No sabía si Miguel iba a responder mi mensaje, porque es uno de los periodistas inquietos que van y vienen todo el tiempo. Pero sin mucha espera, recibí su confirmación casi de inmediato y nos juntamos en un café de la zona oeste ( hermoso lugar), una tarde de frío pero soleada.
Llegó puntual, con sus libros en la mano y disculpándose por no poder regalarme el recién publicado, porque la editorial le entregó solamente dos. De todas maneras, me regaló uno que tiene un cuento suyo, “Pasión por leer” que fue distribuido en los estadios de fútbol, allá por el 2009. Aún con el correr de la charla, se le escapan las “S” aspiradas como buen orgulloso de su provincia.
Miguel Bossio nació en Rufino. Se recibió de licenciado en Comunicación Social en la Universidad Nacional de Rosario.
Es uno de los periodistas que más y mejor conoce a Martín Palermo, a quien le realizó la primera entrevista en 1996 y colaboró con él en la redacción del libro...”Titán del gol y de la vida”
Miguel, es actualmente la cara deportiva del noticiero de Telefé noticias de las 20 hs y “Diario de medianoche”.
Pone la cuota necesaria de humor en cada nota y hace que la semana sea menos cansadora y la gente cierre su día no solo informado, también con una sonrisa.
Su última producción bibliográfica es la Autobiografía de Baldassi, llamada “¿Qué cobrás?” de Editorial Planeta.
Compartió muchos viajes con el árbitro, de allí que conoce su vida como para escribirla.
Fue muy amable en disponer de un rato de su ocupado día, para respondernos algunas preguntas:
¿Por qué empezaste la carrera de periodismo deportivo? Fue por amor a algún deporte en especial?
Cuando terminé el secundario, no sabía qué estudiar. Me fui a Rosario a hacer un test de orientación vocacional. Ahí descubrí que estaba “Comunicación social”. Miré un poco el programa y dije, “alguna cosa me va a gustar”: la parte de publicidad, la de operador de radio, periodismo. La contra que tenía en casa, es que me decían que estudiara algo más tradicional, Farmacia, o algo parecido. Pero fui a estudiar eso.
Me hice amigo de un operador de Radio Nacional. Ahí empecé a ir a la radio a ver cómo manejaban los equipos, pasé música en Rufino (cuando era mucho más chico) y ahí fue como empecé a meter de a poquito en el ambiente del periodismo. Empecé en radio, después en un canal de cable que se llama “Campo en juego” que era una transmisión de partidos desde el campo. Hasta que dí con lo que me gustaba, que era escribir. Ahí empecé en Rosario 12, que era un suplemento local de Página 12. Empecé a escribir sobre deportes y dije “bueno esto es lo que me gusta, escribir, el deporte”, vamos a seguir por este lado. Digamos que nunca pensé en ser periodista, se fue dando. Me quedé trabajando en Rosario 12 hasta que un día participé de una beca de Clarín, que había en Buenos Aires, también de casualidad. Tenía una compañera del diario que venía de concursar esa beca y la encontré caminando por Rosario, donde me cuenta sobre eso. Bueno, me voy a anotar, dije. Mandé un Curriculum y un día me avisa un amigo de Santa Fe que estaba en la lista preseleccionado. Yo no sabía nada, trabajaba entre cheques en una oficina. Compro el diario y ahí veo que estaba en la lista.
Ahí me cambió la vida: Venir a Buenos Aires, si es que ganaba la beca. Ese día me quedé dormido, tuve que pedir prestado el auto a mi hermano (todavía tengo el boleto en la billetera, guardado como cábala). Llego a Buenos Aires, donde estaban rindiendo, en la UCA, sin saber de qué se trataba, si era una semana, o un mes…
Eran seis meses en Buenos Aires y nos pagaban un departamento. Quedo entre los seleccionados, éramos 20 y quedé en el puesto 20, ahí.
Imaginate mi universo en Rosario, un Central – Newells, y de pronto en Buenos Aires Boca, River, Selección,y en Clarín. Me encantó. Año 93/94. Esos seis meses me fueron llevando a otra cosa y estaba buenísimo. Buenos Aires, no es una ciudad que me gustaba pero fui haciendo un cambio paulatino: Rufino-Rosario-Buenos Aires y me fui adaptando. Era como jugar en primera.
Por una cuestión legal, luego de los seis meses no podíamos quedarnos, pero igual nos dijeron que nos iban a llamar en unos meses.
Aproveché ahí a hacer un viaje de mochilero a Europa, que tenía postergado y me fui. Cuando volví, hice un paso por un canal de Telefé que se llamaba Red de Noticias, era el TN de Telefé.
Ahí estuve muy poco hasta que me volvieron a llamar de Clarín.
