(tomado de INFOBAE)
Antonio Machado, símbolo de la poesía hispanoparlante, a 150 años de su nacimiento
El aniversario del célebre autor revive su influencia en la literatura, la memoria democrática
y la cultura de habla hispana, como símbolo del exilio y la resistencia intelectual a la opresión
Exponente de la Generación del 98, una de las más importantes de la literatura española,
y símbolo del exilio español tras la guerra civil, el legado de Antonio Machado a la poesía
española permanece vivo cuando se cumplen 150 años de su nacimiento.
Nacido el 26 de julio de 1875 en Sevilla, el poeta y dramaturgo es una de las voces más
destacadas de las letras españolas, acallada durante décadas por la dictadura franquista
(1939-1975) por sus ideas progresistas y su afinidad a la República. Tras huir a Francia al
final de la Guerra Civil que terminó con el gobierno y los ideales que había defendido, murió
en el exilio en la localidad de Colliure, donde su tumba sigue siendo un monumento de
memoria colectiva y democrática.
Pese a que la dictadura intentó borrar su legado, durante las casi cuatro décadas de censura
la obra de Machado se fue convirtiendo en clave para la juventud contraria al régimen,
y en la actualidad es uno de los autores destacados en los libros de literatura de los alumnos
españoles. Sus versos los dio a conocer mundialmente el cantautor catalán Joan Manuel
Serrat, que en su disco Dedicado a Antonio Machado, poeta (1969) puso música a sus
poemas, lo que contribuyó a difundir su obra en Latinoamérica.

Uno de los temas de más éxito de ese disco es “Cantares”, donde Serrat popularizó los
versos con los que Machado profetizó su muerte en su obra Campos de Castilla, escrita
en 1912, casi tres décadas antes de su trágico final: “Murió el poeta lejos del hogar/ Le cubre el
polvo de un país vecino/ al alejarse le vieron llorar”. Fue precisamente en Campos de
Castilla donde el poeta supo plasmar la esencia del paisaje del centro de la España rural
y sus gentes, lo que le valió la aclamación de muchos de sus coetáneos, como el filósofo
José Ortega y Gasset o el novelista Miguel de Unamuno.
Elegido miembro de la Real Academia Española, una posición que no llegó a ocupar al no
leer su discurso de ingreso, fue un gran amigo del poeta nicaragüense Rubén Darío,
máximo representante del modernismo en la lengua española.
La “excepcionalidad” de Machado
Con motivo del 150° aniversario de su nacimiento, la ciudad de Soria (centro de España)
fue sede esta semana de un congreso internacional sobre el escritor, en el que una veintena de conferenciantes y ponentes expusieron algunos de los ejes principales sobre la vida y obra
de Machado. Soria fue un lugar clave en la vida de Machado, pese a que solo vivió allí entre
1907 y 1912. Se trasladó a la ciudad castellana para ser profesor de francés y allí escribió
Campos de Castilla.

Y allí conoció a su gran amor, Leonor Izquierdo, con la que se casó en 1909, cuando él
tenía 34 años y ella solo 15. Leonor murió tan solo tres años después por tuberculosis y a
ella le dedicó Machado algunos de sus poemas más conocidos, como A un olmo seco,
cuando estaba enferma -“Mi corazón espera/también, hacia la luz y hacia la vida/otro
milagro de primavera”-.
Un poeta excepcional descripto por los participantes en el congreso como uno de los autores
“más universales y estimulantes de las letras españolas”. Ideas y obras, las de Machado,
que “siempre estarán presentes” y son un legado valioso para España y para el mundo.
Y que defendió sin ambages sus ideas políticas y la importancia de la cultura y la educación,
que debía favorecer el pensamiento crítico y la creatividad, algo que quedó reflejado en su
libro Juan de Mairena.
Fuente: EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario