla, de barrio, de trabajo, de conducta y educación ante todo. Sus
hijos estudiaron, siguen luchando por
ser mejores. TRABAJAR es la palabra más repetida. TRABAJAR y JUSTICIA.
Han recorrido canales, han dado infinitas
entrevistas, su papá es quien habla siempre. Ostenta una fortaleza, que al
llegar a la casa desaparece. Se derrumba. No es para menos.
Ambas me mostraron obras de Juan Manuel. Hizo una
escultura de su mano, paradójicamente, en la misma posición en que quedó cuando
cayó sobre la mesa. Cuadros, dibujos, colores y formas, todo eso esperando que
lo retiren para llevar al Concejo Deliberante de San Martín, donde desde el 19 de junio se
expodrán al público.
Juan Manuel está, cerca, nunca estuvo tan cerca…y tan lejos. Juan Manuel dejó su arte, dejó su amor a la familia. Sus sueños fueron truncados, pero seguramente jamás serán olvidados.
Así opina uno de sus alumnos acerca de Juan Manuel:
"Realmente un muchacho soñador con una idea
del arte personalizado, quería marcar su estilo ! Como todos nosotros
que nos gustan las artes visuales y nos trasmitía su alegría y le gustaba
contar sus vivencias de niño, siempre presente su familia, y charlar de todos
los temas actuales , pero siempre con proyección de futuro,fue un gran
muchacho!!!" Héctor L.
Confiamos que la lucha no es en vano. Ojalá así
sea. Gracias por abrirme las puertas de su casa, gracias por conocerlo un poco
más, gracias por seguir adelante.
Silvia
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