Le damos la bienvenida a Mirta Serrano a nuestra ediciones semanales.
“Mirando el ayer”
Si uno camina por los barrios siempre va a descubrir cantidad de tesoros que nos hablan de
pasados.
Casas cuyos dueños han preservado con ese aire de nostalgia. Postigos. Columnas. Con sus
misterios nos traen secretos que gritan tanta historia. Recuerdos que se esconden en
zaguanes. Sombras que creemos ver de otras épocas.
Ventanales que nos traen en sus recovecos el destello de lo que fue.
Muchos de estos sitios hoy pueden hallarse enrejados. Tapiados. La inseguridad es un alma
pobre que mata lugares.
A veces las casonas antiguas son vendidas y sus nuevos propietarios no le dan valor a lo que
encerraron. Y así, bajo la picota arrasan lo bonito que fue.
Inclusive los herederos de la casa de sus mayores a veces por necesidad transforman
espacios sin piedad.
El tiempo pasa. No siempre lo nuevo trae belleza. Las viviendas traen mortales recuerdos. De
infancias, amores y muchas historias encerradas en corazas. Como en viejas películas uno
ve que se van diluyendo los personajes y las casas se van. En otros, en tiempos y misterios.
Ojalá que si sos uno de los que conserva un espacio antiguo, lo cuides. Pintando o colocando
alguna reja protectora.
Cuantas sombras hay detrás de un portal detenido en el silencio. Muchas. Difusas. Ausentes
pero presentes en la historia de hijos y nietos que atesoran el pasado.
©Mirta Serrano
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