viernes, 30 de junio de 2017

Juan Manuel Miranda: “El amor y el arte jamás mueren”


Juan Manuel Miranda tenía 30 años, era artista plástico y docente de Artes Visuales en la Escuela de Arte y Comunicación de Tres de Febrero (EMAC).Y digo tenía, porque ya no podrá pintar los maravillosos cuadros que pintaba ni esculpir esas obras de arte que se pueden ver en el barrio.  Nuestro vecino fue víctima de la locura de un asesino que intentó entrar a su casa, una madrugada y al ver que él se asomó a la ventana, lo mató con un tiro en el medio del pecho. Ese asesino, escapó poco antes del juicio, y aún está prófugo. Marchas, reclamos y la esperanza de poder decir que Juan Manuel está en paz, si ese asesino es encarcelado. No van a volver a ser los  mismos, ni sus padres ni sus hermanos, pero al menos que la justicia aparezca de una vez y haga lo que corresponde.

Estuve en su casa, con su familia. Su hermana Laura, acompañada de su mamá, fue quien tuvo la gentileza de contarme acerca de él, y de la obra que hizo
No puede aceptar que Juan Manuel no esté. Y además apuntala a sus padres, que de ninguna manera van a abandonar la lucha.
Juan Manuel estudió la escuela primaria en la Escuela Nro 46 y la secundaria en Cristo Rey de Caseros. Luego estudió Diseño gráfico y Técnico en gráfica en la Escuela Berni de San Martín.
Estaba terminando el profesorado de Artes visuales. Era Técnico en computación y reparación de computadoras. Le gustaba estudiar.

¿De chico ya vieron que tenía aptitudes para el arte?
Siempre. Hay un video que subieron los chicos de EMAC , donde él cuenta que era chico cuando comenzó a pensar en su profesión. Le habían hecho un reportaje y ahí contó cómo fueron sus inicios.
Ya a los 16 años hizo su primer mural. Los primeros  fueron en las paredes del Colegio Cristo Rey. Algunos ya no están porque se estropean, al estar al aire libre. Siempre iba los sábados.


Luego fue a Museos, donde aprendía historia de pintores, esculturas, siempre contaba en casa esas cosas.
Uno de los murales que quedó fue el de la plaza Beltrán, en la esquina de Maestra Baldini.
Colaboró haciendo las esculturas en la estación de Villa Bosch, detrás de los eucaliptus (una de los pájaros). No la terminó, faltaba colocar los pájaros, así que con su maqueta terminaron esa obra.
Además hay un montón de cuadros que pintó. Los tenemos guardados porque muchos están sin enmarcar. En cuanto a esculturas, hizo también varias.

¿Qué rama del arte prefería?
Ultimamente la pintura. Se iba perfeccionando. Pero le gustaba todo. Siempre tenía las manos con pintura o yeso, siempre estaba haciendo algo.

¿Hay prevista una exposición en San Martín?
Si, en el Concejo Deliberante, a partir del 25 de junio. Tienen que retirar cosas que están guardadas. En Tres de Febrero, ya desde el gobierno anterior él participó con murales que no están actualmente, pero han expuesto sus obras en la Sala de la Secretaría de Cultura.

¿Qué trabajos hizo el último tiempo?
El estaba aprendiendo a soldar, con mi marido. Algo sabía, porque quería hacer esculturas en hierro. Hablaban sobre materiales más económicos para utilizar y cómo hacerlas. Como siempre pagaba todo él, iba viendo la manera de economizar cuando hacía las cosas.

¿Cuánto tiempo dio clase  en La Salle?
Dos años. En Caseros estaba desde los 18, metido en lo que es Arte. Una profesora de Cristo Rey siempre lo llamaba e iba. Entonces quedó en el EMAC, daba dibujo y serigrafía.