Mi carrera periodística le hice en Clarín, 18 años viendo de todo, basket, boxeo, tenis, viajé por el mundo, una época dorada.
Pre temporada de equipo, iba. Boca hacía una gira, iba. Fue maravilloso. Hasta el 2011.
Ese año fue que escribí el libro a Palermo. Un libro me cambió la vida, no por leer, porque nunca fui buen lector, pero sí al escribirlo.
Me cambió el rumbo profesional. Estaba en Clarín, me iba bien, pero ya me estaba empezando a aburrir, a pesar que era piola el trabajo, laburar los fines de semana, ir a la cancha todos los fines de semana, llega un momento que te cansa.
Yo soy amigo del representante de Palermo, quien trabajó conmigo en Clarín, él estaba conmigo en la beca ,Gustavo Goñi, mi hermano de la vida. Fue periodista, se puso una agencia, pero después se dedicó a representar jugadores. Lo agarró a Palermo antes que otros. Cuando llegó el momento de escribir el libro de Palermo, la primera intención que tuvo el jugador fue que lo escribiera un amigo de él, que era periodista de radio. Pero le dijeron “Mirá, para escribir un libro tiene que ser alguien que sepa escribir”. Así que ahí entré yo en una lista de candidatos. Hasta que un día Palermo, en un entrenamiento de Boca, donde le hice una nota, me dice “eh vos, me vas a empezar a romper las b… desde ahora”. Le dije que no sabía de qué me hablaba, y me respondió “vos no sabés que me vas a escribir el libro mío?”. Yo no sabía nada. Ahí me enteré, para mí era un desafío, cambiar de escribir el día a día en el diario.
¿Cuánto tiempo te llevó escribirlo?
Record, acá somos así, todo para último momento. Me llamaron un 24 de diciembre de la editorial para avisarme que teníamos que arrancar cuanto antes con el libro. Palermo empezaba su última pretemporada en enero 2011, y empezamos a charlar, lo primero que le dije es que anotara todo lo que se iba acordando en un cuaderno. Fines de marzo cerramos, hasta junio que él se retiraba, así que actualizamos datos y en agosto salió a la calle.
Te decía que me cambió la vida, porque cuando hicimos la presentación de este libro, fue la prensa, salió en vivo en los noticieros, fue en un Hotel del Centro, Hyatt, creo y salió divertida. Al terminar los periodistas que estaban ahí, amigos míos, me decían “te van a llamar de la tele, vas a ver”. Yo les decía que no, casi a los 40 años…
Al mes me llamaron de TN, me preguntaron si había trabajado en tele, que me vieron en la presentación y que querían que fuera a trabajar ahí.
Es que algunas de las presentaciones de libros son un tanto aburridas, hay que hacer participar a la gente.
Esto era más el personaje. Si, en un principio se había pensado en que Pergolini condujera, pero lo iba a opacar a Palermo y el mismo Palermo dijo que no, que si no lo conocía no quería, es muy tímido, así que quiso que lo presentara quien lo escribió. Salió natural, hasta imitó a Quico, muy divertido.
¿Cuál es tu deporte favorito?
El fútbol.
No tuviste la oportunidad de entrevistar a Messi alguna vez, mano a mano ¿Qué le preguntarías?
Le preguntaría “ Cómo se hace para ser Messi y ser feliz siendo Messi”. Un tipo que tiene todo para ser feliz y vos lo ves y de a ratos pareciera que no lo es. Culpa nuestra que lo criticamos. Antes era en Argentina, ahora en Barcelona, se lo cuestiona. Así como uno de los capítulos del libro de Palermo, es “ser Palermo”.
Para mí es el tipo que más autógrafos firma y más fotos se saca en Argentina. Sea de Boca o no, Palermo aparece y la gente lo para, sea en la calle, en un avión, además es alto, se ve.
Traspasó todas las barreras y la gente se le arrima. A pesar de estar más tranquilo sigue siendo Palermo.
¿Qué jugador te dio más trabajo para entrevistar? (Pensó en los tantos que ha entrevistado, pero recordó)
Fernando Redondo era un tipo complicado para entrevistar. Difícil entrarle. O en medio de una entrevista, Romagnolli, siendo más pibe, me hizo ir a su casa, y me atendió la madre, me cebó mate, me empezó a mostrar fotos de chico, a contarme anécdotas mientras él se levantaba, y cuando vino ya no tenía qué preguntarle. La nota era porque se había tatuado a los padres y cuando apareció me preguntó: “¿Y la entrevista?. Bueno, le saqué la foto y listo, su mamá me había dicho cosas que él no me hubiera contado. Me resolvió el tema.
