Sin reloj
Salió a caminar por la mañana, como tantas otras esperando que el viento rosase su rostro.
Salió a buscar las primaveras que había perdido y a buscar el paisaje para no olvidarlo, sentir el aire, recordar olores y escuchar el río.
Salió a buscar un hogar sin llaves para que pasen los pájaros, los amigos, la familia.
Salió a buscar herido por la cruel distancia, el apego, cansado de que lo abracen brazos de acero.
Salió a buscar la calma para no inclinar la cabeza por el miedo a los hombres callados que lo vigilan día y noche.
Salió a buscar la recompensa entre muerte y vida, el perdón que sabe que no merece.
Salió a buscar al niño que fue para redimir el pecado del hombre en el que se ha convertido.
Una mañana como tantas otras ya no salió a caminar en ese mundo sin reloj, y en la oscuridad de su celda y en el dolor endémico encontró su destino de cárcel y poesía.
El frío atravesó puertas y murallas hasta llegar ahí donde estaba él, y con una mueca en el rostro reposado en su condena se despertaba soñando y se dormía soñando en un mundo que había dejado de ver.
Sergio Omar García
Fb www.facebook.com/sergioomar.garcia.9
Ig labohemia_poesia
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