El chupetín
El sábado pasado, fuimos hasta Villa Ballester a hacer un trámite. Cuando estacionamos, luego de dar un par de vueltas, ya que no había muchos lugares disponibles, pasa una camioneta por al lado nuestro y nos pide si le dejamos un poco de lugar adelante. Obviamente, corrimos el auto, el señor, estaciona delante del nuestro. Cuando se baja agradece muy amablemente, y le dijo sonriendo, "no…gracias no, son $50".
El señor, en lugar de enojarse o responderme mal, me dice “Es lo mismo un par de chupetines?”, le dije que era broma. Pero el señor no se dio por vencido, abrió la puerta trasera de su camioneta, sacó una caja mediana y me ofreció dos chupetines. Le agradecí y le volví a repetir que no hacía falta, que era una broma. Finalmente, cruza la calle y nos entrega los dos chupetines con una sonrisa enorme, “qué me cuesta? Si los tengo acá, dijo”.
La verdad me sorprendió…con tanta violencia que hay en la calle, todavía queda gente con humor y ganas de sonreir.
Todavía guardo el chupetín en mi cartera, y cada vez que lo veo, me sonrío. Tal vez esa era la misión de este hombre…
Silvia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario