miércoles, 7 de junio de 2017

Pensamientos: Un mundo de paz

Un mundo de paz

Todos queremos un mundo de paz. Pero qué hacemos para aunque sea poner un granito de arena y que eso suceda?
Hay cosas mínimas que se pueden realizar diariamente para que no solo el mundo, sino el ambiente que nos rodea, esté nutrido por esa paz que tanto ansiamos.
Si vamos en un colectivo, le cedemos el asiento a quien lo necesita. Si nos cruzan un auto en la calle, en lugar de insultar al conductor, que a lo mejor no tuvo un buen día, y no lo hico adrede, solamente lo miramos y le levantamos la mano como diciendo “no pasó nada”. Si alguien nos atiende mal en un lugar público, podemos explicarle que  nosotros no tenemos la culpa si cobra un mal salario, tal vez piense y razone que debe atendernos de la mejor manera.

Es muy fácil decirlo, lo difícil es hacerlo. Sé positivamente que nos cuesta poner una sonrisa ante un insulto, saludar al entrar a un negocio para comprar, o simplemente mirar. Es difícil poder agradecer el gesto simple de alguien que nos responde al preguntar por una calle.

Últimamente noto que es mucha la gente que insulta al otro porque sí, por nimiedades, la que empuja caminando por la vereda sin importarle que la persona pueda caerse, la que entra a comprar y habiendo gente, se pasa y alega que está apurado, (no saben si los demás lo están), la que pretende que el cajero del banco le solución su problemas porque hay mucha gente en la fila y no quiere esperar, la que barre la vereda y le tira la suciedad al vecino en lugar de levantarla, la que golpea la pared en vez de tocar el timbre y decirle a su vecino que le molesta algún ruido. Los que en días de semana hacen fiestas sin importarle que los demás al día siguiente deben levantarse temprano a trabajar, quienes ( sobre todo en edificios), comparten el ascensor y ni siquiera se saludan, y aquellos que consideran que son mejores que oros simplemente porque han podido estudiar o tener una carrera importante. Como decía un viejo Ingeniero conocido “LO que natura no da, Salamanca no presta”.

Eso es intolerancia, eso se puede arreglar. Si cada uno de nosotros aporta un mínimo diario para ser mejor,¿ cuanto mejor podría estar el mundo?

¿Qué les parece si intentamos hacer una buena acción al día? Aunque cueste, ¡si cuesta vale más!

¿Probamos? Quien dice, esa paz interna que también necesitamos, aflore hacia el exterior y nos ayude.

Silvia

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