La primera obra que ví de Mariana fue la escultura
que pintó Milo Lockett en el Museo José Hernández, en el marco del Primer Festival de muralismo en San
Martín, este año.
Esa obra fue especialmente diseñada y realizada por
ella y el artista plástico Ignacio
Regueiro.
Mariana, además de obras escultóricas, pinta, es
profesora de artes visuales y da clases en la Escuela de Educación estética de
Villa Ballester.
Nos encontramos en un cálido lugar, algo
bullicioso. Digo cálido, no solamente por la temperatura exterior, sino porque
Mariana es como una campanita, inquieta y su sonrisa permaneció desde el
principio al final de la entrevista.
¿Preferís trabajar en equipo?
Si, encuentro una
fuerza especial cuando se hace algo colectivo. Cuando hice títeres, que hice el
personaje de la Dama Vieja, para el grupo de Roxana de Teatro Integrado, lo
hice en grupo. Fue hecho en papel. Luego se transformó en una ABUELA DE PLAZA DE Mayo. Fue realizado en
gran formato. Yo trabajé también en
pequeño formato, muy chiquito, un mini escenario que estuvo recorriendo varios países. Yo realizo
y ellos le dan vida.
Contame del proyecto de personajes callejeros
Está ya casi
listo. La idea es con cualquier tipo de material, reciclable o los materiales que me sobran de mi trabajo
como escenógrafa, o la resina al agua que descubrí hace poco, armar personajes
que se van a instalar en la calle por San Martín,. Que te tome de sorpresa
cuando vas por la calle. Que te saque de contexto.Hay una que se llama “la
desbaratadora” . Luego viene la parte literaria, que no la hago yo, sino
Andrea, y jugamos con ese mundo de combinar las dos artes.
¿Cómo empezaste a meterte en el mundo del arte?
Yo creo que
siempre estuvo latente de chica. Cuando
terminé la secundaria viajé mucho y eso me abrió la cabeza. En ese momento
pensaba que iba a hacer Ciencias de la
comunicación y me metí en el mundo del fotoperiodismo. En realidad mi vida anduvo un poco entre la fotografía,
el periodismo y el arte. Mis apuntes se llenaban de dibujos, es como que me ganaba lo visual. Siempre
en movimiento las manos, y fui m echando todo. Me enganché en el viaje con la
fotografía, pero me di cuenta que el arte era lo mío. Estudié en Belgrano,
luego en la Berni acá en San Martín.
Hice talleres y sigo investigando.
¿Cuál es tu técnica preferida?
Me gusta innovar,
pero como la escultura me gusta más y todo lo que tiene que ver con eso,
modelado, ensamblado, entonces, utilizo más la arcilla pero tiene que ver con
el proyecto y el lugar donde se va a emplazar. Hay materiales muy buenos,
látex, la espuma expandida . Hay muchos.
¿Vos misma probás los materiales?
Yo me largo,
pruebo y veo. Hice 14 esferas de 1 mt de
diámetro que eran “Mundos agua” y hasta ese momento había usado resina solo en
pequeño formato . Peor me salieron bien.
Anduvieron dando vueltas hasta que
llegaron definitivamente al Palacio del as aguas. Intervinimos una cada
uno con un grupo llamado “Pensión
completa”, de escultores y luego que
pasaran por Tecnópolis y por Palermo terminaron ahí.
Uno va haciendo
cosas y te conocen. Por haber realizado
las esferas tan grandes trabajadas en resina. La idea era hacerlo en ese
material, pero al irse definiendo la figura, por una cuestión de resistencia, y
al ser una figura plana, se decidió hacerla en otro material .
¿Hiciste la escultura pensando en el tipo de
dibujos que él hace?
Sí. Si yo m e
ponía por mi cuenta a hacer una imagen mía, iba a haber una desconexión. La
finalidad era que la pinte Milo, y tenía
que ser algo que tuviera que ver con eso.
