viernes, 11 de enero de 2019

Juan Pablo Yapura: De Catamarca a Jujuy por puro amor nomás


Juan Pablo Yapura, habla sobre él, sobre sus amores, su lugar, su trabajo:

“Nací el 18 de enero hace casi casi 40 años! En Santa María, Catamarca.
Viví ahí hasta terminar la secundaria, luego viví en Tucumán, salta y ahora en Jujuy donde me quede por amor. Primero por amor a sus paisajes y luego a mi Mujer, Analia, hoy madre de Julia y Salvador, mis dos hijos.
Trabajo desde siempre en comercio, y me gustan los deportes al aire libre que es algo que descubrí acá en Jujuy.”

¿Cuándo comenzaste a escribir?

Empecé a escribir a las 9 o 10 años, recuerdo que escribí algo que le regalé a una de mis primas cuando nació. Desde ese momento escribí muchas cosas, pero lo hacía solo para mí, a manera de desahogo digamos, no dejaba que nadie lea lo que escribía. Así fue durante toda mi primaria y secundaria, recuerdo que al finalizar la secundaria había escrito algo en formato de prosa, que hablaba sobre la transición del colegio hacia la universidad, sobre todo porque desde Santa María, los que teníamos la posibilidad de ir a la universidad, salimos ya sea a Catamarca capital o mayormente a Tucumán, en fin, eso que había escrito era también, como todo lo demás, solo para mí, o al menos eso quería yo. Mi mamá encontró ese escrito y lo hizo leer en la noche de la cena de colación, si bien para mi no fue algo que disfrute ya que me daba vergüenza, a mis amigos y familiares les gustó mucho.

Y así seguí escribiendo y leyendo, me empecé a interesar más por la poesía sobre todo cuando descubrí la poesía de Mario Benedetti, su forma de escribir tan clara y sencilla, tan lejos de esos poemas complicados y difíciles de entender a veces me cautivó y me hizo ver que se podía escribir poesía desde la simpleza más básica de la palabra. Desde ese tiempo escribo y siempre se da de la misma manera, es casi una necesidad, las palabras llegan, no soy yo el que sale a buscarlas, ellas me buscan a mí y son insistentes, a veces demasiado, tanto como para hacerme levantar a mitad de la noche, garabatear alguna idea en el editor de texto del celular y recién puedo volver a dormir para volver sobre eso al otro día.

¿Hubo alguien especial que “descubrió tu talento literario?

Hoy, viviendo ya en Jujuy encontré muchos escritores y sobre todo poetas con los que pude compartir muchas cosas. Entre ellos Nélida Robledo quién con su forma impetuosa de hacer todo me fue empujando en este camino de la poesía y fue por ella que participe de muchas actividades culturales en Jujuy.
Desde compartir lectura en cafés literarios hasta participar en una Antología internacional por la Paz, y participar también en un hermoso proyecto como fue Pre-textos del solsticio que también tuvo un contexto internacional pero sobre todo género un clima muy lindo para la cultura.

¿Cómo te decidiste a publicar “Caleidoscopio?

También fue ella entre otras personas los que me empujaron a editar "CALEIDOSCOPIO" mi primer libro de editorial que fue  impreso en septiembre con la editorial Ediciones Pyrautas. Es un pequeño poemario que consta de 14 poemas que fui montando sobre imágenes que elegía una vez que escribía algo. Y es de esta forma que público en mis redes.

                                   



Uno de sus cuentos:

