La entrevista surgió de la invitación del cantante de música española, Ariel Zamora, para leer uno de los cuentos de mi libro "Rocío de Palabras",y se transformó en un agradable encuentro en una mesa de libros, música y consejos.
Estuvo presente , hablando sobre legales, una sra abogada y los músicos de "Volcadores" tocaron el acústico su nuevo corte del CD que será presentado en The Roxy el mes próximo.
Muy amena la charla, muy cómoda me sentí en el grupo. Agradezco a toda esa maravillosa gente que me ha escuchado y ha llamado por teléfono para dejar mensajes.
Queda abierta una nueva invitación, que seguramente será pronto, y la que acepté encantada.
Los abuelos
Las sienes blancas,
moros los ojos,
surcos en sus
rostros:
vida muy vivida
en sus años mozos.
Hoy ya sus manos
acunan los
recuerdos
de amores
juveniles,
de fiestas en los
pueblos.
Sus
piernas ya cansadas
transitan lentas
tierras lejanas...
Jamás olvidarán
su amada España,
ese ancho mar
que hoy separa
su cuna de madera
de una ancha cama.
Recorren con la
vista
como si fueran
fotos
cada día pasado
que alegra su
rostro.
Y aún esas manos
ásperas de tierra
fértil
cultivan semillas
y riegan simientes
que con orgullo
muestran
a los nietos
que vienen.
Dios te bendiga
abuelo,
que me diste pasión,
por esa tierra
madre
a la que tanto amo
yo.
Silvia
NIEBLAS
ResponderEliminarComo fuego ante humo espeso
que engendra el buen carbón:
Niebla, alma de tibio frío
que aroma un prado en flor.
De pronto añoro la niebla
que ocultaba el pinar,
la extraño porque ella vaga
en la tierra natal.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.
Bajo ese manto de enigmas
no se quien andará
y cuando vuelva a los montes
llevaré este cantar.
¡Ay¡ amiga del misterio
¿Quién pudiera encontrar?.
El camino entre la bruma
que me lleve a Carral.
La añoranza de los tojos
nombra el río y el mar.
Lleva distancia en los ojos,
y ha compuesto un cantar.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal,
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.
NIEBLAS
ResponderEliminarComo fuego ante humo espeso
que engendra el buen carbón:
Niebla, alma de tibio frío
que aroma un prado en flor.
De pronto añoro la niebla
que ocultaba el pinar,
la extraño porque ella vaga
en la tierra natal.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.
Bajo ese manto de enigmas
no se quien andará
y cuando vuelva a los montes
llevaré este cantar.
¡Ay¡ amiga del misterio
¿Quién pudiera encontrar?.
El camino entre la bruma
que me lleve a Carral.
La añoranza de los tojos
nombra el río y el mar.
Lleva distancia en los ojos,
y ha compuesto un cantar.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal,
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.
NIEBLAS
ResponderEliminarComo fuego ante humo espeso
que engendra el buen carbón:
Niebla, alma de tibio frío
que aroma un prado en flor.
De pronto añoro la niebla
que ocultaba el pinar,
la extraño porque ella vaga
en la tierra natal.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.
Bajo ese manto de enigmas
no se quien andará
y cuando vuelva a los montes
llevaré este cantar.
¡Ay¡ amiga del misterio
¿Quién pudiera encontrar?.
El camino entre la bruma
que me lleve a Carral.
La añoranza de los tojos
nombra el río y el mar.
Lleva distancia en los ojos,
y ha compuesto un cantar.
¡Ay¡ neblinas del terruño
raíces del robledal,
que en pupilas del galaico
parecen lagrimear.