La Comisión de la memoria de la localidad de Billinghurst realizó un homenaje a Rafael Antonio Ferrada, desaparecido en el mismo barrio.La plaza de Billinghurst se colmó de asistentes el día sábado 30 de agosto
Descripción del caso
Debemos ahora referirnos al secuestro de Rafael Antonio Ferrada, acaecido en la Provincia de Buenos Aires el 4 de agosto de 1976.
De nacionalidad chilena, Ferrada se asentó en la Argentina en dos oportunidades, residiendo un total de 15 años; aquí formó su matrimonio y nacieron sus dos hijos.
En Chile perteneció al Partido Demócrata Cristiano y desarrolló actividad política en el plano sindical. A raíz de esta actividad, tras el golpe de Estado de 1973, perdió su trabajo y debió migrar en 1974 con su familia nuevamente a la Argentina.
Se asentó en la localidad de San Martín, Provincia de Buenos Aires y retomó su actividad política desde el Partido Peronista Auténtico, desplegando también actividad sindical en la fábrica Bermatex S.R.L., donde trabajaba al momento de los hechos. Para ese entonces, tenía 49 años.
Durante este debate se probó que Rafael Antonio Ferrada fue privado ilegítimamente de su libertad el 4 de agosto de 1976, aproximadamente a las 00:30 hs., en su domicilio Lavalle 4821, localidad Billinghurst, Partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires, por un grupo conformado por 5 o 6 personas portando armas cortas y largas; y vestidos con pasamontañas, pantalón y botas militares, quienes además de llevárselo violentamente, sustrajeron diversos objetos del inmueble, como ser cuchillos, cañas de pescar, rieles, anillos, relojes y un revólver, además de la suma de diez mil pesos. Además de Rafael, en ese momento se encontraban también en el inmueble su cónyuge Mercedes Bolomey y sus hijos Rosa e Iván.
El grupo que secuestró a Ferrada estaba comandado por un hombre de tez blanca, bigotes finos, ojos claros, de estatura aproximada un metro setenta y pico y de 30 años de edad uniformado con pantalón y chaleco militar; a diferencia del resto, no tenía cubierto el rostro. Como parte del procedimiento, en la calle se encontraban dos autos, un Ford y un Peugeot, y en la esquina un camión del ejército con soldados.
Se ha probado que el secuestro ocurrió en la jurisdicción del Área 430, a cargo del entonces Director de la Escuela de Caballería, Rodolfo Emilio Feroglio, correspondiente a la Zona IV del Comando de Institutos Militares, a cargo de Santiago Omar Riveros.
También se ha acreditado que luego del secuestro Iván, hijo mayor de Rafael Ferrada, se dirigió a la casa de “Coco”, de nombre Domingo Hermelindo García. Coco era compañero de su padre. Juntos concurrieron a la comisaría de la zona, donde el subcomisario informó a García que no había ninguna detención reportada y que se quedara tranquilo, que a él no le sucedería nada. Pese a la denuncia, ningún móvil de la policía local se presentó posteriormente en la casa de la familia Ferrada para hacer constataciones.
Pocas horas más tarde, al regresar García a su domicilio, pudo ver que la cerradura había sido forzada y se encontraba todo revuelto en el interior. Días posteriores, García fue secuestrado en circunstancias similares a las de Ferrada, encontrándose hasta la actualidad desaparecido. Este hecho es objeto de investigación en la causa n° 2662 que tramita ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín, Provincia de Buenos Aires.
La familia de Rafael Antonio Ferrada inició inmediatamente su búsqueda, al punto que Iván debió aprender a redactar escritos de habeas corpus para poder presentar uno en favor de su padre. Rafael Antonio Ferrada, hasta la fecha, permanece desaparecido. Su esposa Mercedes Bolomey falleció dos años después del secuestro, sin saber que casi cuatro décadas después se estaría intentando hacer justicia por él.
Prueba
Estos hechos se encuentran acreditados, en primer lugar, por el testimonio de Iván Gilberto Ferrada, prestado durante la audiencia de debate. Iván dio cuenta de la participación política de su padre en Chile, los motivos por los cuales debieron migrar a la Argentina, su actividad laboral y sindical en este país y de su acercamiento al Partido Peronista Auténtico a través de su amigo Domingo “Coco” García.
Especialmente sobre lo ocurrido a su padre, Iván Ferrada sostuvo que el domicilio familiar se encontraba aproximadamente a un kilómetro de la guarnición militar Campo de Mayo, dando esenciales detalles de la forma en que se produjo el secuestro que él mismo presenció: cómo estaba conformado el grupo militar que intervino, las características del que lo comandaba a cara descubierta y parte de los objetos que fueron ilegítimamente apoderados. Incluso, destacó cómo su hermana quedó en otra habitación de la casa mientras él y sus padres fueron mantenidos juntos; también cómo los captores preguntaron a Rafael Ferrada si a él le decían “el chileno” y que, si bien Rafael les ofreció su documentación para que lo identificaran, le respondieron que a donde iba no la necesitaba. Dio cuenta, además, de que por el testimonio de vecinos conocieron las características de los vehículos que formaron parte del operativo y la presencia de un camión militar con soldados parado en la esquina. También explicó todo lo hecho para intentar dar con el paradero de su padre: presentación de habeas corpus, visitas a unidades militares, entre ellas, al Liceo Militar, es decir, a Campo de Mayo; y al Consulado Chileno, donde le refirieron que era un asunto argentino.
