ENSUEÑO
La tarde me acarició con su último suspiro,
dibujando el horizonte con la magia de los sentidos,
en un crepúsculo de tornasoladas emociones.
El cielo se tiñó de magia y esperanza,
mientras el viento susurraba secretos en mi oído.
La noche llegó envolviéndome en su manto,
con estrellas que brillaban en la lejanía
y la luna, fue una caricia en el cielo oscuro.
En ese momento, todo pareció posible,
la magia del mundo se reveló en mi alma,
y el universo se redujo al tic tac de un viejo reloj
©Emiliano Pintos ( octubre 2024)
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