miércoles, 6 de abril de 2016

RELATO: Tu nieto y vos

Tu nieto y vos



Me lo contaron, sabés? No se quien ,pero me lo contaron. Yo sabía que de alguna parte venía la vena futbolera de mi hijo menor. Parece que tiene atada la pelota a los pies. Es cierto! Y mirá de dónde venía… del abuelo¿ Qué tal?
Ahí comenzamos a hilar historias hasta que supimos cómo venía a mano. Y la mano venía por ahí. Hoy tu nieto es DT, de chicos viste? Pero DT. No sabemos si algún día será famoso, pero por lo menos sabemos que logró uno de las cosas que se propuso. Casi se iba por el lado del periodismo deportivo, pero no, se quedó con eso. Y mirá vos, fue de vos de quien heredó esos genes futboleros.
Nos contaron así nomás, pero algo sabemos. Te habían llamado para jugar en Chacarita cuando tenías 17 ó 18 años, más o menos.
Tu cara cuando te dijeron que ibas a jugar en Chaca! Chaca! Que tal? Chaca era el barrio, los pibes, la esquina,. Chaca era el club donde soñaban entrar todos los que amaban la pelota. Eras la envidia de la cuadra. Entrar en Chaca… Se te dio!
Preparaste todo aquel día, como cuando esperabas a los Reyes lustrando los zapatos. Se te había dado la gran oportunidad. Los sueños se estaban haciendo realidad.
Y eras bueno, eso decían, bueno, rápido, ágil. El único hombre entre una familia de hermanas mujeres. Qué tal? Entrabas en Chaca, a jugar!
Siempre tuviste una enorme sonrisa, pero la de aquella vez era más grande. Hasta mostrabas los dientes. Y si, no era una pavada.
En 1927 Chaca llegó al primer puesto del campeonato invicto con cuatro empates. Fusionado en el fútbol porteño las Asociaciones Argentina y Amateurs Chacarita mantuvo buenas campañas hasta los sucesos de 1930 que darían inicio a la era del profesionalismo en el país. Y ahí entraste vos, por el 36.
Jugaste poco, eso si, pero bueno, a veces las cosas que valen la pena duran menos. ¿Por qué maldita coincidencia vino aquella patada en la rodilla que te quebró, no solo la rodilla sino la carrera?
¿Será por eso que Chaca descendió en el 40 por primera vez? Seguro te extrañaban, aunque ya habían pasado un par de años que no estabas ahí, entre los once.
Y bueno, tal vez tenía que ser así. Pero quedate tranquilo, que alguien se va a ocupar de que el fútbol tenga otra vez tu nombre brillando. Aunque no sea pateando una pelota, pero está. Quien dice, con los años, tu apellido vibre en las canchas o algún cantito te recuerde.
Eso sí, no es de Chaca, aunque vive en San Martín, pero bueno, no es importante porque es DEL FUTBOL, de la pelota, de los partidos de locales, de gritar, de llorar, de enojarse, de sentir la camiseta como nadie.
No es de Chaca, pero lleva tu apellido, el mismo que recorrió hace muchísimos años el pasto verde de Chaca, aquella que no estaba en San Martín todavía.

Su cara cuando comenzó a dirigir, era impagable, aunque más no fuera como ayudante en un club de barrio. Creo que la misma cara que pusiste vos, aquella vez que te llamaron para jugar en Chaca. 

Silvia

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