El jardín de rosas marchitas

6:45 a.m. Despertaba siempre a la misma hora. Su departamento hacía eco del silencio que reinaba en sus pequeños dos ambientes, de eso y de esa insoportable gotera a la que ya se había acostumbrado.
Diez flexiones de brazos seguidas de veinte sentadillas y luego veinte abdominales que hacia sin descanso en dos rondas eran, según él, lo que lo ayudaba a despertar del todo antes de meterse a la ducha.
Así empezaban los días de Jeremías, que era un tipo que hasta quien no lo conocía podría catalogar de: Muy Practico, aunque solitario y sombrío.
La elección de la ropa no significaba para el más que unos minutos ya que iba tomando del placar lo que estaba más mano, con suerte, con mucha suerte, a veces lograba combinar algunas cosas aunque solo se enteraba si al llegar al trabajo, Natalia, la mujer con los ojos más lindos que él había visto, le soltaba un: -Buen día, Buen día, que lindo que estas hoy!, a lo que el respondía, siempre en voz baja, con un: tengo una fiaca terrible, no veo las horas de tomarme unos mates.
Jeremías y Natalia trabajaban juntos desde hacía más o menos once años, pero a ella le parecía notarlo más solitario y triste en  los últimos meses y por eso siempre trataba de darle charla mientras el tomaba un par de mates al lado del dispenser de la oficina. Ella siempre hablaba sobre algún  libro que leía ya que era una gran lectora, también  hablaba sobre la vida después  de la muerte y sobre autos,  dos temas que le apasionaban; el solo la miraba y rara vez respondía  algo, o tal vez nunca; y siempre era el quién terminaba esas cortas chsrlas, después del quinto o sexto mate, con la misma frase: -bueno, a trabajar se ha dicho, y se metía a su box desde donde no salía más que para irse a su casa.
Natalia siempre quería conversar un poco más, sobre todo en esos días que le parecía verlo más triste que de costumbre.
Un día, ella le pregunto: Jere, que haces además de venir a trabajar?, él se quedó callado un momento, con los ojos hacia arriba y a su izquierda, evidentemente intentando inventar una respuesta y termino soltando entre dientes un: - nada; que fue para ella muy poco convincente pero le dio pie para jugársela: dale, contame, o tengo que ir hasta tu casa para saber más de vos? –Nada te digo, que se yo, tengo un pequeño jardín y cuando estoy en casa trabajo en eso, nada más.
-un jardín?, siguió ella, - que lindo, y que flores tenes?, Jere solo respondió: bue, ricos los mates pero estoy con mucho laburo, y se fue a su box.
Esa noche no podía dormir, ella nunca antes había hecho esa pregunta.
En los días siguientes casi evito saludar a Natalia, en la oficina siempre es fácil el escape: Estoy hasta las manos de trabajo, y con eso no había lugar a más conversación.
Hasta que un día ella lo siguió hasta donde él vivía, no era muy lejos, unas dieciséis cuadras de la oficina, que el siempre hacia a pie.
En su camino, Jeremías, solo hizo dos paradas, una en una florería donde compro un enorme ramo de rosas rojas y otra en un pequeño corralón donde compro una bolsita de, más o menos, dos o tres kilos de arena.
A ella no le pareció nada raro, y siguió tras él. Dejo que el entrara al edificio, y espero un momento afuera, hasta que una vecina abrió la puerta del edificio y ella pasó, sin que nadie la viera.
Toco el timbre y sintió cuando Jeremías se acercó al ojo de buey de la puerta y se quedó ahí quieto: -sí, te seguí, le dijo. Pasaron unos segundos hasta que el abrió y le dijo: pasa.
Ella miro todo, lo miro a él y se encogió de hombros intentado buscar con ese gesto alguna explicación. Él solamente miraba hacia abajo sin decir nada.
Todo el piso del departamento estaba lleno de arena y por todos lados se podían ver clavadas un centenar de rosas marchitas.
Ella lo miró y dijo: -un jardín de rosas marchitas? -es genial! Sabes lo que me cuesta conseguir las rosas marchitas que me gusta usar como señalador en los libros que leo? Decía ella sobre un risa que se cortó cuando en un rincón, donde estaban un par de herramientas de jardinería, contó las doce rosas, frescas, rojas y hermosas del ramo que recién había comprado, frente a una mesita dónde vió un portaretrato con su foto y al lado de este un recorte de un diario de hacia unos meses atrás, también con su foto, junto a un titular que decía: JOVEN MUJER PIERDE LA VIDA EN ACCIDENTE VIAL

Respuestas cortas:
Un lugar especial para escribir: Cualquier lugar tranquilo.

La palabra que te parece más hermosa: resiliencia

Un libro que siempre volvés a leer: El amor, las mujeres y la vida- Mario Benedetti

Un autor a quien admires: Mario Benedetti

Una frase que repetís a diario: "TA TODO BIEN"

Una canción que te lleve a tu infancia: Chiquilladas de Leonardo Favio.

Mi papá la cantaba en cada viaje. Pantalón cortito, bolsito de los recuerdos. Pantalón cortito con un solo tirador...

Mira recordando esto... salió algo nuevito nuevito :

Chiquilladas

“Pantalón cortito,
bolsita de los recuerdos.
Pantalón cortito con un solo tirador…”
Cantamela de nuevo viejo,
todo tiene otra magia
cuando la escucho en tu voz.
Entre el polvo de la 40
y el ronco rastrojero
que te hacia el coro con su motor.
Cantamela de nuevo viejo,
todo tiene otra magia
cuando la escucho en tu voz,
como aquella pelota de medias
con la que meti mi primer gol.
Hoy, del otro lado del tiempo,
quiero que viajemos los dos
en aquel viejo rastrojero
para cantartela yo a vos
 a ver si herede tu magia
de cantar con el corazón.
JPY


con Nélida Robledo

¡Muchas gracias Juan Pablo! Un gusto haberte conocido a tantos km de casa…

©Silia Vázquez
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2 comentarios:

  1. Excelente nota...una vez más quiero felicitar a un amigo en la distancia.. Juan Pablo Yapura!

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  2. Muy buena entrevista y un genio juan...

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Gracias por tu comentario

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