viernes, 4 de febrero de 2022

UN POCO DE HISTORIA: Tres de febrero y la Batalla de Caseros

 



 La batalla de Caseros fue un enfrentamiento armado que tuvo lugar el 3 de febrero de 1852, en el norte de la provincia de Buenos Aires.

 Los bandos que se enfrentaron en esta batalla fueron los siguientes:

 El Ejército Grande: integrado por tropas de Entre Ríos, Corrientes, Brasil, Uruguay y exiliados unitarios. Estaba al mando del gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, y contaba con unos 28.000 hombres.

El ejército federal de la provincia de Buenos Aires: al mando del gobernador porteño Juan Manuel de Rosas. Estaba integrado por unos 22.000 hombres.

La batalla fue relativamente rápida, ya que empezó hacia las 8 de la mañana y finalizó a primeras horas de la tarde. Concluyó con el triunfo del Ejército Grande y la derrota de Rosas, que resultó herido en la mano derecha. Luego de esta derrota, Rosas renunció a su cargo, embarcó en un buque inglés y se exilió en Gran Bretaña.

 Los contemporáneos vieron en Caseros el fin de una época. Esto se debe a que el triunfo de Urquiza abrió el camino hacia la organización constitucional del país, a la que Rosas se había opuesto durante veinte años.

Contexto histórico

La oposición de Rosas a organizar constitucionalmente el país y a permitir la libre navegación de los ríos interiores provocó la reacción de unos de sus aliados, el federal Justo José de Urquiza. El gobernador de Entre Ríos deseaba sancionar una constitución que garantizara la paz interior, permitiera la libre navegación de los ríos y propiciara las relaciones comerciales con los países industrializados de Europa.

 

Para llevar a cabo ese proyecto, en 1851 Urquiza aceptó la renuncia que Rosas presentaba todos los años al manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina.

 

Previamente a este pronunciamiento, que implicaba una declaración de guerra, Urquiza se había asegurado la alianza del gobernador de la provincia de Corrientes, Benjamín Virasoro, y de los gobiernos del Imperio del Brasil y del Uruguay. También contaba con el apoyo de unitarios que estaban exiliados en Santiago de Chile y Montevideo, como Bartolomé Mitre y Domingo Faustino Sarmiento. Brasil aportó piezas de artillería, su escuadra y concedió a Corrientes y Entre Ríos un préstamo para solventar los gastos bélicos. La garantía de ese préstamo fueron todas las tierras públicas de ambas provincias.

 

Los aliados conformaron un ejército conjunto de 28.000 hombres, cuyo comandante en jefe fue el propio Urquiza. En Entre Ríos, ultimó los preparativos e invadió la provincia de Santa Fe, que ocupó sin encontrar resistencia. Desde allí pasó a Buenos Aires.

 

Si bien el resto de las provincias se pronunciaron en contra de Urquiza, tratándolo de «loco, traidor y salvaje unitario», ninguna envió tropas para apoyar a Rosas.

 

Causas y consecuencias de la batalla de Caseros

Causas

Las principales causas de la batalla de Caseros fueron las que se señalan a continuación:

 

La oposición de Rosas a organizar constitucionalmente el país, que estaba prevista en el Pacto Federal de 1831.

La negativa de Rosas a permitir la libre navegación de los ríos interiores por buques extranjeros y a compartir las recaudaciones de la aduana porteña con las provincias, lo cual perjudicaba los intereses de Entre Ríos.

La política de puerto único implementada por Rosas, que obligaba a todos los productos que entraban y salían del país a pasar por la aduana del puerto de Buenos Aires, donde pagaban impuestos.

El pronunciamiento de Urquiza, quien en el 1 de mayo de 1851 reasumió la conducción de las relaciones exteriores de la provincia de Entre Ríos, que hasta ese momento estaban delegadas en Rosas.

Consecuencias

Las principales consecuencias de la batalla de Caseros fueron las que se mencionan a continuación:

 

La derrota de Rosas, que renunció a su cargo de gobernador de Buenos Aires y se exilió en Gran Bretaña, donde murió en 1877, a la edad de 84 años.

La entrada triunfal de Urquiza en Buenos Aires y su instalación en la que había sido la residencia de Rosas en Palermo. Desde allí inició las tratativas y negociaciones que le permitieron reunir a todos los gobernadores en San Nicolás de los Arroyos.

La ejecución de reconocidos miembros de la Mazorca, la policía política de Rosas, entre ellos Ciriaco Cuitiño y Leandro Antonio Alén, padre del fundador de la Unión Cívica Radical (UCR).

