Camilo José Cela Trulock. (Iria Flavia, A Coruña, 11 de mayo de 1916 - Madrid, 17 de enero de 2002). Escritor y académico español, galardonado con el Premio Nobel de Literatura.
En 1925 su familia se traslada a Madrid. Antes de concluir sus estudios de bachillerato enferma y es internado en un sanatorio de Guadarrama (Madrid) durante 1931 y 1932, donde emplea el reposo obligado en largas sesiones de lectura.
En 1934 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. Sin embargo, pronto la abandona para asistir como oyente a la Facultad de Filosofía y Letras, donde el poeta Pedro Salinas da clases de Literatura Contemporánea. Cela le muestra sus primeros poemas, y recibe de él estímulo y consejos. Este encuentro resulta fundamental para el joven Cela, que se decide por su vocación literaria. En la facultad conoce a Alonso Zamora Vicente, a María Zambrano y a Miguel Hernández, y a través de ellos entra en contacto con otros intelectuales del Madrid de esta época. Antes, en plena guerra, termina su primera obra, el libro de poemas Pisando la dudosa luz del día.
En 1940 comienza a estudiar Derecho, y este mismo año aparecen sus primeras publicaciones. Su primera gran obra, La familia de Pascual Duarte (1942), ve la luz dos años después y a pesar de su éxito sufre problemas con la Iglesia, lo que concluye en la prohibición de la segunda edición de la obra (que acaba siendo publicada en Buenos Aires). Poco después, Cela abandona la carrera de Derecho para dedicarse profesionalmente a la literatura.
En 1944 comienza a escribir La colmena (1951); posteriormente lleva a cabo dos exposiciones de sus pinturas y aparecen Viaje a La Alcarria (1948) y El cancionero de La Alcarria (1948). En 1951 La colmena se publica en Buenos Aires y es de inmediato prohibida en España.
En 1954 se traslada a la isla de Mallorca, donde vive buena parte de su vida. En 1957 es elegido para ocupar el sillón Q de la Real Academia Española.
Durante la época de la transición a la democracia desempeña un papel notable en la vida pública española, ocupando por designación real un escaño en el Senado de las primeras Cortes democráticas, y participando así en la revisión del texto constitucional elaborado por el Congreso.
En los años siguientes sigue publicando con frecuencia. De este período destacan sus novelas Mazurca para dos muertos (1983) y Cristo versus Arizona (1988). Ya consagrado como uno de los grandes escritores del siglo, durante las dos últimas décadas de su vida se sucedieron los homenajes, los premios y los más diversos reconocimientos. Entre estos es obligado citar el Príncipe de Asturias de las Letras (1987), el Nobel de Literatura (1989) y el Miguel de Cervantes (1995). En 1996, el día de su octogésimo cumpleaños, el Rey don Juan Carlos I le concede el título de Marqués de Iria Flavia.
Catorce versos en el cumpleaños de una mujer
de Camilo José Cela
(Poemilla ínfimo y azorado, tenue, orgulloso y levemente soberbio, que
debe leerse en cueros y con mucha parsimonia)
Cuando mi corazón empezó a nadar en el caudaloso río de la alegría de las más
limpias herraduras de agua
Y descubrí que en el alma de la mujer subyacen cinco estaciones de grácil
silueta
Oí silbar al ruiseñor del camposanto de la aldea y ahuyenté de mi piel los malos
pensamientos
Aparté de mí los torvos presagios de la debilidad la enfermedad el hambre la
guerra la miseria y los vacíos de la conciencia.
Empecé a oler tímidamente el gimnástico aire de la belleza que duerme contigo
Y volé tan alto que perdí de vista el aire de los invernaderos el agua quieta de las
acequias y el fuego purificador también la arcillosa y pedregosa tierra que
piso y en la que seré olvidado por tu mano
Te amo lleno de esperanza
Tu vida es aún muy breve para acariciar la esperanza
Y hoy cumples años quizá excesivos
Hoy cumples mil años
Quisiera bailar en un local cerrado con la muerte coronada de esmeraldas y
rubíes yo coronado de musgo y alfileres
Para proclamar en el reino de las más solitarias ballenas
Mi dulce sueño con estas sobrecogidas palabras
Pregono en voz alta el espanto que me produce la felicidad.
Toisha V (I)
de Camilo José Cela
Ahora que ya tus ojos son como sal, y fértil
Tu inmensa boca es un volcán difunto.
Ahora que ya los lobos y las piedras,
Tus vestidos pegados cual olvidadas vendas
Y este atroz mineral que extraje de tu pecho,
Son reliquias tan ciertas como antiguos abrazos.
Ahora que tus axilas pueblan de olor el mundo
Donde yo con mi piel de viudo te presiento.
Ahora que tus zapatos, tus sostenes, tu lápiz de labios,
No me dan más que frío al encontrarlos.
Ahora que ya no puedo dormir donde has dormido
Porque mis ojos lloran azufre y yodo ardiendo.
Ahora que ya no puedo ver tu talla desnuda
Porque alambres al rojo se clavan en mi sexo.
Ahora que los domingos, salgo sin rumbo, inmóvil.
Y que tranvías, yeguas, las moradas mujeres ni el consuelo,
Han de torcer mi ruta de novio eternamente.
Ahora que ya conozco lo bastante a los hombres,
Para que no me fíe ni de mi pena misma.
Ahora que los difuntos, en montones austeros,
Son incapaces de hacerme verter lágrimas
Porque mis ojos son de cristal y aluminio.
Ahora que ya me olvido de qué es dormir tranquilo,
E imbéciles amigos pueblan mi soledad de compasiones que no quiero.
Ahora que mis dos manos son totalmente inútiles
Porque en clavos con óxido sólo encuentran tu cuerpo.
Ahora que ya mi boca pudiera cerrarse eternamente,
Porque tus salobres ingles, tus sustanciosos huesos,
Ya ni me pertenecen.
Ahora que ni cuchillos, ni pistolas, ni ojos envenenados,
Me hacen temblar de miedo, porque un solo veneno
Es quien late en mis pulsos.
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