viernes, 29 de agosto de 2025

Entrevistas: Rodolfo González: “Un hombre en busca de un mensaje para dejar”

 

 Orlando Rodolfo González es un escritor independiente nacido en Buenos Aires en 1980. Se desempeña también como curador cultural y editor literario, con una profunda vocación por la palabra escrita y el arte como formas de expresión y sentido. Se define como “un hombre en busca de un mensaje para dejar”, una idea que atraviesa toda su obra narrativa y poética.

Su infancia libre, marcada por la creatividad y la introspección, lo acercó naturalmente a la literatura. Desde joven encontró en la escritura un refugio emocional, una herramienta de pensamiento y una manera de habitar el mundo desde la literatura.

A lo largo de su carrera ha sido reconocido en concursos literarios nacionales e internacionales y su trabajo ha sido valorado en distintos espacios del ámbito editorial. Sin embargo, considera que su verdadero logro reside en la conexión emocional que genera con sus lectores y lectoras.

Además, ha colaborado con artistas visuales y escritores, promoviendo la difusión de obras culturales a través de su blog y proyectos editoriales autogestionados. Muchos lectores lo siguen por sus publicaciones en línea y por sus libros de cuentos, poesía y textos reflexivos.

Hoy continúa escribiendo, y publicando, en constante búsqueda de nuevos lectores que valoren la literatura como un espacio de encuentro, belleza y verdad.

Libros publicados: Cuentos apurados para gente sin tiempo 2022 Rimas verdaderas de un falso poeta 2025 en prueba de galera: El articulador, Filosofía y religión para refutadores agnósticos (un libro con reflexiones filosóficas llevadas al humor)

Cuentos anticuados para gente del futuro

 

Uno de sus escritos:

Comportamiento humano volúmen 2.0


Juan siempre había sentido que su vida estaba hecha de repeticiones. No las simples rutinas diarias, sino ciclos más profundos, como si su historia personal siguiera un patrón que otros ya habían vivido antes. Sus estudios lo habían conducido a Giambattista Vico y a su idea de corsi e ricorsi, esos ascensos y retrocesos que moldeaban no solo a las sociedades, sino —creía él— también a las personas.

El recuerdo de su primer amor, Guadalupe, parecía ser uno de esos ciclos inevitables: volvía una y otra vez, con la fuerza de un río subterráneo que se niega a secarse e inunda la memoria y el corazón, que nunca deja de saltar en su pecho.

Con los años, Juan entendió que no era solo la nostalgia lo que lo llevaba de regreso a Guadalupe. Era, quizá, lo que Leon Festinger llamaba la “comparación social”: medía todas sus relaciones presentes contra aquella primera. Guadalupe era su punto de referencia, la vara con la que—consciente o no— evaluaba cada gesto, cada beso, cada silencio.

Pero la memoria es una ilusionista talentosa. Había olvidado las discusiones y los desencuentros, recordando en cambio las tardes infinitas en la plaza, la risa compartida bajo la lluvia, los abrazos que parecían respuesta a todas las preguntas, las escaleras sofocantes que hervían con sus besos. Esa idealización, comprendió después, no era inocente: estaba hecha de carencias y de la sensación de que algo había quedado inconcluso.

Un día, mientras estudiaba a Schopenhauer y a Fromm, Juan encontró la idea que lo sacudió: el amor no es un regalo caído del cielo, sino un arte que exige disciplina, paciencia y trabajo sobre uno mismo. Las personas incompletas no pueden amar al prójimo porque no saben amarse a sí mismas. En cambio, creen que intentan tener una relación romántica mutua con sus semejantes y, cuando fallan, responsabilizan a la sociedad para no aceptar sus propias falencias.

Por eso, todos ellos llegan al final de sus días en soledad.

Quizá, pensó, Guadalupe nunca dejó de ser importante porque con ella nunca había llegado a construir ese amor maduro; se habían amado como se ama a los quince o a los veinte, con intensidad, pero sin el desarrollo pleno de la personalidad que Fromm exigía para que el amor durara.

La vida, como la historia de Vico, le ofreció a Juan otro ricorso. Una tarde, en una librería, la vio: Guadalupe, con algunas canas y la misma sonrisa luminosa. Conversaron como viejos amigos. Él notó que ya no buscaba en sus palabras la confirmación de un mito; tampoco comparaba lo que ella era con lo que él recordaba. La charla terminó con un abrazo breve, tibio y sincero.

Al salir, Juan comprendió que el ciclo se había cerrado. Todas esas pasiones que había vivido con diferentes mujeres no habían sido más que parte de un proceso que ese día llegó a su fin.

Había recuperado a Guadalupe, no en el sentido de poseerla, sino porque había aprendido lo que debía aprender: que el amor verdadero no se mide contra el pasado, sino que se construye en el presente, con el trabajo constante de dos personas completas.

Y aunque su primer amor siempre ocuparía un lugar especial, ya no era un eco que lo ataba, sino una melodía lejana que lo había ayudado a afinar su propia canción.

Aunque una esquina caprichosa del destino los desencontró, él seguía amándola como aquel 6 de diciembre de 1994. Y sabía que no había perdido la esperanza de encontrar la forma de terminar su vida en sus brazos. Porque él es un fiel creyente en el amor y en la historia



¿Cómo surgió en vos escribir?