En este sentido, fue incorporado al debate el expediente de habeas corpus n° 28.099 que interpuso a su favor, donde no solamente se relata lo acaecido, sino que además se destacó que trabajaba en la empresa Bermatex S.R.L. Pero ese documento no es la única constancia que corrobora sus afirmaciones.
Por ejemplo y dentro del legajo CONADEP de Rafael Antonio Ferrada, N° 8231, se encuentra una breve nota manuscrita por Mercedes Bolomey, donde deja constancia que su esposo fue obrero textil, delegado de fábrica y que fue secuestrado desde su domicilio particular. Documento 1.
A mayor abundamiento, según la ficha D.I.P.B.A. correspondiente a Rafael Antonio Ferrada, Mesa DS, Legajo N° 6265, bajo el título de “secreto”, puede leerse una descripción del operativo, en el que seis personas intervinieron y que Rafael fue llevado con rumbo desconocido. Incluso, se hace referencia al arma y a la suma de dinero robada del inmueble. Documento 2.
Recordemos, finalmente, que Iván Ferrada refirió que, luego del secuestro de su padre, Domingo “Coco” García lo acompaño a la Comisaría y que, al regresar, García comprobó como en ese lapso su domicilio había sido violentado y cómo, a los pocos días, García también fue secuestrado.
El propio Iván Ferrada aportó el escrito de interposición de habeas corpus por él manuscrito pero firmado por la esposa de García, Zulma Trinidad Juárez, tendiente a conocer su destino tras su secuestro el 25 de agosto.
Resulta claro que las desapariciones de Ferrada y de García se encuentran relacionadas En este sentido y además de la concatenación de los hechos descriptos, la conexión se encuentra corroborada también por los documentos remitidos del acervo documental de la ex D.I.P.B.A., en donde figuran constancias de solicitud de antecedentes donde ambos son mencionados.
Nunca se dio respuesta sobre el paradero de Rafael Antonio Ferrada. Por su privación ilegítima de la libertad, acusamos a Rodolfo Emilio Feroglio y a Santiago Omar Riveros.
EL ESCRITOR SERGIO GARCÍA, LEYÓ UN ESCRITO DE SU AUTORíA AL PUBLICO Y ENTRE ELLOS ESTABA EL HIJO DEL SR FERRADA:
Con una voz que es apenas un susurro
Soy Rafael Antonio Ferrada, con una voz que es
apenas un susurro, desperté de la ausencia que me envolvió durante tanto
tiempo. Pero es mi voz. Me encuentro en un lugar donde la memoria es todo lo
que queda. Pero yo quiero hablar, quiero contar. Quiero que sepan que la lucha
continua, la memoria sigue viva. Aunque yo ya no este mi historia no termino
conmigo. Y que en ese recuerdo, hay una esperanza, una luz en la oscuridad.
Viví en una época donde la sombra de la
dictadura se extendía en cada calle, sobre cada casa, sobre cada palabra que
intentaba ser libre.
Eran años de represión, de miedo, de silencios
obligados. Nunca me quedé callado, levante la voz por quienes no podían
hacerlo.
Mi desaparición no solo fue un acto de
violencia, sino también un acto de silencio. Fue un grito ahogado que se sumó a
tantos otros.
Nos arrancaron de nuestras familias, de nuestros
amigos. Querían borrarnos, pero no lo lograron.
Hoy, desde ésta memoria colectiva, que se niega
a olvidar, mi voz vuelve.
No para hablar de muerte, sino de vida, no para
hablar de derrota, sino de dignidad.
Porque sé que mientras haya alguien que
recuerde, mientras alguien diga nuestros nombres, la oscuridad no podrá apagar
la luz.
Aquí a mi lado está mi hermano de camino Domingo
García.
El también conoció la noche del silencio, sé que
su nombre brilla como el mío en ésta memoria.
No pudieron separarnos ni con la ausencia,
porque seguimos vivos en ustedes.
Los vemos, los escuchamos, y los siguimos en
cada paso que dan, en cada marcha, en cada nombre que no se deja caer en el
olvido.
Aquí con Domingo
los escuchamos decir una frase que en vida nunca conocimos. Suena como un eco
nuevo y a su vez eterno “NUNCA MÁS”.
Y nos gusta, porque en esas dos palabras, cabe
todo lo que soñamos, NUNCA MÁS, al miedo, al silencio, a la desaparición.
Y mientras ustedes dicen NUNCA MÁS, nosotros
volvemos a nacer en su memoria.
Porque en cada recuerdo encendido, los
desaparecidos seguimos siendo eternamente presentes.
Desde esta orilla de la memoria, les damos las
gracias. Nos despedimos con la certeza de que no nos vamos, seguimos viviendo
en ustedes. Hasta siempre compañeros y compañeras
Información brindada por el escritor
Sergio Omar García
Escritor
@labohemia_poesia
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