Te tengo para caminar juntas, para charlar, para protestar, para cuidarme las plantas, para hacer las compras, para ayudarme en todo. Y para repetirme una y mil veces las mismas cosas. Pero te tengo.
Nos hacemos compañía, me contás las anécdotas de esos viejos tiempos allá lejos, y que después yo escribo a mi manera. Estás ahí, cerca, como quiero tenerte siempre, aunque no estés algún día. Y ese día va a llegar, espero que no muy pronto. Y te prometo que vas a seguir estando ahí, al lado mío, porque nunca te vas a ir, porque cuando te necesite vas a seguir estando.
Agradezco a Dios que cada día aparezcas en mi vida, y que mis hijos pudieron disfrutarte.
Te deseo un mundo de paz, de amor y de felicidad como te merecés, porque...porque sos mi mamá!
Te quiero ma!
Silvia
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