PERENNE AMOR
Dulce amor, primer amor,
nostalgia de las cosas buenas
emociones que se engañaban ser perfectas
tan ignorantes de tragedias y de penas.
Corríamos detrás de un espejismo
con la piel oliendo a primavera,
leíamos en nuestros ojos
mas allá de las pupilas
con silencios alargados, conmovidos,
con preguntas que no respondimos.
Fluía dentro nuestro un mar de sueños
ansiábamos cumplir con lo que creíamos destino,
dejamos atrapados en la penumbra de aquel cuarto
miles de caricias candorosas
y los inocentes besos que nos dimos.
Creíamos nuevo ese amor en nuestra sangre
pero era tan viejo como el infinito tiempo,
solo surgió y se fue, para esperarnos más allá
en otra vida, en un próximo encuentro.
Leonor Pires
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