¿Alguna vez has
soñado con tener los poderes de Matilda?, ¿con visitar la fábrica de Willy
Wonka? o ¿conocer a un gigante bonachón? El padre de estos personajes y sus
creativas historias, Roald Dahl, cumple y sus fantásticos cuentos nos animan a
seguir sus pasos como escritor. Ayer se cumplieron 100 años del fallecimiento del escritor y aviador inglés Roald Dahl quien falleció en 1990, autor de Charlie y la fábric de chocolate, James y el melocotón gigante, Matilda, El gran gigante
bonachón, Las brujas y Relatos de lo inesperado.
DE CHARLIE Y LA
FABRICA DE CHOCOLATES surge la película WILLY WONKA Y SU FABRICA DE CHOCOLATES.
Según dijo el propio escritor, era admirador fanático de DE WALT DISNEY. Cuando era pequeño,
ganó un premio,junto a otros pocos niños. Y el premio consistía en una visita
guiada a Disneylandia. El propio Walt Disney guiaba a los pequeños por los
entresijos del parque temático.
Ya adulto, Roald confesó que se inspiró en aquella experiencia para
escribir una de sus obras más célebres: "Charlie y la fábrica de
chocolate". La historia del pequeño Charlie ganando ese ticket que le
permite visitar la fábrica es la historia de Dahl y su oportunidad de visitar
el emporio Disney. Y Willie Wonka, ese personaje siniestro, cínico y admirable,
está basado en el recuerdo infantil que Roald Dahl conservaba del mismísimo
Walt Disney.
Roald Dahl en su cuento autobiográfico, Racha de suerte, explica cómo se
convirtió en un fantástico escritor. Estos son sus siete consejos para convertirse
en un buen novelista
1.- Tienes que tener una gran imaginación.
2.-
Debes ser capaz de escribir bien. Para ello tienes que hacer posible que una
escena se convierta en real en la mente del lector.
3.- Tienes que tener aguante. En otras palabras, tienes que ser capaz de
apegarte y nunca dejarlo, hora tras hora, día tras día, semana tras semana y
mes tras mes.
4.- Debes ser perfeccionista. Lo que significa que nunca estarás satisfecho
con lo que escribes hasta que no lo hayas reescrito una vez tras otra,
haciéndolo tan bueno como seas capaz.
5.- Tienes que tener una férrea autodisciplina. Estás trabajando solo.
6.- Ayuda mucho tener sentido del humor. No es vital cuando se escribe para
adultos, pero para los niños, es vital.
7.- Debes tener un grado de humildad. El escritor que cree que su trabajo
es maravilloso tendrá problemas.
Silvia
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