¿Qué pensarás de mi?
Estabas escapando,porque me temìas. Entiendo tu miedo, no me conocés.
Pero ¿sabés una cosa? Jamás te haría daño.
Si bien no soy pueblerina, ni campesina, sé y valoro tu trabajo.
Madrugadas de corridas, entre el agua, al frío y al calor...
Me encanta acariciarte, ver que tus ojos grandes me miran, aún con desconfianza.
Pero no voy a hacerte daño.
Sos fiel, y así seré yo, si me dejás.
No me animo a cabalgar con vos, sos muy alto para mí. Aunque lo he hecho alguna vez antes.
Solo me conformo con acercarme, y decirte que no me temas.
Acariciar tu pelo suavecito y que me mires de reojo.
Sabés que no te haré daño.
La próxima vez que nos veamos, seguramente me recordarás.
Espero que no pase mucho tiempo.
Espero que me reconozcas.
Espero que recuerdes que no te hago daño, solo comparto el sol y el verde tan lejanos para mí.
Nos veremos, de eso estoy segura.
Portate bien, y recordame con cariño.
Silvia
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