“Cuando me preguntaban: ¿y usted nunca se animó a mandar el
charango por línea?, yo contestaba: cuando encuentre un buen electricista,
quizá lo piense. ¡Lo que necesito es un cable a tierra, no un cable para el
charango!” Jaime Torres cuenta la anécdota.
Allá por el 2007 ni se imaginaba que su charango se uniría con
el sonido que le propuso Alejandro Seoane (el mismo de la exitosa colección de
discos chill out Buddha sounds). El resultado fue un disco que sorprendió :
Electroplano. Una nueva mirada, insospechada, para himnos como “El
humahuaqueño” o “El cóndor pasa”. Y también un nuevo sonido para la música del
norte, que pudo albergar también a Las Voces de Yavi grabadas en Semana Santa,
o a la coplera Sandra Peralta o al sonido del bandoneón, que no le pertenecía
sólo al tango.
De esas cosas y de muchas más era capaz este hombre que nos
dejó en Nochebuena, ese mismo que nació el día de la primavera en Tucumán.
En los 60 tuvo una destacada participación en la grabación
de la Misa Criolla, junto a Ariel Ramírez. En el 74, participó de la apertura
del Campeonato de Fútbol de Alemania. Y, en los años 80, grabó la música de la
película La deuda interna y comenzó a recorrer el mundo llevando el folclore a
todos los lugares planeta, desde los Estados Unidos hasta Singapur e Indonesia.
Más de 20 discos grabados y una innumerable colección de
premios, es lo que ha dejado.
Jaime Torres, vuela en el cielo de la música junto a otros
grandes, y eligió una fecha para no olvidarlo nunca.
©Silvia Vázquez
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