El motivo
No. No exagero. Créame.
Ella dice: "sos fatal" y yo me enciendo. Si. Que quiere que haga. Me transformo. Quedo convertido en amor baboso. Me aturde de placer. Me impregna. Me inmoviliza. No pienso. No puedo pensar si ella me dice esas dos palabras. Me va estupidizando cuando dice: "sos fatal" con ese sonido ronco de su voz. Que suena como un dulce veneno. Es como esos vinos que a uno le van pegando de a poco. Que no solo te emborrachan. Sino que además te van dejando sin aire. Y te van quitando la vida.
No. Créame. Mire si voy a exagerar.
Hace meses que lo hace ese tenue murmullo de su voz trae imágenes, fotografías mentales que no envejecen. Desnudeces. Figuras eróticas que me atormentan. Me inutilizan. No soy más quien era. No soy. Si. Y no me miré así.
Ella toma las riendas. Decide todo. Decide por mi. Decide todo lo que se hace Y lo que no se hace. Lo que decimos. Lo que no se dice. Yo fatal?. Míreme. No Es cierto que yo sea fatal. Pero ella sigue. Me vuelve a embriaga con un "sos fatal". Y me saca loco. Por eso . No me queda más que matarla. Para que de su garganta no salga más ese sonido. Si. No me miré así. Es ella o soy yo. Tal vez así vuelva a ser lo que soy. El que quiero ser. Es sencillo. Vea.
Se la toma del cuello y se va apretando. No hay que dejar de apretar. Lo que no queremos es que vuelva a decir "sos fatal". Me explico?. Y se aprieta. Se apreta con todas las fuerzas. Si. Porque ella se defiende. Pero no puede. Así. Muy lentamente se aprieta. Hasta que quede así. Como ahora. Con la cabeza hacia atrás. Con esa mueca de sonrisa como cuando dice "sos fatal".
Me explico ahora. Eh?.
¿O voy de nuevo?
Rubén
psico/escriba
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