Otoño
Oigo estremecerse las alas
de los pájaros merodeando sus nidos.
Claman por la brisa cálida
que hasta hace días
sentían sus
cuerpos.
Deslucido su plumaje,
abrazan tiernamente a sus pichones
y apenas llega ese suave ardor entumecido
entre frescas ráfagas.
Corren a prisa para llevar
la timidez de su alimento
y caen extasiados cuando el sol se esconde
iluminados apenas por el farol antiguo
Atrás quedaron el estío,
la hondanada de vapores y el cansancio.
Atrás dejaron el fresco rocío
y la húmeda gramilla.
Despiertan hoy entre resecas hojas
apenas colgadas de las ramas
de un vetusto pino.
Atrás ,muy atrás
quedó el brote y la vida
por delante, solo otoño
y un invierno frío.
Silvia
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