No basta con
tener alojamientos accesibles, es necesario que se brinden servicios turísticos
accesibles. El turista, tanto sin o con discapacidad elige un destino por sus atractivos y por eso tiene el derecho
a recorrerlo y disfrutarlo plenamente. Los entornos, productos y servicios
turísticos deben ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier
persona.
El avistaje de
ballenas en Puerto Madryn y el Parque Nacional Iguazú son totalmente
accesibles, dos emblemas de accesibilidad de Argentina: el Parque Iguazú se
puede disfrutar y recorrer prácticamente en un 90% con condiciones de
accesibilidad para todas las discapacidades y Puerto Madryn ofrece alojamientos
y restaurantes accesibles con carta de platos en Braille, taxis accesibles,
embarcaciones adaptadas e incluso la posibilidad de hacer snorkel y buceo con
lobos marinos.
Algunos de los
lugares accesibles son San Antonio de Areco, algunos balnearios de Mar del
Plata, Villa Gesell y la Costa Atlántica, y Tigre, que tiene salidas en lanchas
con guías en forma gratuita para personas con discapacidad. Santa Rosa de
Calamuchita, en Córdoba; las termas y balnearios de río accesibles en Entre
Ríos; el esquí adaptado en Cerro Catedral, Bariloche, y Potrero de los Funes,
en San Luis, donde el verano pasado se inauguró el primer balneario accesible
de la provincia y, en las últimas vacaciones de invierno, el primer paseo de
artesanos accesible.
Algunas de esas
experiencias pensadas para personas con discapacidad o movilidad reducida son
parapente, trekking, montañismo y buceo adaptado
Buenos Aires es
la provincia con mayor cantidad de establecimientos que las aplican.
Como final de
esta actividad, sería apropiada una capacitación y asesoramiento para alojamientos,
áreas gastronómicas y restaurantes, teatros, auditorios, cines, museos, parques
temáticos, termas, balnearios, predios deportivos o recreativos, centros
invernales y de esquí, áreas naturales protegidas, centros de interpretación y
de información turística, entre otros.
Como a
toda crisis debería seguir la resiliencia, es decir, un destino más fuerte que
antes y con mayor inteligencia emocional para afrontar nuevos retos. La
resiliencia es el acto y el proceso de superar la adversidad para volverse más
maduro y resistente.
•Vínculos
honestos,
•Ser
capaz de recibir y dar ayuda,
•No
actuar impulsivamente,
•Confianza
en los propios valores y en la propia capacidad,
•Objetivos
claros y concretos,
•Buscar
el autoconocimiento constante, quererse y cuidarse,
•Entender
y aceptar que el cambio y la crisis son partes necesarias de la vida, La
resiliencia comunitaria es el mismo acto y proceso, pero en relación a la
superación que lleva adelante una organización o destino turístico. Sus pilares
son la autoestima colectiva, la identidad cultural, el humor social, la
honestidad estatal y la solidaridad
©SilviaVázquez
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