Estás a favor de las campañas, para que los chicos disfruten del juego y no a los insultos o agresiones. Pensás que los padres son más agresivos que los chicos cuando estos juegan?
A mí me ha pasado de levar a mis hijos, y ver la actitud de algunos padres. Agarrados del alambrado , en lugar de relajarse, disfrutar, gritarles, “dale! Corré!”. Comencé con un cartel que vi en Rufino que decía “Si quiere un campeón en la familia, entrénese, sino deje que su hijo sea feliz”. Lo subí a facebook y la gente comentó mucho.
En los bares o en la calle las discusiones sobre política reemplazan a las de fútbol. ¿Qué te genera eso?
La política fue ganando terreno en las charlas. Inclusive muchas familias o amigos dejan de juntarse porque han discutido. Al Boca- River se lo llevó la política: K o anti K.
Quienes se peleaban por fútbol ahora se pelean por política.
La gente está agresiva en el tránsito también,
Si tuvieras que escoger un mito y alguna persona que te decepcionara por alguna actitud que ha tenido, del mundo del deporte, ¿A quién elegirías?
Algunos jugadores son muy difíciles. Vuelteros, irresponsables, te dicen que si a una nota y no van. Me considero un tipo respetuoso, sin embargo he compartido concentraciones en hoteles, entrenamientos y me ha pasado que me han faltado al respeto diciendo “Sí sí, dame un segundo que subo a la habitación y en seguida lo hacemos”, y no vinieron más.
Valoro la sinceridad, prefiero que me digan que no. Pato Toranzo de Huracán, por ejemplo: lo conozco de cuando empezó y le pedía una nota, una vez y otra y otra, y no me respondía. Cuando me preguntaban qué pasaba con la nota, simple, les decía que nunca me había respondido. Por ejemplo, Franco Constanzo, que atajaba en River. Lo conocía de haber ido al Mundial de Nigeria y cuando lo encuentro en el baño del aeropuerto, lo saludo, le digo que estoy cubriendo la nota y me dice “No, no hablo con la prensa”. Era un viaje, te lo cruzás, lo saludás…
Esas cosas no las entiendo, es falta de respeto.
Todos nos conocemos en el mundo del fútbol.
Café mediante, unas fotos charlando, otras hojeando los libros, y seguimos con la charla. El sillón del cafecito era muy cómodo y Miguel se acomodaba como en su casa.
¿Pensás que las mujeres tienen menos posibilidades que los hombres en el periodismo deportivo?
En otro momento si, “uh te parece? Poner una mujer…”,pero en la época en que yo empecé. En los vestuarios vos abrías la puerta y entrabas, y estaban todos con la toallita, viste…Hoy no, hay más chances.
¿Quiénes a tu criterio, son buenas periodistas deportivas?
Angela Lerena me gusta; Luciana Rubinska, me gusta; Cecilia Franco, que estaba en Boca, y ahora en TC Sports, me gusta; si llegan ahí, es porque saben. Ya no suena tan raro escuchar a una mujer hablar de fútbol. Vero Brunatti, que era la mujer del Topo López que falleció; que era buena entrevistando.
¿Qué sugerencia le darías a un chico que recién comienza esta carrera?
Que lean mucho. Lo dice un tipo que lo leyó mucho. No soy buen lector pero es fundamental leer. Hay libros de fútbol, de basket. Los pibes no leen. Hay un desconocimiento. Todo el día con el celular. Se pueden buscar libros en internet, no es solo para chatear.
Que se dejen llevar por el instinto. Yo siempre estoy con una lapicera en la mano, al venir de la gráfica… Hoy con los teléfonos bueno, pero no es lo mismo. Lapicera y papel.
Cubriste el Mundial de clubes en Japón. ¿Qué te quedó como experiencia de eso?
Muy buena por el país en sí, porque era algo pendiente que tenía de Clarín. Nunca había podido ir . Es otro mundo. Fue un buen trabajo de Telefé. Laburamos mucho y bien, es bueno que cuando hacés una cobertura salga, y no que quede ahí porque no hay lugar. Se alinearon los planetas y nos fue muy bien. Mano a mano con Messi, para que mandara saludos para las Fiestas a los argentinos. Igual Mascherano, Dani Alves, me encantó.
¿Si bien no te gustaba leer, ahora qué tipo de literatura preferís?
Como te dije, lo hago por obligación. Me impongo leer un poco más. Me cuesta tener constancia para terminarlo. El último libro que leí, se llama “Cometas en el cielo” (The kite runner) de Khaled Hosseini, cuenta la historia de un padre y un hijo en Kabul. Me lo recomendó mi cuñada, me enganché y lo terminé. Dejé de mirar Netflix y todo.
