viernes, 11 de noviembre de 2022

Viernes de visitas -San Fernando -por Mirta Serrano

Viernes de visitas




Accidentalmente debí concurrir a San Fernando. Trámites que me llevaron a tomar el

 colectivo que me acercaría a mi lugar de cita. Era muy temprano.

Desde el colectivo pude divisar una casona antigua. ¡tantas veces vista en otras visitas!

 Pero sin poder acercarme a ella nunca.

               


Al bajar del colectivo , tomé la calle Tres de Febrero y fui descubriendo diferentes lugares u

objetos que me enamoraron. Sin saber aún lo que vendría después.

En una esquina se veía un portón inmenso , cerrado. En su pórtico grabado unas fechas en

molde grande : desde 1877 al año 1959.Luego me comentarían que aquello fue un

conventillo.

Cuando finalicé mi labor, me hallé frente a la plaza Mitre. Su iglesia Sra de Aranzáru aún

permanecía cerrada. Tomé entonces la calle lateral Sarmiento y asombrada descubrí en una

casa un cartel donde se homenajeaba a los fundadores del diario “ La prensa” de este partido

en el ayer.

Cuando me topé nuevamente con la Avenida Libertador miré al piso. Hermosas baldosas con

su logo de dos velas de barco. Detalle que fui viendo en todas sus calles. Además del aseo 

del lugar.

Llegué a la casona. Unos portales enrejados y altos me daban la bienvenida al “Ombú “.

Entré.

Un patio inmenso entre plantas y árboles robustos dejaba divisar un lugar bellísimo que

demostraba su antigüedad. Ningún timbre a la vista. Traspasé una puerta de cortinas blancas 

entré. Detrás de un escritorio una señora amable me explicó a grandes rasgos, ella estaba

trabajando, que hoy en día ese lugar eran oficinas del Municipio. Pero que era una casa con

mucha historia. Me dejó tomar algunas fotos. Me invitó a sentarme. Ignoro si fue por lo que

vino después ó al ver que en los tiempos que corren me viera tan asombrada y agradecida.

Una biblioteca antiquísima se divisaba desde allí en una sala continua. Asomaban unos

antiguos sillones de color rojo de pana. Detrás de la señora. En ese salón recibidor el antiguo

hogar que databa de 1870.

¿Y qué fue lo que vino después? La señora ( perdón que no pregunté su nombre) levantó el

teléfono y en 5 minutos tuve allí a una señorita de la Secretaría de turismo que se acercó a 

mí.


     

Venía de 2 cuadras. Así que ese gesto vale más que mil palabras.

Macarena , la guía , me contó que en tiempos muy lejanos allí en esa casona ,paró el virrey

Sobremonte .Como desde allí ,barranca ,se tenía una hermosa vista hacia el rio y todo su

alrededor se llamó al lugar Buena vista de san Fernando.

Luego recorrimos el parque de la casa . En los fondos de la misma, hay un mural del artista

zonal Burrone Rizzo. Homenajeando a los lugares emblemáticos del Partido. Vecina, una

galería hoy cerrada con vidrio. Paredes altas. Adornadas por el tiempo del recuerdo.

Entramos a la casa. Pisos de madera, mobiliario de época antiguo. Un baño decorado en 

óleos ,su pileta de lavado. En otro cuarto la bañadera protegida con su típica cinta color 

bordó. Señal de no rozar ese lugar tan dormido de silencio .

Salones inmensos cuyas paredes están empapeladas con sillones al mismo tono.

El bello lugar pasó por varios dueños y tuvo diferentes actividades. Fue Centro de cultura,

Salón de fiestas. Gracias a Dios hoy permanece en pie. Dedicándose al área de deporte.

Volvimos a la entrada. Al parque que reposa de tiempos e historias. En el parque hay en

distintos sectores dos obras escultóricas. Sólo dos han quedado. Eran dedicadas a las cuatro

estaciones. En algún momento que el lugar fuera abandonado se extraviaron dos. Si alguien

fuera tan amable de reponerlas!!!

La guía me invitó a recorrer el barrio. Sobre Av. Libertador a metros del “ Ombú”, hoy

propiedad de un colegio, se divisa una casona .Pertenecía a al antiguo museo, luego con el

devenir de los tiempos todo fue loteado.

     


Mi visita terminó en la hoy Secretaría de turismo. Otra casona de importante porte. También

de altos portones y algunas huellas de lo que fuera parque y hasta con una fuente en uno de

sus laterales. Data la casona del siglo XIX. Que perteneciera a la familia Jacobé.

Parque , Capilla Santa Cecilia, casona. Cada sitio con una rica historia.

Desde saber quien fue el sr Jacobé hasta la relación con ciertos objetos que son dignos de

admirar. Un inmenso copón en altura , que se ve desde la calle Perón y que por suerte los

edificios de departamentos de alrededor lo han dejado de testimonio de amor de la pareja.

Fue un regalo .Un presente bellísimo. Lo abrazan leones de ojos cerrados y otros leones de

ojos abiertos que al decir del enamorado así había quedado él prendido de su amor al verla.

En el parque hay un monumento que tenía otro destinatario. Pero cada intento de mudanza

del mismo siempre fue digno de algún accidente. Conclusión : quedó allí, ubicado al amparo 

de los tiempos. Junto al retoño de un olivo original.

El parque hoy es un lindo patio, rodeado de vecinos departamentos. Y por supuesto también

fue alguna vez loteado. Se divisa imaginario una escalinata que avanza a mi paso rodeada 

de un estacionamiento y alguna que otra ventana curiosa.

En los fondos del lugar, aún no visitable, se halla una casona que dormida aún de vida, en 

altas alturas nos deja el testimonio de ventanales de madera auténtica. Balcones con sus 

fantasmas sin olvido que reposan . Y restos bellísimos de pasado.

También se ve en muchos rincones visibles el testigo mudo de la mazonería.33 rosas que

engalanan esas paredes allá a lo lejos.

La capilla es otro lugar de quietud y aunque es muy modesta es un lugar con sus vitraux

originales.

Mi visita terminó. Poco me importo volver a desandar un viaje largo y sinuoso, hasta volver a

casa. Mi alma estaba inundada de emoción . Nuestra historia, siempre me envuelve en ese

ayer que me transporta en otras épocas y son aquellas huellas quienes me marcan este

presente.


© Mirta Serrano

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