Cristina nació
en CABA donde vive en la actualidad. Trabajó como docente de Lengua y
Literatura durante más de treinta años. Es correctora literaria y profesora de
español para extranjeros.
Publicó en 2018 su primer libro, una selección de cuentos llamada “Tiempo de relatos” y en 2019
su primera novela Viento del sur. Ambas obras presentadas en la Feria
Internacional de l del libro de la ciudad de Buenos Aires.
En este momento
está fuera de actividad docente pero sigue escribiendo. Su libro “Bajo un mismo
amanecer” será presentado el 4 de junio en Saavedra, CABA.
¿A qué edad
comenzaste a esbozar tus primeros escritos?
De chica me veo
escribiendo largas composiciones o inventando mis propias historias, donde era
la protagonista. También cartas que nunca mandaba a nadie y el infaltable
diario íntimo que se regalaba para los quince, pero yo lo quise tener antes.
¿Cuánto tiempo
le dedicás a la escritura?
Durante la época de la pandemia escribía casi todo el día. En tiempos normales, tres o cuatro horas, todas las mañanas.
¿Qué ponés de vos en cada cosa que escribís?
Cada uno de mis
escritos tiene que ver con mi vida. Es imposible que no aparezca en ellos mi
forma de pensar, de concebir la vida, mis sueños, mis expectativas, mis propias
experiencias del pasado. A veces, en forma más clara; en otras, más ocultas.
Pero siempre están ahí... Escribo escuchando mi voz interior, siendo fiel a mí
misma, cuidando que las voces que aparecen en mis textos también lo sean.
¿Cuáles son tus
géneros preferidos?
En estos
momentos, el narrativo. En primer lugar, novelas; después, cuentos.
¿Cómo ves la
literatura actual en Argentina?
Con muchos
autores jóvenes que han ganado reconocimiento en el exterior, menciones,
premios. Se traducen sus obras y tienen un rápido acceso a una gran cantidad de
lectores a través de las redes sociales. Con un futuro interesante, si
consideramos que la mayoría tienen menos de cuarenta años. Las propuestas de
este mundo globalizado son eclécticas, extravagantes, abunda la parodia y la
alienación. Buscan por esos caminos, distanciarse de la realidad.
¿Qué autores
son los que más te atrapan?
Borges y Cortázar,
a los que releo seguido. Lo mismo que el teatro de Shakespeare. Cada tanto
necesito refugiarme en algo de ellos. Hace unos años me acompañan Ruiz Zafón,
Haruki Murakami, Sándor Márai, Marcela Serrano, Isabel Allende, Carlos Fuentes,
la poesía de Alejandra Pizarnik, entre otros.
¿Qué personaje literario te hubiera gustado ser? Y
por qué?
El personaje de
Lizzie, la Elizabeth Bennet de Orgullo y prejuicio de Jane Austen siempre me
atrajo por lo que significó para una mujer de la época victoriana tener un
pensamiento independiente, una personalidad fuerte, capaz de juzgar con rapidez la actitud de los
demás. (Tal vez me identifico con ella por ser la segunda hija, como
yo...). Otro personaje al que admiro es el de Natasha, en la novela Diez
mujeres, de Marcela Serrano. Una terapeuta que reúne a nueve mujeres muy
distintas entre sí, que no se conocen, todas ellas sus pacientes, con la
intención de que cada una cuente su historia frente al resto, para empezar así
a sanar sus heridas.
¿Dónde se
consiguen tus libros?
"Tiempo de relatos" y "Viento del sur" se consiguen en Tahiel ediciones, en el local o te los envían sin cargo. "Bajo el mismo amanecer" lo piden a mi mail (cristinavilli@hotmail.com) y se los envío.
Vamos a una
selección de preguntas, cuya respuesta sea corta o de una sola palabra
¿Con qué
personaje histórico o literario te sentarías a tomar un café/té? Con Peter de
La mujer justa de Sándor Márai. Me gustaría hablar con él sobre el amor, la
amistad, los celos, la soledad, el deseo y la muerte. Para preguntarle si se
arrepiente de haber abandonado a Marika por Judith. Si fue feliz.
¿Qué palabra
/frase repetís más a menudo?: Vida,
tiempo, mañana, lugar, siempre.
Un libro que te
lleve a tu infancia: Toda la colección Robin Hood, en especial Corazón y
Mujercitas.
Un lugar donde
soñás presentar tus libros: En la Villa Ocampo de Mar del Plata
¿Quién leyó por
primera vez tu primer libro antes de editarlo? Mi hija.
¿Con qué
palabra te definís?: Empatía
La palabra que
más odiás escuchar: Cualquier deformación de nuestra lengua me molesta mucho.
Las palabras inventadas que se repiten hasta el cansancio o las que se ponen de
moda y que desvirtúan su significado etimológico.
Tu libro
preferido: En estos momentos estoy releyendo El lenguaje de las flores de
Vanessa Diffenbaugh.
¿Qué agregarías
a esta entrevista?
La ausencia de
una visión única y absoluta de narrador, el discurso dialógico, las voces
independientes de personajes que conviven con múltiples puntos de vista, la
ambigüedad y el cuestionamiento permanentes son las características de este
rico período de la literatura que nos abre sus puertas para que nos sumerjamos
en ella.
Recordamos:
©Silvia Vázquez
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Excelente entrevista a una notable escritora. He tenido la oportunidad Vientos del Sur y su Antología. Reconozco su voz. Coincido con la deformación del idioma; épocas de cambios donde encontrar el significado y el significante es transitar por el laberinto. En Cristina Villi se puede leer la sencillez de la vida junto con la riqueza de estilo. Muchas Gracias.
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