QUE ES UN MICRORELATO?
Un microrrelato o microficción es un texto narrativo breve
que cuenta una historia de manera concisa, sugerente y precisa. Se caracteriza
por condensar en pocas frases un relato que genere impacto en el lector.
El microrrelato se diferencia de otros tipos de textos
narrativos en que:
No es un resumen de un cuento más largo
No se vale del esquema narrativo de nudo, desarrollo y
desenlace
Requiere de una elegancia narrativa
Se vale de la economía narrativa, la precisión lingüística y
la elipsis
Se centra en uno o dos protagonistas y en una sola acción
Se debe evitar los tópicos, los comienzos trillados y los
personajes comunes
El término microrrelato fue utilizado por primera vez en
1977 por el mexicano José Emilio Pacheco. Otros términos para referirse a este
género son minicuento, minificción, cuento brevísimo o hiperbreve.
Quince microrrelatos famosos
LA OVEJA NEGRA - AUGUSTO MONTERROSO
En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.
Fue fusilada. Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua
ecuestre que quedó muy bien en el parque. Así, en lo sucesivo, cada vez que
aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las
futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse
también en la escultura.
UN SUEÑO - JORGE LUIS BORGES
En un desierto lugar del Irán hay una no muy alta torre de
piedra, sin puerta ni ventana. En la única habitación (cuyo piso es de tierra y
que tiene la forma de círculo) hay una mesa de maderas y un banco. En esa celda
circular, un hombre que se parece a mi escribe en caracteres que no comprendo
un largo poema sobre un hombre que en otra celda circular escribe un poema
sobre un hombre que en otra celda circular...El proceso no tiene fin y nadie
podrá leer lo que los prisioneros escriben.
EL POZO - LUIS MATEO DÍEZ
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue
una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia
de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día
de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero
descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. "Este es un
mundo como otro cualquiera", decía el mensaje.
HABLABA Y HABLABA - MAX AUB
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y
hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella
criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde
estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo
mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses.
Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si
esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para
que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las
palabras por dentro.
LA MANO - RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA
El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió
estrangulado. Nadie había entrado en la casa, indudablemente nadie, y aunque el
doctor dormía con el balcón abierto, por higiene, era tan alto su piso que no
era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino. La policía no
encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la
esposa y la criada del muerto acudieron despavoridas a la Jefatura. Saltando de
lo alto de un armario había caído sobre la mesa, las había mirado, las había
visto, y después había huido por la habitación, una mano solitaria y viva como
una araña. Allí la habían dejado encerrada con llave en el cuarto.
Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber.
Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo,
porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre
fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo
sentenciarla? ¿De quién era aquella mano? Después de una larga pausa, al juez
se le ocurrió darle la pluma para que declarase por escrito. La mano entonces
escribió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el
hospital y destrozado con ensañamiento en la sala de disección. He hecho
justicia».
CARTA DEL ENAMORADO - JUAN JOSÉ MILLÁS
Hay novelas que aun sin ser largas no logran comenzar de
verdad hasta la página 50 o la 60. A algunas vidas les sucede lo mismo. Por eso
no me he matado antes, señor juez.
LA MUERTE EN SAMARRA - GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (Adaptación)
El criado llega aterrorizado a casa de su amo.
-Señor -dice- he visto a la Muerte en el mercado y me ha
hecho una señal de amenaza.
El amo le da un caballo y dinero, y le dice:
-Huye a Samarra.
El criado huye. Esa tarde, temprano, el señor se encuentra
la Muerte en el mercado.
-Esta mañana le hiciste a mi criado una señal de amenaza
-dice.
-No era de amenaza -responde la Muerte- sino de sorpresa.
Porque lo veía ahí, tan lejos de Samarra, y esta misma tarde tengo que
recogerlo allá.
LA MANZANA - ANA MARÍA SHUA
La flecha disparada por la ballesta precisa de Guillermo
Tell parte en dos la manzana que está a punto de caer sobre la cabeza de
Newton. Eva toma una mitad y le ofrece la otra a su consorte para regocijo de
la serpiente. Es así como nunca llega a formularse la ley de gravedad.
EL EMPERADOR DE CHINA - MARCO DENEVI
Cuando el emperador Wu Ti murió en su vasto lecho, en lo más
profundo del palacio imperial, nadie se dio cuenta. Todos estaban demasiado
ocupados en obedecer sus órdenes. El único que lo supo fue Wang Mang, el primer
ministro, hombre ambicioso que aspiraba al trono. No dijo nada y ocultó el
cadáver. Transcurrió un año de increíble prosperidad para el imperio. Hasta
que, por fin, Wang Mang mostró al pueblo el esqueleto pelado, del difunto
emperador. ¿Veis? -dijo - Durante un año un muerto se sentó en el trono. Y
quien realmente gobernó fui yo. Merezco ser el emperador.
El pueblo, complacido, lo sentó en el trono y luego lo mató,
para que fuese tan perfecto como su predecesor y la prosperidad del imperio
continuase.
CALIDAD Y CANTIDAD - ALEJANDRO JODOROWSKY
No se enamoró de ella, sino de su sombra. La iba a visitar
al alba, cuando su amada era más larga
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO - JOSÉ LEANDRO URBINA
Mientras el sargento interrogaba a su madre y su hermana, el
capitán se llevó al niño, de una mano, a la otra pieza...
- ¿Dónde está tu padre? - preguntó
- Está en el cielo - susurró él.
- ¿Cómo? ¿Ha muerto? - preguntó asombrado el capitán.
- No - dijo el niño -. Todas las noches baja del cielo a
comer con nosotros. El capitán alzó la vista y descubrió la puertecilla que
daba al entretecho.
AMENAZAS - WILLIAM OSPINA
-Te devoraré -dijo la pantera.
-Peor para ti -dijo la espada.
ESTE TIPO ES UNA MINA - LUISA VALENZUELA
No sabemos si fue a causa de su corazón de oro, de su salud
de hierro, de su temple de acero o de sus cabellos de plata. El hecho es que
finalmente lo expropió el gobierno y lo está explotando. Como a todos nosotros.
LA VERDAD SOBRE SANCHO PANZA - FRANK KAFKA
Sancho Panza, que por lo demás nunca se jactó de ello,
logró, con el correr de los años, mediante la composición de una cantidad de
novelas de caballería y de bandoleros, en horas del atardecer y de la noche,
apartar a tal punto de sí a su demonio, al que luego dio el nombre de Don
Quijote, que éste se lanzó irrefrenablemente a las más locas aventuras, las
cuales empero, por falta de un objeto predeterminado, y que precisamente
hubiese debido ser Sancho Panza, no hicieron daño a nadie.
Sancho Panza, hombre libre, siguió impasible, quizás en
razón de un cierto sentido de la responsabilidad, a Don Quijote en sus
andanzas, alcanzando con ello un grande y útil esparcimiento hasta su fin.
(SIN TÍTULO) - GABRIEL JIMÉNEZ EMAN
Aquel hombre era invisible, pero nadie se percató de ello.
(recopilado por S. Vázquez)
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