jueves, 8 de marzo de 2018

Resultado de la experiencia "Día de la mujer"-"Al alimón"



“Hay quien postula que la historia de la literatura no es más que una reelaboración continua de dos o tres temas fundamentales. Para Juan Rulfo, estos temas eran el amor, la vida y la muerte. Las diferentes creaciones literarias serían, según esta tesis, nada más que pequeños fragmentos de una gran obra, una sola obra colectiva, que inconscientemente urdimos sumidos en la ilusión de la individualidad.

Esa es la idea fundamental del cadáver exquisito. La frase “El cadáver exquisito tomará el vino nuevo” fue, valga la redundancia,  el primer cadáver exquisito del que tenemos noticia, y al que debemos el enigmático nombre del juego. Sus artífices: Robert Desnos, André Bretón y Tristán Tzara. Reunidos, seguramente, en el café Voltaire de Zurich, donde se fraguaron los arrebatos que darían lugar al Dadá, y más tarde al Surrealismo, estos tres hombres, hastiados de decadencia y hambrientos de nuevas realidades, pusieron a prueba uno de los postulados elementales del movimiento: la inclusión del azar en el proceso creativo” (de Cultura inquieta.com)

Aquí han logrado todos quienes colaboraron para el juego, una hermosa descripción, un sinfín de adjetivaciones propias de poetas, sean o no. Ha quedado un bonito texto, que podría tranquilamente ser dibujado (me remito a las artistas plásticas que colaboraron).
La imaginación jugó un papel importante, nadie sabía qué es lo que estaba escrito con anterioridad y sin embargo, la secuencia es perfecta, al menos para mí.

Han creado. La creación es la más bella forma de dar existencia a partir de la nada. Y así fue. Si bien la frase inicial es excelsa, ustedes no han sido menos.

¡Felicitaciones y agradezco a todos por participar!

EL TEXTO QUEDÓ ASI:

“Era bella, elástica, con una piel tierna del color del pan y los ojos de almendras verdes, y tenía el cabello liso y negro y largo hasta la espalda y un aura de antigüedad que lo mismo podía ser de Indonesia que de los Andes”.

Cuando subió al avión el surco se abrió bajo sus pies y una ola devoró sus cabellos dejando a la vista el chip que le daba ese toque antiguo y falso ante la historia.

 Hoy me pides que te escriba por encargo una poesía que nazca del alma mía para una madre y mujer. ¿Qué esfuerzo he de hacer si tu belleza me motiva? Si sois del sol: su llama ardiente y vital. Del mar: un rompeolas de barrera arrecifal. Del viento: susurro de una suave brisa. Del bosque: el más verde pinar. Del jardín: rosa encarnada. De mí? ¡Lo eres todo! Por ti, amada mía, la vida me ha dado aliento, una alegría sin par y tus labios por besar;¡Dios mío, te lo agradezco! Con profundo sentimiento.

Aromas de azahares llenaban el aire y a pesar de no verla, era tan fuerte su presencia, que los colibríes festejaban su llegada.

Era tan joven para mí, que ya piso el otoño, pero no podía dejar de observarla, esa paz profunda de su mirada que se iba en las olas, sus pies descalzos sobre la arena, yo recorriendo cada milímetro de su piel lejana.

Era una mujer sin tiempo, que vivía aquí; pero recordaba lo que había soñado allí. Qué estaba acá; pero su sabiduría venía de lejos. Tenía nada y lo tenía todo!!Sólo buscaba desde el principio del mundo a su alma gemela...!  

Así que la beso porque es hermosa .Y¿ qué es una mujer? Una obra de la naturaleza.

Entonces se detuvo frente al espejo. Pronunció su nombre pero no hubo respuesta… era realmente ella? Tenía la vida danzándole en los pies a pesar de tantos caminos.  Había muerto y resucitado mil veces en sus pechos, en sus párpados, en sus pestañas de antigua dama… 



Su piel suave, como brisa primaveral. Brotan de sus labios mariposas de ensueño, trasladando entre sus alas sus anhelos más preciados. Ella, solo ella puede ser alimento para el alma de este loco enamorado.Se reconoció tan viva como nunca. Llevaba a cada mujer en su piel color del pan. Se descubrió en todas ellas. Y todas las mujeres del mundo estaban en el espejo en ese instante!
Pero yo la recuerdo como la conocí: Su cabello de plata, su piel de seda blanca rugosa y suave, su mirada perdida recordando quien sabe que horizonte, su voz suave, contando en francés para que los nietos conozcamos algo más de los ancestros.




Fue difícil elegir la mejor . Esta vez (porque seguro se repetirá el juego) la frase ganadora es: 
"Aromas de azahares llenaban el aire y a pesar de no verla, era tan fuerte su presencia, que los colibríes festejaban su llegada."                   Enrique Almiron - Corrientes -Capital.


Felicito nuevamente y agradezco por la buena onda y la creatividad.

Silvia

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