Te sientes solitario por las noches
Y te pierdes en sueños muy profundos,
Llenas tu cama de grandes reproches
Y no quieres enfrentarlos con el mundo.
En la tarde yo solo te nombraba,
Y sonaban oscuras las voces,
Tú me hablabas, yo yo, solo escuchaba
Las excusas, las huídas con el coche.
Y cayó la palabra de repente
Y cerró mi boca despechada,
Con lo que de la tuya salió hiriente.
Ya no era tu mujer amada,
Ya no era tu descanso en la vertiente,
De repente soy, la abandonada
Silvia
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