El Mercado de las Pulgas es el más grande de Sudamérica:
antigüedades, muebles, iluminación, cuadros, coleccionismo, cristalería,
restauración y más. Está ubicado en Alvarez Thomas y Dorrego, Colegiales .
En los mismos se puede encontrar de todo para decorar la casa,
ambientar un lugar especial,hacer un regalo inolvidable o hallar esa pieza de
colección que tanto se ansía.
También se encuentran con recuerdos de la infancia e
imágenes del pasado.
Y aunque el nombre se remonta a los mercados parisinos del
siglo XVIII, donde se vendía la ropa pulgosa desechada por las familias más
ricas de París, "las pulgas" son historia y solo conforman el
espíritu que ronda por el Mercado.
Los rubros que se destacan son las antigüedades,
iluminación, muebles y vajilla. Los objetos varían en sus formas, tamaños y
estilos. Se pueden encontrar desde piezas antiguas únicas de elevado valor,
hasta objetos modernos usados. Desde una lámpara antigua hasta un collar de
perlas.
Aparte de la venta al público de productos se ofrece el
servicio de restauración. En el caso de los muebles, la restauración consta de
un pulido, encolado y lustre de las piezas. En su mayoría los objetos llegan al
mercado después de haber sido comprados en remates. Los muebles y objetos más
antiguos son piezas únicas europeas que ingresaron al país en la ola inmigratoria
de 1920, otra década que está muy presente es la del 70, a través de sus
particulares objetos de ropa e iluminación, en palabras de uno de los
permisionarios: “los que visitan el mercado asiduamente saben que vienen a
buscar eso que no se encuentra en ningún otro lado”.
El mercado de Pulgas comenzó a funcionar en 1988. Funcionó
durante 18 años consecutivos hasta diciembre de 2005 que debió mudarse a un
predio cercano por fallas de seguridad.
Fue reinaugurado a mediados del 2011 y volvió a su lugar original
luego de las obras llevadas a cabo por el Ministerio de Ambiente y Espacio
Público. La estructura y los puestos totalmente renovados, luces nuevas,
mejores accesos, dársenas para estacionamiento y hasta la puesta en valor de la
plaza, son algunos de los cambios realizados. Así Buenos Aires puede seguir
disfrutando de su viejo Mercado que hoy forma parte de su paisaje.
Silvia
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