MI POEMA DE SILENCIOS
Al agotarse la luz del largo día
salí al parque a embriagarme de silencio,
mi blanco rosal me enviaba mensajes
con su florido lenguaje.
Selene plena paseaba por el cielo,
su luz desmesurada opacaba al lucero
y dejaba al desnudo las flores del ciruelo.
Los árboles lucían arábigos follajes,
la brisa apacible colmaba de fragancia
de azahares pequeños y jazmines blancos.
Busqué presto un cuaderno
para poner mi emoción en letras,
la musa superada ante tanta belleza
no vino a asistirme en la impávida noche.
Llené de silencios sus páginas en blanco
para no opacar la magia y el encanto
de un tiempo irrepetible de sublime arrogancia,
agradecí su galanura a la rutilante luna
y atesoré en mi corazón la poesía más pura.
Leonor Pires.
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