“Mi niño travieso que juega a estar escondido…te quiero hermano”
“Extraño tu olor a mar”
“ Solo quiero despertarme y tenerte entre nosotros”
Esas frases no son solamente frases.
Son deseos de los familiares de los 44 tripulantes
desaparecidos que iban en el submarino ARA San Juan.
Un año pasó ya, y todavía no se sabe nada de ellos.
Un año pasó ya y queda aún la esperanza de verlos regresar
de alguna u otra forma.
Cada corazón sabe que cada vez es más difícil . A un año, la
incertidumbre es enorme, la ansiedad, la tristeza, pero se reúnen para
recordarlos y aún sabiendo que no es fácil seguir adelante, mantener viva la
llama de la esperanza.
De este lado del mar, hay familias enteras: hijos, esposas,
padres, hermanos, sobrinos, primos, que rezan por ellos cada día al despertarse
y cada noche antes de dormir.
Siguen escribiéndoles cartas, mandando mensajes, saludando
al abrir los ojos.
Ellos siguen esperando. Dios es el único que sabe dónde
están. Ahí donde estén sepan que de este lado, se los está esperando. Me uno a
la fe de esas familias.
Fortaleza para todos ellos.
©Silvia Vázquez
Comparto una nota del periodista Alejo Santander, de Infobae
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