Es un lugar declarado monumento Histórico Nacional, Casa del Escritor Ricardo Güiraldes y Viejo Fogón de Don Segundo Sombra. Está ubicada en San Antonio de Areco, a tan sólo 115 kms de la ciudad de Buenos Aires
En auto desde Bs. As. por autopista Panamericana, acceso norte Ramal Pilar, luego continuar por la Ruta Nacional Nº 8 hasta el kilómetro 110 (rotonda Ruta N°41). Doblar por la misma a la derecha y a los 3kms nuevamente doblar a la derecha por el cartel que dice La Porteña, encontrando un camino entoscado, y recorrer 3.5 kms más hasta el final del camino.
En bus: Desde la Terminal de ómnibus de Retiro, Empresa
Nueva Chevallier -
La estancia se llama así en homenaje a la locomotora que
cubrió en el año de 1857, el trayecto de Plaza Lavalle – Floresta en la Ciudad
de Buenos Aires, su nombre ¨La Porteña¨ proviene de Don Manuel J. Guerrico, su
dueño desde el año 1822, habiendo sido él uno de los principales propulsores
del primer ferrocarril que circuló en la Argentina.
En el año 1876, a la muerte de Don Manuel J. Guerrico, la
estancia fue heredada por su hija Mercedes, casada con el Sr. José Antonio
Güiraldes. Con el pasar de los años, su hijo mayor Don Manuel José del Sagrado
Corazón Güiraldes heredó el amor por el Pago de Areco, La Estancia ¨La
Porteña¨y las tradiciones del campo argentino. Casado con la Sra. Dolores Goñi
tuvieron dos hijos Manuel José y Ricardo Güiraldes.
“La Porteña” declarada Monumento Histórico Nacional (decreto
1305/1999), con más de 180 años de antigüedad, resalta intacta la conservación
arquitectónica de estilo criollo argentino y anchas paredes asentadas en adobe;
instalaciones que más adelante dieron lugar a la filmación de la película Don
Segundo Sombra.
Vista desde la habitación de Güiraldes |
Escritorio |
Muchas personas ilustres de la Cultura y las Artes, pasaron
agradables temporadas en ¨La Porteña¨: Jorge Luis Borges, Carlos Gardel,
Victoria Ocampo, el Conde Keysserling, Rabindranath Tagore, Garry Kimovich
Kasparov y Pedro Figari entre otros, pudieron compartir la hospitalidad de la
familia Güiraldes.
Todos los aromas y sabores autóctonos de nuestra región están
presentes en la estancia,además de la cordialidad de Erika, Martín, y Diame que
cocina como los dioses esas empanadas que sirven ni bien se ingresa al campo. N
hablar del asado hecho en el mítico fogón…
La Estancia evoca ambiente de época, donde el escritor
Ricardo Güiraldes (1886-1927), escribió su obra cumbre "Don Segundo
Sombra".
Elegida por Traveler's Life List by Patricia Schultz en su
libro "1,000 places to see before you die", ("1.000 lugares para
ver antes de morir") considerado por el New York Times como el #1 best
seller.
Declarada Monumento Histórico Nacional por su conservación
intacta arquitectónica de estilo criollo argentino y anchas paredes asentadas
en adobe.
"Cuando el forastero harto de camino ponga en tu
población su mirada como un cuerpo sobre los pabellones del recado tendido en
el campo, espéralo más allá del umbral de tu casa chata y fresca y ofrécele tu
mano como un pregusto de abrigo"
Ricardo Güiraldes
Pueden pernoctar en el lugar, y los huéspedes se remontaran
al pasado gauchesco y a la casa de Ricardo Güiraldes, disfrutando de la vida de
campo, tranquilidad y comodidad
Encontrarán diferentes tipos de casas, para que puedan
elegir las habitaciones adaptándose a las preferencias de cada húesped.
Cuatro Habitaciones con baño en suite, confortables camas
king size o doble. Amplias habitaciones con chimenea y calefaccionadas.
Los huéspedes podrán elegir entre los siguientes
dormitorios, haciendo referencia a las obras realizadas por el escritor:
Ricardo Güiraldes y el Rincón del Poeta.
¨Don Segundo Sombra¨.
¨El Cencerro de Cristal¨.
¨El Sendero¨.
Al salir de la Casa Grande se abre una pérgola semi octagonal, con un juego de muebles de jardín de época.
Pueden elegir también un Día de Campo, que comprende las
siguientes actividades:
Recepción: Empanadas típicas arequeras con el auténtico
sabor criollo y bebidas (vino de bodegas Argentinas, cerveza, gaseosas y agua).
Almuerzo: Asado criollo acompañado con diversidad de ensaladas, verduras a la parrilla, postre y cafecito. Incluye bebidas (vino, cerveza, gaseosas y agua).
Empanadas |
Hora del Té /Mateada: Café, té y mate. Diversidad de Tortas,
alfajorcitos y pastelitos caseros.
La Porteña ofrece pasar el día de campo inolvidable lleno de
folclor y tradición. De esta manera sus visitantes observarán sus variados
paisajes, conocerán la vida de campo, sonidos, sabores y aromas .
Pueden hacer el recorrido por el Casco Histórico de la
Estancia, dormitorio de Ricardo Güiraldes y su escritorio ¨El Rincón del
Poeta¨.
Cabalgatas guiadas, paseos en Carruaje, guitarreada
folklórica, pileta/piscina (en temporada).
Hay un pequeño playroom con chimenea, cuenta con TV plasma,
pool, ping-pong, juegos de mesa, metegol y cancha de bochas.
Para los chicos: arenero, hamacas, tobogán, casita para
jugar, y actividades.
Cuenta con servicio de Wi Fi en zona común.
En el casco, se encuentran lugares paradigmáticos como:
El Escritorio y el dormitorio del escritor Ricardo
Güiraldes.
El fogón: donde se ilumina la noche y acostumbraban tomar
mate los gauchos.
Corral de palo pique: construido en postes de ñandubay,
lugar donde se realizaba la yerra y doma de caballos.
Parque diseñado por el reconocido paisajista francés Charles
Thays, con árboles de más de 150 años traídos de todos los confines de la
tierra.
Actualmente todavía permanece en pie el Cedro Grande bajo el
cual al autor solía sentarse y escribir bajo el árbol a continuar inspirádonse.
Entre otros lugares, el Aljibe donde arrojó las primeras
ediciones de sus libros ¨El cencerro de cristal¨ y ¨Cuentos de muerte y
sangre¨, desalentado por la crítica adversa que éstos recibieron. De allí
fueron rescatados por su familia – que creía en su talento- y con el tiempo
pasaron a ser libros de colección.
Vale la pena acercarse a este lugar , donde los pájaros y el
sonido de la brisa son los protagonistas.
Río Areco |
Museo Ricardo Güiraldes y La Blanqueada( pulpería) |
Parroquia San Antonio de Padua |
Y al regreso, paso obligado por San Antonio de Areco, una ciudad campera y con edificaciones antiguas, con mucha cordialidad en su gente y en sus espacios.
©SilviaVázquez
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