viernes, 12 de septiembre de 2025

Colaboraciones: Mirta Serrano: Tiempos idos

 Tiempos idos


Los viejos libros nos cuentan las historias de abuelos. Ellos se entretenían jugando a

sencillos juguetes de lata. Cuya humanidad era de versión durable.

Aún se pueden encontrar en casa familiares o locales de antigüedades esos juguetes de

excelente calidad.

Luego cuando llegamos nosotros, década de los 70 el plástico hizo historia. Tacitas de

café para niñas y muñecos plásticos y autos para niños. Todos los niños compartían juegos.

No impedía el sexo jugar .Nadie llamada la atención y no había defensas de no toque ese

juguete que es de nena , si el que quería jugar era un niño- .No importaba cambiar los

juguetes y compartir esas criaturas la belleza de esos ratos inolvidables. Durante horas!

En la crianza de mis niños infinidad de juguetes de toda índole: plásticos, de colección de

locales de comidas rápidas. De lata y muchas infinidad de materiales. Algunos de buen

material y otros rompibles para el olvido.

Hoy en día, la tecnología hizo estragos. Ha llegado para quedarse. Te enseña la conexión

y comunicación rápida. Pero a su vez aleja a los niños de libros. Y de otros juegos.

Las criaturas, sabias cabezas pensantes y activas saben usar esos aparatitos que llevan en

sus juegos horas de distanciarse de otras actividades. Lejos han quedado las épocas que

debíamos buscar las investigaciones para las tareas escolares, en bibliotecas.

Jamás hubiéramos pensado en eso de que abrir varias pantallas en operativos de

celulares y otros nombres extraños a los teléfonos en ese pasado de inocente juego.

Cuando hablar por teléfono era por un discado con seseo y tanta historia romántica detrás

de un número de 7 cifras.



¿Caminar por la calle hablando sola? ¿ un cable que me conecte con otro? ¿Mirar una

película en un aparato diminuto?

Si uno ve viejas películas te hablan de cuando en el año 2000 una serie de elementos nos

harían vernos maquinariamente en un espacio de ciencia. Volar por alturas. Y otras ideas

extrañas.

Creo que ni Julio Verne se imagino en su estado más lírico de escritura, que viviríamos

un tiempo de tanto futurismo.

Sigo creyendo que para algunas cosas el celular acerca. En los tiempos que corren ubicar

a un pariente. Pero que eso no impida darle a nuestros niños una infancia de juegos,

lectura y sobretodo mucha conversación y amor.


©Mirta Serrano

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