El establecimiento de la libre navegación de los ríos interiores, que favoreció a Entre Ríos, Uruguay, Brasil y Corrientes, pero también a Paraguay, que no había querido comprometerse en la alianza anti rosista.

El inicio de una etapa de transición del aislacionismo rosista a la inserción de la Argentina en los mercados mundiales como exportadora de materias primas y como importadora de productos industrializados, capitales y mano de obra.

El disgusto de los dirigentes liberales porteños por la prolongada permanencia de Urquiza en Buenos Aires, por el lugar de preeminencia que se auto atribuía, y por la obligación que estableció de portar la divisa punzó, símbolo del federalismo. Este disgusto pronto se tradujo en la ruptura abierta de la confluencia de intereses entre el liberalismo porteño y los terratenientes y comerciantes del Litoral a los que representaba Urquiza, y fue el prólogo de la secesión de Buenos Aires.

Bibliografía:

Fraga, Rosendo. ¿Qué hubiera pasado si…?. Buenos Aires, Ediciones B. 2016.

Pigna, Felipe. Los mitos de la historia argentina 2. Buenos Aires, Planeta. 2005.

O´Donnell, Mario. Juan Manuel de Rosas. Buenos Aires, Planeta. 2001.

Ternavasio, Marcela. Historia de la Argentina, 1806-1852. Buenos Aires, Siglo XXI. 2009.

Editorial Grudemi (2018). Batalla de Caseros. Recuperado de Enciclopedia de Historia (https://enciclopediadehistoria.com/batalla-de-caseros/). Última actualización: diciembre 2021.

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¿Por qué la estación de trenes lleva el nombre de Tropezón?

 

Diversos historiadores han debatido acerca del nombre de la Estación Tropezón. Algunos afirman que lleva este nombre debido a que durante la Guerra entre Buenos Aires (Ejército de la Confederación Argentina) y Entre Ríos (Ejército Grande), el 3 de febrero de 1852, el Gral. Rosas, en su huida hacia el pueblo capital (Palermo), alejándose de la zona de la batalla de Caseros, su caballo tropezó y cayó al suelo. La historia continua afirmando que sus escoltas fueron salvajemente atacados por la retaguardia en esos momentos y que varios soldados brasileros (formaban parte del ejército comandado por el Gral. Urquiza) quedaron frente a frente con el malherido Gral. Rosas quien demostraba inequívocamente haber perdido la Guerra que desembocaría en la Constitución de 1853 y la Presidencia de su contrincante, Urquiza. Los soldados brasileros no atacaron a Rosas y lo dejaron huir. Tiempo después la línea de Ferrocarriles Metropolitanos sería llamada Urquiza y, ciertos políticos, para rendirle un homenaje a la figura de Rosas, se hicieron eco de esta historia y apodaron a esta estación "Tropezón".

 


Otros historiadores afirman que aquella historia es un mito y se basan en que el nombre viene de como se apodó durante mucho tiempo a la avenida que cruza la estación (Av. San Martín) que no tuvo una denominación oficial y que los vecinos (las comunidades inmigrantes, por esos tiempos, eran en su mayoría franceses y catalanes) en una mezcla de lenguajes le decían "Rue des Troupes" o "Carrer de les Tropes", algo así como, la calle de las tropas, ya que durante la batalla, por aquel camino, el ejército vencido transporto a los soldados muertos en combate hacia el cementerio de Villa Libertad (actual cementerio de San Martín) que se ubica donde termina la Av. San Martín.

 


Otros historiadores hacen mención a que, durante el debate acerca del nombre que se le debería poner a las calles de Caseros, y al colocarle oficialmente el nombre de Avenida San Martín, un prominente comerciante textil de origen francés (Laurence Candel), quien había sido testigo de la batalla de Caseros, a modo de protesta, comenzó a pegar carteles debajo de los nombres de las calles con la leyenda "nom de la rue des troupes sont" (el nombre de la calle es de las tropas) según lo que atestiguan diversas crónicas de la época. De ahí en más, fue conocido como el francés "troupes sont" (pronunciado trupeson) y el apodo se fue deformando maliciosamente hacia tropezón con el paso del tiempo. La denominación oficial no se hizo eco de esta protesta, pero en la historia del barrio quedó la anécdota durante mucho tiempo, lo que habría originado el nombre de la actual estación del Ferrocarril Urquiza. A esta teoría suscriben varios historiadores locales (López James, Álvarez Soler, entre otros).

Así que, apenas a unas cuadras de casa, hubo hechos por demás históricos que la mayoría de la gente ignora.

Espero que este escrito sea de utilidad.

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