En otro momento
será otra cosa. La resina puede aguantar a la intemperie, pero no era la idea
cuando se hizo esta e particular. El
emplazamiento será en Ruta 8 cerca del Museo José Hernández, para que sea una referencia. Será en breve. Esta fue hecha en metal, es algo grande y la
hice en equipo con Ignacio Regueiro, de Valentín Alsina. A medida que las vamos
haciendo, las emplazamos. La idea es ponerlas en barrios, abrirse un poco del
centro de San Martín.
¿Expusiste trabajos en salas?
Sí, en un momento
cuando estaba abocada a la fotografía (voy y vengo de la fotografía a la
escultura) hice varias muestras. Una fue
sobre la gente que viaja en los medios de transporte, y recorrió varios lugares
Carnacini, La Boca.
Hay de todo. Está
quien le molesta pero no me pasó que me pregunten. No era para marcar algo en
particular. Al contrario, me preguntaban dónde las iba a publicar. Es un poco
invasivo a veces. Hay que ser cuidadoso, pensarla y sacarla rápido. Con
“Pensión completa” (el grupo de artes visuales) hicimos también muestras.
Arrancamos en la biblioteca Rivadavia en su momento de crisis. Estuvimos en
Entre Ríos y viajamos bastante.
Ahora estoy
hallando más el rubro que me gusta. Los
títeres y lo tridimensional es difícil, de ahí que está el proyecto de hacer obras en la vía
pública. Son de 1 metro, más o menos
¿Te gusta la lectura?
Sí, me gusta.
Liliana Bodoc me encanta.
Literatura infantil
Sí, yo vivo… no
en la fantasía, pero casi. He hecho estos personajes porque la propuesta es
escaparse de acá para ir a otro tiempo, cuestionar si este tiempo o el otro es el real. Algo
así.
¿Qué libro que leíste te gustó más?
Por ahí “La saga
de los confines”. “Rayuela” …me marcó. Esos libros que uno siente que te dejan o te modifican algo profundo o una
caricia al alma. Una de las acciones que hicimos con “Pensión completa”, que
tal vez pasa desapercibido, fue todo el túnel de Ballester, pegatinarlo de pinturas,
y con frases que decían “no pidamos deseos, construyamos deseos”
Yo disfrutaba que
la gente se detenga y lea, lo toque, piense. Esas acciones son las que valen.
¿Qué profesor te marcó en tu actividad artística?
El maestro Antoni
o Pujía. Su modo de transmitir. Especial, para mí es de los mejores maestros de
la escuela, cambió mucho el concepto de cercanía con el alumno. Es más humano,
no tan lejano como maestro/alumno, está cerca de la gente, no es a las apuradas
una obra, hay que pensarla, lleva tiempo, no hay apuro. Hay una tendencia a
hacer mucho y rápido, y no es así. Hay que habilitar el espacio de realización,
dar la posibilidad de hacer. Horas y horas de trabajo. El marca pero también
transmite esa idea, es mi gran referente. Trabajo como docente en proyectos de
arte y somos cuatro profesores que intentamos que los chicos se abran en un
espacio increíble. Tienen cuatro disciplinas, y también para nivel adolescente.
Hay que equilibrar. Como cierre hicimos un trabajo combinado con colores y
música.
En cuanto a escenografía ¿qué más hiciste?
A veces se
trabaja por encargo, campañas de empresas de salud, partes del cuerpo por dentro, donde la gente
podía entrar, por ejemplo una campaña de cáncer de mama, y es muy grande. Un
trabajo enorme. Parte lo hice yo sola y parte en equipo. Otra del corazón por
dentro. Al principio me parecía raro pero una vez ahí, me encantaba el trabajo.
Mariana sigue sonriendo. Sigue trabajando. Fíjense
bien cuando anden por el barrio a ver si alguna de sus obras enormes está por
ahí. No quiso decir dónde, seguramente pronto las veremos y nos
sorprenderemos por algún detalle.
¡Gracias Mariana!
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