Cuando era niño, veía que mi papá pintaba cuadros todas las noches escuchando música y tomando café al cognac y era feliz. Yo compartí muchas de esas noches con él. Después fui a vivir a un pueblo en el que era un extraño de Buenos Aires, así que estaba bastante solo y un día escribí un cuento de piratas y ahí empezó todo. Mi viejo dejó de pintar porque ya no tenía tiempo, y yo empecé a crecer y entre trabajos, responsabilidades y demás dejé de hacerlo. En el 2019 mi papá murió y yo pensé en que no quería eso para mí. Él pudo ser un gran artista y no se le fue la vida y murió sin su pasión. Así que volví a escribir porque me pareció que lo más lindo que tuve siempre fue la literatura y es parte de mí, de lo que fui y de lo que soy y no creo que el trabajo, responsabilidades, y cosas cotidianas sean tan importantes como para olvidar lo que soy.

                                     


¿Cómo se te ocurrió escribir un libro de cuentos cortos para aquellos a quienes no les gusta leer mucho…o no tienen mucho tiempo?

En redes sociales de literatura venía compartiendo algunas cosas que escribía y al parecer tuvieron cierta aceptación y empezaron a gustar. Yo entendía que el tiempo es muy veloz en las redes, así que mis historias tienen un ritmo algo rápido, y entre muy buenos escritores del mundo, en especial de España, me convencieron de que tenía que escribir algo un poco más serio, como un lindo libro. Y agarré una racha de escribir mucho y salió el primer libro.

¿Por qué  el apodo de "el articulador"?

Cuando yo iba al secundario, era especializado en Comunicación. Tenía, radio, revista, cine, etc. 

La profesora me usaba de comodín por si fallaban mis compañeros, entonces me pedía que escribiera un artículo (por ahí...media hora antes de salir al aire) y como me lo pasaba escribiendo para la revista y la radio, la profesora esta me llama articulador porque era el que tenía que escribir siempre muchos artículos.

Es decir: al salir del secundario, egresé de articulador. 

¿Cuál de todos los libros es el que más te costó escribir y por qué?

Tengo el segundo libro de cuentos terminado hace dos años. En este libro hay ciertos cuentos que fueron escritos en un momento traumático de mi vida. Y como también me animo a escribir versos, me publicaron Rimas verdaderas de un falso poeta, antes del libro de cuentos. Así que toda la intimidad y sentimiento que tiene ese libro atrasado está tratando de salir, ahora está en prueba de galera, ya falta poco, pero pasaron muchas cosas en muy poco tiempo y se atrasó porque lleva bastante de mí.

¿Cuánto tiempo te llevó completarlo desde la concepción inicial hasta su publicación?

Lo empecé a escribir en febrero de 2023 y lo terminé en abril, ahí fue cuando todo se detuvo.

¿Adaptás temas cotidianos a tus historias o son todas ficcionadas?

Ambas. Por ejemplo, en mi primer libro hay un cuento de un hombre que es elegido presidente y DT de la selección de fútbol porque se hizo famoso al salir en la TV. Así que no tuvo nada que ver con la realidad del país, pero sí hay una mezcla muy divertida, en una reseña que me hicieron, me resaltaron eso. Dicen que mis personajes parecen humanos y no personajes. Pero hay ambas cosas.

¿Cuánto tiempo le dedicas a escribir?

Casi todos los días escribo cosas, no tengo un horario, pero siempre llevo un cuaderno dónde tomo notas de cosas que se me vienen para escribir, y por ahí estoy en cualquier lado y anoto.

Lo que pasa es que escribo tanto que tengo que revisar y revisar para tener todo más o menos ordenado, y además a veces me piden colaborar con algún otro escritor, o el mes pasado por ejemplo, me encargaron un prólogo para un autor de España y también escribo esas cosas.Pero es lo que más hago.





¿Qué libro te remonta a tu infancia?

Narraciones extraordinarias de Edgar A. Poe me marcó la infancia. Mi primer libro fue de Verne, pero como tiene más libros que Poe siempre estoy leyendo. Pero Poe a mis 5 años fue todo un mundo nuevo. Poe es como un tío para mí.

¿Qué autores te gusta leer?

Borges siempre lo releo. Cortázar también, pero Borges sobre todo. Hay un autor que se llama Mika Waltari que es el primer autor que consiguió emocionarme y leí todos sus libros. Alejandro Casona lo mismo, me gustan mucho todas sus obras. Miguel Hernández me pone la piel de gallina. Onetti me parece un genio. Pero Borges es como Zeus, Odín, Amón, etc. Borges es increíble.

 ¿Cómo ves el panorama editorial en la actualidad en tu ciudad?

No lo veo muy bien, hay una especie de exceso de escritores y falta de lectores. Tengo amigos que trabajan en editoriales importantes y ellos me cuentan que tienen que rechazar autores muy buenos y aceptar publicar libros sin contenido literario, pero es un problema bastante viejo ya. La literatura perdió por muchos otros temas. El año pasado, en una editorial importante me dijeron que mi libro era muy bueno, pero que me tenía que dedicar a escribir biopics si quería ser escritor.

                                        


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Respondenos con una sola palabra, para conocerte mejor:

Un lugar donde te gustaría estar escribiendo un nuevo libro: en el hogar cálido que mis hijas van a tener cuando crezcan. (no fue UNA sola palabra pero es válido)

Una frase que repitas a diario: tengo muchas, pero te digo una que me quedó de un amigo: “La esperanza es lo último que se perdió”

Una palabra que no te gusta escuchar:distinto

Un autor con quien te sentarías a tomar algo y charlar: A Borges lo escucharía sin parar, pero no creo que me salga mover la lengua para hablarle.



©Silvia Vázquez

1 comentario:

  1. Mauro S. Rastelli Polanco4 de septiembre de 2025 a las 23:29

    Rodolfo es un amigo de las letras a través de las actividades que organiza Mercedes SADE Internacional pude conocer su obra literaria, lo felicito por todo lo que esta realizando.

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Gracias por tu comentario