El arte de Monet, es reconocido mundialmente, pero muchos no
sabemos algunas curiosidades sobre sus obras.
Los Nenúfares no es “una” pintura de Monet.
El título Nenúfares no se refiere a un cuadro en concreto
sino a una serie completa de Monet. Durante su vida, este genio impresionista
pintó cientos de obras protagonizadas por nenúfares. ¡Más de 250!
Los nenúfares que pintaba los plantaba él mismo en su jardín
.Monet vivió casi toda su vida adulta en el pueblo francés de Giverny. Allí
alquiló una casa en la que empezó a vivir en 1890, inspirado por la belleza de
la localidad. Dentro de los muros de su propiedad, lo más preciado para Monet
era, sin duda, su jardín, que pronto se convirtió en su gran hobby.
Estos
cuadros no existirían si Monet hubiera obedecido al Consejo de la ciudad. El
pintor importó nenúfares para su jardín procedentes de Egipto y América del
Sur, lo que enfadó a las autoridades locales, que le exigieron eliminar las
plantas antes de que envenenaran el agua de la zona .
Esta serie de cuadros fue la mayor obsesión de Monet en sus
últimos años de vida, incluso cuando las cataratas empezaron a amenazar su
visión. El artista declaró sobre lo que él llamaba sus “paisajes acuáticos”:
“Un instante, un aspecto de la naturaleza lo contiene todo”
Las obras de la serie Nenúfares no fueron bien valoradas por
la crítica de la época.
Se consideraron desordenadas y fruto de la visión borrosa de
Monet, más que de una visión creativa propia de un artista.
Con el surgimiento del expresionismo abstracto resucitó el
interés por los Nenúfares.
Dos décadas después de la muerte de Monet, en 1926, su serie
siguió siendo ignorada. Pero en la década de 1950, los conservadores de arte
redescubrieron la obra de Monet en su estudio. En 1955, el Museo de Arte
Moderno compró su primer Monet de esta serie, y rápidamente se convirtió en uno
de los cuadros más famosos del museo. Algunos de los cuadros se destruyeron en
un incendio.
En 1958, el MOMA sufrió un terrible incendio, dañando
algunas obras que quedaron irrecuperables, entre ellas algunas de Monet.
Otros cuadros fueron destruidos por el propio pintor. La
ferviente pasión de Monet por los lienzos, a veces se convertía en violenta
frustración. En 1908, Monet destruyó 15 de sus Nenúfares, justo antes de que
fueran exhibidos en la galería Durand-Ruel en París. Al parecer, el artista
estaba tan descontento con las pinturas que decidió destruirlas.
Con sus cuadros de Nenúfares pretendía “crear un refugio de
meditación”.
En 1918, Monet completó una serie de 12 pinturas con las que
él pretendía llenar las paredes de una habitación, creando “la ilusión de un
todo sin fin”.
Monet celebró el final de la Primera Guerra Mundial con
nenúfares .
Al día siguiente del Día del Armisticio, en 1918, Monet
prometió a su patria un “monumento a la paz” en forma de enormes pinturas de
nenúfares.
(fuente/www.salirconarte.com)
©Silvia Vázquez
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