Escritora invitada: Leonor Pires y la segunda parte de su cuento

 LA HIJA DEL JEFE 

(2ª parte)

Aunque el pasajero de sus sueños ya no viajaba, ella igual se dirigía al anden,  

últimamente sus pensamientos sólo estaban encasillados en ese  pasajero enigmático.

.

Poniendo como pretexto  que debía trasladarse al pueblo vecino para concretar

con el cura la fecha en que sus alumnos debían tomar la Primera Comunión, porque

se acercaba la festividad de La Virgen del Carmen, (patrona del pueblito) aprovechando 

el festejo se realizaban también algunos casamientos, o eventos religiosos, esperando que

algún "milagro de la virgencita"  se produjera en ese día tan especial.

No hay duda que la "virgencita"estuvo atenta al pedido de Magdalena. 

Pasadas las Fiestas Patronales", una mañana, cuando se dirigía al colegio vio que el joven caballero se asomaba por la ventanilla, como buscando a alguien evidentemente era a ella a quien deseaba encontrar.

Dejando de lado todas las obligaciones del día a que debía atender, se trepó al tren, se sentó 

frente a él . Inmediatamente comenzaron a conversar .El caballero le preguntó a donde se dirigía y ella no supo darle respuesta, él se imaginó que su admiradora lo había hecho sólo por él.

Su conversación fue correcta, le dijo que era médico, que viajaba a un pueblito vecino donde tenía un precario consultorio para primeros auxilios. Pero que muy pronto iría a vivir a Palma, sólo debía esperar que restauraran la casa de la señora Ordoñez, que acababa de morir, y que él había comprado.

El corazón de Magda, comenzó a latir con una fuerza incontenible, sentía ganas de volar, de contarle a todo el mundo que sus sueños iban a ser cumplidos, y se convenció de que su destino estaba al lado de aquel pasajero de quien se había enamorado locamente.

De pronto pensó en la preocupación de su familia al no encontrarla a la "salida de la escuela" y en sus alumnos a los que había dejado sin clases, sin previo aviso, Bajaron en la siguiente estación, pero el tren en el que deberían  regresar  no pasaría hasta cuatro horas más tarde.

©Leonor Pires