Agosto!
El mes de agosto puede traer muchos días de importancia. Fechas de eventos. Alguna
añoranza que traiga una foto. Y también formar parte del anaquel de festejos: fechas de San
Martín ,su entrada a la mortandad y traer así el recuerdo de su cruce de los andes.
Además de otras fechas curiosas.
Hubiera sido el cumple de alguien que formó parte de una época.
Sandro nació un 19 de agosto de 1945.Este agosto de invierno traería hasta nosotros su
cumpleaños número 80.
Para el que lee ese número no es un número más.
80 : para cada lector de este relato, es un número simbólico que trae aparejado
experiencia.Emotividad.Mil imágenes de fiestas agasajando a algún abuelo/a que uno posee
la dicha de tener a su lado. Fotos. Brindis. Besos y abrazos. Frases que dejan huella.
Nuestros longevos merecen podios de cariño. Rogando que la terraza de sus sienes se
encuentre habilitada para un buen descanso en compañía de una familia que cuide y adore.
Aunque bien sé que no siempre es así, vamos a hablar de los casos que representan los
buenos seres y momentos.
La vejez es digna de aplaudir. Los órganos de nuestros cuerpos se vencen. Se cansan de
golpes y bajones anímicos. Pero como digo yo : “la vida es bella”. Y es allí cuando sumamos
los momentos bonitos.
Sandro, ese cantante a quien no pudimos ver envejecer, dejó perpetuidad en sus canciones,
en históricas grabaciones de films y notas periodísticas.
80 años!!!” La vida sigue igual”. Disfrazada en nostalgia. Sé que vendrán históricos imitadores
y grandes homenajes a la persona de nuestro cantante.
El canal de cable está pasando sus películas que uno ya vio hasta el hartazgo pero que no
cansan el volver a verlas.
No habrá voz ronca. Un bastón de compañía. Lentes gruesos. Cabellos canos que muestren
edades. Arrugas en piel. Andar cansino.
Imagino mil postales de lo que hubiera sido Sandro hoy a sus 80 años. Por supuesto que él
podría saldar algunas eventualidades .Teniendo posibilidades económicas. Me refiero al caso
de tener que usar esos lentos gruesos que mencioné antes.
Pero esa amiga vejez llega a los mortales y no demuestra modos ni formas. Te toca y ahí
estático arrastra. Podés caer bien parado o caer sin sostén.
Sandro fue un grande. Digo desde la fascinación de haberlo admirado.
El cumple de 80 años. Será un festejo dorado de lo que pudo ser desde la emoción. Haberlo
tenido y venerarlo. Por eso quedara en nuestra mirada aquel señor que nos regaló las
baladas más bonitas envuelto en su bata roja y de sonrisa mortal.
De donde nos mires, a la distancia sideral: feliz luz de cumple a esos 80 años abrazados a tu
voz.
©Mirta Serrano

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