Escritora invitada: Mirta Serrano

 “La vida es bella”

La frase que encabeza esta página es muy antigua. Acapara miles de instantes. Inclusive 

hasta hay una película que lleva ese título.

A veces uno cree que lo tiene todo. Hasta que sucede algún hecho que te desarma. Te

preguntás el por qué. ¿Justo a mí?

El paso del tiempo nos enseña que estamos de paso. Que debemos valorar los momentos 

con nuestros afectos. Ir por sendas lindas. De buenos giros .Compartiendo gratos momentos.

Ahora bien , a lo largo de nuestra vida uno conoce infinidad de personas. En trabajos,

vecindad. Grupos de cursos. Estudios y la lista sería interminable.

Algunos lobos disfrazados con piel de cordero dicen ser amigos. Pero no lo son. Con sus 

vidas sin planes certeros, son oportunistas.

Dirán algunos pero bueno, tuvieron una crianza "x" , que no les dejó arrancar malezas.

Nada más lejos de la realidad. Uno se forma en una familia que bien o mal te da ciertos

valores. Cuando ya tenés uso de razón sos vos el que tomás las decisiones. Para ser mejor

persona. Buen amigo y buen compañero de ruta en diferentes opciones. En este camino de 

la vida. Como un juego de la oca: avanzas. Retrocedes. Creces y fracasas.

Son enseñanzas. Pruebas que la vida te pone en jaque. Ya sé que hay tragedias griegas que 

te alejan de tu eje. Quizá ausencias de seres queridos. Pero todos tenemos nuestra hora de

entrada y salida a esta vida.

Conozco varias personas que debieron crecer sin sus padres. Y son excelentes seres 

humanos.

La elección es tuya.

Vos sabrás donde cambiar el dial. El giro de con quién sí y con quien no armar un proyecto 

de vida.

A veces estarás triste. Pensarás que el mundo se detiene .No. Todo sucede por algo.

Tomate tu tiempo para crecer-tu silencio para encontrarte.- Y si tenés que alejarte de ciertos

grupos de amigos,-que a la larga no lo eran- cambiar de trabajo, hasta distanciarte de

familia…patea el tablero.

Detrás de una gran tormenta el sol siempre sale.

Y ahí podrás gritarle al mundo:”La vida es bella”.

©Mirta serrano