La Red de Escritores Escénicas Potosí - Bolivia, y Andreyna Herrera, dan cumplimiento con la publicación de la Miscelánea de Microcuento y Poesía "El Hombre", un hermoso regalo, con la participación de 76 autores de 13 países.
El hombre
No pierde detalle, movimientos, palabras, gestos, todo lo registra. Modula minuciosamente cada palabra antes de decirla. Sus manos inquietas delatan su expresividad. Su delgadez extrema se escabulle entre la gente para otorgarles el saludo que es primordial para él.
Sumamente correcto, educado y servicial, no desaparece ante el pedido de ayuda. Citas,encuentros, conversaciones eternas que llegan siempre a un final feliz. Jamás niega su presencia. Está ante todo y ante todos con la misma generosidad queaprendió de los suyos. Sencillez , presencia, atención y oídos prestos a recibir llantos, quejas…y cada tanto agradecimientos.
Atento a todo lo que pasa a su alrededor, el hombre de traje oscuro, camina erguido hacia su meta. Solo él sabe cuál es. Al menos por ahora, piensa en el presente, en seguir estando en todas partes, en abrazar lo que a su alrededor se presenta.
De pronto, una mano más fuerte lo acompaña, siente que ha llegado la hora se mirar hacia arriba, sin dejar de ver hacia abajo. La hora de la verdad, de la lucha poniendo todo, la hora de ser visto y escuchado más allá de su lugar.
La gente lo sigue, porque él ha seguido a la gente. Porque él ha estado presente en cada acto, en cada necesidad, en cada problema, en cada alma y en cada pedido.
La gente lo sigue, está ahí, frente a él, entre otros muchos que todavía no lo conocen
demasiado, pero pronto lo harán.
El sigue , con el mismo traje oscuro, con las manos inquietas que hablan. El sigue ahí, esta vez, paseando la mirada por cada uno de los ojos que lo guían hacia un camino nuevo.
Nuevo pero no desconocido.
Miles de manos aplauden, muchas de ellas agradecidas, otras expectantes.
El sabe lo que esas manos esperan de él, más de lo que puede dar. De todos modos, seguirá estando, seguirá caminando las calles, seguirá escuchando y resolviendo.
El hombre de traje oscuro, está presente, en cada una de las sonrisas de la gente que esta vez le agradece y comienza con él un camino nuevo.
Seguramente será aún mejor que el que deja atrás. Ha sembrado para recoger los frutos. Y la buena siembra augura buena cosecha.
Dios ilumine al hombre delgado de traje oscuro, para que siempre está dispuesto a dar. Dios ilumine a ese hombre que sabiamente sabrá donde ubicarse, para no ser uno más, sino convertirse en el mejor.
©Silvia Vázquez
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