A veces no hay tiempo, hay que trabajar, pero me gustaría leer más.
Si tenés que elegir, cuento, novela, ¿qué elegís?
Cuentos. Estoy escribiendo algunos para Planeta para un libro nuevo.
Tu cuento DEJALO SER muestra la pasión de un padre por que su hijo sea lo que él no pudo. Tan fanático puede ser un padre?
Sí, es que lo que no pudo lograr él, quiere que lo haga el hijo, es un tema de ego, y que lo salve económicamente. Tengo amigos representantes que me cuentan eso. Y cuando ven que no va se vuelven locos y cuando va, también. Ahora hay unas reglas básicas en los clubes de dejar que los padres permitan a sus hijos que se diviertan.
Hablanos de tu nuevo libro. ¿Cómo surge la biografía de Baldassi?
Fue parecido a lo de Palermo. No fue una idea mía sino un convenio entre el protagonista y la editorial. Como yo había escrito el de Palermo y en la editorial me conocían, y sabían de mi relación de Baldassi. Hicimos encuentros con Baldassi, que ahora es Diputado por Córdoba, lo fui a ver cerca de Congreso una o dos veces a la semana. Baldassi nunca fue un tipo polémico. No es un libro polémico, no es un tipo que tenga muchos secretos para una biografía. Son anécdotas como árbitro, después de Elizondo vino Baldassi y después ya o hubo otro árbitro que tuviera en consenso general del mundo del fútbol.
Si bien el de Palermo fue difícil, por tener que meter toda una vida en un libro, este no era fácil en cuanto a trasladar su chispa cordobesa a un texto, pero le encontramos la vuelta. Lo dividimos en 17 capítulos, porque el reglamento de fútbol tiene 17 reglas. Ese fue trabajo mío.
Por ejemplo, donde se habla de la pelota, es un capítulo. Todo lo que le ha pasado con eso, va en ese capítulo (pelotas que le regalaron, pelotazos).
Salió ahora, pero es más divertido escucharlo a él. Pasa en este tipo de biografías que te cuentan mejores cosas quienes están alrededor de él que él mismo. A veces no recuerdan todas las vivencias. Por ejemplo, Palermo no sabía que había tenido un abuelo goleador, y se lo dije yo, por haber hablado con el padre.
Con Baldassi, lo mismo, fundamental escuchar las anécdotas desde otro lado. Uno de los líneas de Baldassi, Maidana, me contaba que en unos de los viajes, era el que le manejaba un poco el tema del inglés, y las anécdotas de él hablando inglés con el tonito cordobés son imperdibles. Llegaba a casa y cuando escribía lloraba de la risa.
¿Te gusta el rally? Has manejado un auto de Rally para el noticiero.
No tanto, nunca fui muy fierrero. Lo que me gustó es que Telefé noticias no es muy deportivo, entonces cuando una marca presentó su auto, le buscamos la vuelta para que a la gente y a los productores le interesen las notas de deportes, la nota de color.
El público no espera el análisis del deporte, para eso te v as a un canal de deportes. Por ejemplo la cobertura en Japón, era ver un hincha de River viajando en el tren bala, más allá de cubrir a River.
Telefé es un ambiente muy distendido.
¿En música, qué te gusta?
Me gusta todo, todo. En el auto puedo tener desde un cd de Cacho Castaña, cantando tangos hasta uno de One Direction (por mis hijos), rock nacional, de todo un poco. El folklore: cuando fuimos al Dakar en verano, nos llevaron en Salta a una peña en La casona del molino, no sabés lo que era eso. Guitarreada, comiendo asado…si fuera por mí, una vez por semana lo haría. Te emociona.
Cuando estás afuera del país, por ejemplo ( ahora con internet no es igual que antes, estás afuera pero estás acá), pero me ha pasado en ese viaje de mochilero que hice, pasar por Alemania , año 92/93 y estaban escuchando unos argentinos un cassette VHS de Mercedes Sosa que había grabado en Alemania y estaban todos llorando. Lo mismo ahora en el campo, tienen internet, cambió mucho.
Uno de los momentos más emotivos que viví afuera fue al escuchar el himno. Ahora que lo cantan está bueno. En el 98 dirigía Pasarella, y en Israel, pusieron el himno y la gente lloraba. Estás tan lejos…
Como resumen, tu opinión acerca del periodismo
El periodismo verdadero es el gráfico. Es más fácil pasar del periodismo gráfico a la radio y a la tele que al revés. A quienes están en tele que han pasado por la gráfica les va bien. El periodismo deportivo no tiene una pelota en la cabeza, hay que saber, de todo y leer mucho.
¡Muchas gracias Miguel!
Silvia M. Vázquez
Reportero gráfico: Nacho Navas
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