Este mes de
junio, hay muchas fechas que recordar.
* El
nacimiento del escritor argentino Jorge Luis Borges, quien alguna vez dijo “Maestro
no soy de nadie” y “Yo no concibo una
sola página escrita sin emoción” . Es inimaginable la cantidad de libros
que el autor ha leído, ya desde muy pequeño. En resumen, un buen escritor es
ante todo, un buen lector. El vocabulario se adquiere con la lectura, variada
o selectiva, pero es indudable que ayuda
y mucho al momento de escribir.
* El 1, nacía Macedonio Fernández, pensador y escritor argentino.
* El
nacimiento del gran escritor Federico García Lorca, el 5.
* Se
celebra el 7 de junio el día del
periodista, establecido en el año 1938,en memoria de Mariano Moreno, fundador
de la “Gaceta de Buenos Aires”
*El Día del Padre, no solo en Argentina sino también
el algunos otros países , el tercer domingo del mes.
* El 20
,la conmemoración del paso a la inmortalidad del General Manuel Belgrano,
creador de nuestra bandera nacional, ícono que nos acompaña desde 1812.
* El 13
de junio el Día del escritor en memoria del nacimiento de Leopoldo Lugones, por
lo cual es el “Día del escritor”.
* En 1900,
el día 11 nacía Leopoldo Marechal
Esto solamente en
el ámbito literario. Junio también festeja el día del bombero, el 2; el día de
la Cruz Roja el 10; y el día 10 de junio , Día de la Reafirmación de los Derechos
Argentinos sobre las Islas Malvinas, Islas del Atlántico Sur y Sector Antártico.
Los escritores,
esos creadores de personajes e historias, que recrean situaciones propias o que
apropian de otros, le deben su día de festejo a Leopoldo Lugones, quien tuvo
una vida especialmente trágica, no solamente él sino sus descendientes. El 18 de febrero de
1938 se quitó la vida en un recreo del Delta de San Fernando,al ingerir cianuro
de potasio con whisky.
Sus descendientes no han escapado a este signo trágico. Su hijo Leopoldo Lugones,
comunmente llamado “Polo”, se suicidó en 1971. Su nieta, Susana “Piri” Lugones,
fue detenida y desaparecida en diciembre de 1978 por el terrorismo de Estado
que impuso la última dictadura cívica-militar desde 1976 hasta 1983. Tuvo otra
nieta, Carmen, a quien llamaba Babú. Uno de los hijos de Pirí, Alejandro, se
suicidó, al igual que su bisabuelo, en Tigre. Esto conforma un destino familiar
trágico, curiosamente muy parecido al de la estirpe de Horacio Quiroga, amigo y
admirador de Leopoldo Lugones.
Al prologar un libro sobre Almafuerte, en 1962, Borges escribía:” El poeta argentino es un artesano o, si se
prefiere, un artífice; su labor corresponde a una decisión, no a una necesidad”.
Almafuerte, en cambio, fue orgánico, como lo fue Sarmiento, como muy pocas
veces lo fue Lugones. Estas muy pocas veces fueron las brechas por las que al
fin todo lo reprimido irrumpió en la vida de un hombre de 64 años.
A 12 años de
haber conocido a la joven Emilia, Lugones bebe su cicuta solo, en “El Tropezón”,
y establece su enigma.
Escritores, periodistas, similares profesiones.
©Silvia Vázquez
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