Su pasión era trabajar con sus manos
Si, tenía 3 años y armó un  banquito con maderas, con ayuda de mi abuelo. Siempre estaba tratando de hacer algo, las maderas que veía volaban, siempre martillando, tenía los dedos negros de los golpes. Pero él quería martillos de verdad, no de juguete. Hizo muebles en casa, mesa, muebles de cocina, repisas , de su pieza, muchas cosas… (esta vez fue la mamá , Titina,quien respondió, con lágrimas en los ojos).
¿Les había contado algún proyecto que tenía en mente?
Si, quería irse a vivir con su novia, casarse. Estaban juntando peso sobre peso para poder irse. Hacía siete años que estaban de novios. Se abría el abanico para él, al tener la carrera terminada, podía dar muchas más materias. Con esta carrera estaba habilitado y pensaba dar clase en más lugares. “Este año voy a andar mejor porque voy a tener muchas horas”, decía.
Además de hacer arte, le gustaba enseñar, a todas las edades. Recibimos en casa alumnas de 16 y de 23 años, gente mayor, así que no tenía problema para eso.
Trabajaba con chicos de hogares, con problemas de conducta y con discapacidad. Yo le decía ( habla la mamá) que tuviera cuidado, que eran chicos de zonas peligrosas, que se peleaban y él siempre intervenía para separarlos… que por favor no  le pasara nada porque no sabía que por meterse iba a tener problemas, y mirá lo que le pasó…en su casa. Esa noche cenamos, quiso capelettinis, así que se los hice, salimos al patio ( no pudo seguir, le brotaron las lágrimas, pero siguió hablando) “Mamá, Ani está enferma, cuidala”, me dijoMe abrazó por última vez.Esa madrugada cuando escuché los tiros y lo ví, no sabía qué hacer. Estaba sobre la mesita de vidrio tirado. Pensé que se salvaba…

La casa está custodiada permanentemente. Uno está en la calle, tiene una hija y hasta pueden cruzárselo. La charla posterior fue acerca de los procedimientos y temas legales que no vienen al caso en esta entrevista. Mi idea fue dar a conocer profesionalmente a Juan Manuel. En medio de esto sonó la alarma vecinal. Nadie quiso salir a mirar. La policía estaba afuera. Aparentemente se disparó por error.
Ellas quieren verlo preso. Juan Manuel no vuelve, físicamente, pero siempre está vivo en sus corazones. Frase trillada, pero nunca más cierta. Se siente su presencia en esa casa llena de recuerdos.

Laura exige justicia. Siempre trabajaron. Son una familia sencilla, de barrio, de trabajo, de conducta y educación ante todo. Sus hijos estudiaron, siguen  luchando por ser mejores. TRABAJAR es la palabra más repetida. TRABAJAR y JUSTICIA.
Han recorrido canales, han dado infinitas entrevistas, su papá es quien habla siempre. Ostenta una fortaleza, que al llegar a la casa desaparece. Se derrumba. No es para menos.
Ambas me mostraron obras de Juan Manuel. Hizo una escultura de su mano, paradójicamente, en la misma posición en que quedó cuando cayó sobre la mesa. Cuadros, dibujos, colores y formas, todo eso esperando que lo retiren para llevar al Concejo Deliberante de San  Martín, donde desde el 19 de junio se expodrán al público.

Juan Manuel está, cerca, nunca estuvo tan cerca…y tan lejos. Juan Manuel dejó su arte, dejó su amor a la familia. Sus sueños fueron truncados, pero seguramente jamás serán olvidados.


Así opina uno de sus alumnos acerca de Juan  Manuel:

"Realmente un muchacho soñador con una idea del arte personalizado, quería marcar su estilo ! Como todos nosotros que nos gustan las artes visuales y nos trasmitía su alegría y le gustaba contar sus vivencias de niño, siempre presente su familia, y charlar de todos los temas actuales , pero siempre con proyección de futuro,fue un gran muchacho!!!" Héctor L.


Confiamos que la lucha no es en vano. Ojalá así sea. Gracias por abrirme las puertas de su casa, gracias por conocerlo un poco más, gracias por seguir adelante.


 Silvia

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