Muchos muros y pocos puentes
se han construido en el mundo.
Tal vez deberíamos
ser
arquitectos de una paz duradera:
que se rompan las cadenas del hostigamiento,
que vuelvan las sonrisas
y que no existan más penas.
Verdad, justicia, amor, libertad.
Menos ladrillos, más aire,
Menos armas, más
manos apretadas.
Palabras en desuso: equidad y justicia,
Se desangran en suelos que ya no tienen
ese verde con olor a césped.
El aire se contamina con la pólvora del mal,
el sol desaparece detrás de nubes grises
de bombas y granadas.
Cuidemos el suelo,
inteligencia al servicio del amor,
perseverancia en el diálogo mutuo
que nos acerque en lugar de alejarnos.
La Tierra llora, las manos sangran.
Alcemos la mirada al cielo y descubramos que
a pesar de las diferencias somos humanos
y debemos aprender que el diálogo une y bendice.
©Silvia Vázquez
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Hermoso poema!!!!👏👏👏😊⚘⚘⚘
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