Compartimos el Capítulo tres, de la novela " Me debes una vida"
“Los verdaderos monstruos no están bajo la cama”.
“Eric”. Serie de tv.
1657- Una leyenda.
Soy una mujer sin nombre. Sin color de piel. No soy una nativa. Pero no soy libre.
Estoy presa en una aldea con sus ranchos y sus miserias.
Me han nombrado a Pedro de Mendoza como el primer adelantado. El ya no está.
Ahora nombran a Juan de garay. Estamos en 1657.
Las leyendas que oigo son amables y odiosas entre hombres que tienen el poder de tomar
decisiones.
Aquí las pocas mujeres que hay no saben leer ni escribir.
Hay unas cuadras desdibujadas que forman algunos ranchos hundidos en el lodo.
Hay una plaza donde se deciden destinos cerca de un rio que habla con el susurro de
historias tristes de intercambios de personas como mercadería. Gente de color que fue traída
obligada desde otro lugar. Lejano ,distante de este paraje. Gente que fue vendida. Alejada de
los suyos.
A la noche la brisa se convierte en letanía y yo oigo los gritos doloridos de aquellas almas en
pena.
Sé que a mí no me logran ver. No es porque me sepa esconder. Sí, porque soy solo una
esencia arraigada en una luz.
Desde aquí puedo ver todo. Desde ese rio donde de vez en cuando llegan los barcos.
¿Acaso seré el espíritu de alguien que fue dejada desamparada en este lugar? No lo sé. Vago
nuevamente serena. Observo el poblado desde esta barranca desteñida de pureza.
Se divisa el Fuerte. Busco mi destino. Una voz. Un mensaje. Un poema que me deje creer en
mí. Desde esta penumbra espero encontrar el significado de ser mujer...
©Mirta Serrano
Para adquirir un ejemplar de la novela, comunicarse con Mirta Serrano al mail
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