Marisa era transparente, tranquila, siempre le encontrabas
una sonrisa, a pesar de sus dolencias, de las que no le gustaba hablar.
Supe de ellas sin querer, en medio de una conversación
informal a la salida de un café literario. Nos habíamos cruzado varias veces y
me enteré que también pintaba además de escribir muy bien.
Una tarde fui a la casa de uno de sus hijos a hacerle una entrevista.
Así , simple, me mostró sus libros, y me los regaló. Así, simple, me dijo que
en sus ratos libres pintaba…y era solidaria,me regaló para un hogar casi todos los
libros infantiles que tenía y una patineta “para qué la quiero yo”, me dijo.
Marisa fue una de las buenas escritoras de San Martín,
Marisa es una de las buenas, porque va a estar con nosotros
entre sus letras, entre sus libros, y cada vez que una página se de vuelta para
comenzar otra, ahí estará. Cada vez que se moje un pincel y se expanda la pintura
sobre una tela, ahí estará.
Recuerdo que en un comentario, acerca de la “moda” que se
pensaba imponer, de suprimir los libros
de papel, dijo...
“Nooooo, quieren
eliminar el libro de papel, ahora la palabra a mano alzada…¡qué más! la
escritura a mano también deja al descubierto la personalidad del individuo;
conservemos algunas raíces o seremos una máquina más…”
Nos dejaste hace días, me enteré de casualidad, porque
estaba pensando en ir a verte o llamarte
para encontrarnos. No se dio, lamento mucho no haberlo hecho antes.
"Desde La Cábala", Cuentos, 2009
"Gajos De La Memoria", Cuentos, 2012 "Sopa De Cuentos", Cuentos, 2015
"Luces Del Alma", Poesías, 2015
Chau Marisa, quédate tranquila que por esos lados vas a
estar siempre. Gracias por tus palabras de aliento, cuando las necesité,
gracias por su generosidad, gracias por tu arte.
Llevo en mi memoria esa carita redonda, los lentes que te
acomodabas a cada rato, la enorme capacidad literaria que tenías y el amor
supremo hacia tu familia.
El cielo recibe una gran mujer.
Silvia
..............
..............
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario