Néstor Omar Salgado gano en Guaminí un Primer Premio
El Consejo del Arbolado realizo la entrega de premios correspondiente al IV Concurso del Arbolado “Los árboles que alimentan” El Evento se llevo a cabo en el Hogar de Ancianos “El Jardín de los Abuelos” el viernes 20 desde las 18.30 horas.
En el Salón estuvieron expuestos los trabajos participantes y contó con una importante cantidad de Publico, siendo conducido el mismo por Claudia Elorza; estuvieron presentes, el Intendente Municipal Jose Augusto Nobre Ferreira, la Directora de Cultura, autoridades, docentes,participantes, los Jurados del Concurso; fueron varios los trabajos reconocidos y premiados; en este vídeo que usted podrá ver a continuación editado por nosotros mostramos las fotos que tomamos en esta fiesta tan importante, que ayuda y mucho a la toma del conciencia sobre la necesidad del cuidado del medio ambiente.
En el Salón estuvieron expuestos los trabajos participantes y contó con una importante cantidad de Publico, siendo conducido el mismo por Claudia Elorza; estuvieron presentes, el Intendente Municipal Jose Augusto Nobre Ferreira, la Directora de Cultura, autoridades, docentes,participantes, los Jurados del Concurso; fueron varios los trabajos reconocidos y premiados; en este vídeo que usted podrá ver a continuación editado por nosotros mostramos las fotos que tomamos en esta fiesta tan importante, que ayuda y mucho a la toma del conciencia sobre la necesidad del cuidado del medio ambiente.
Ganador del Primer Premio |
“Mis cuatro plantas frutales”
Al salir al patio de mi casa, me pareció escuchar unas vocecitas, como un murmullo ¿Que será? me pregunté, si no se ven vecinos que puedan estar charlando más allá del ligustro que nos separa.
El día estaba gris, estábamos en pleno invierno y el césped había dejado de crecer, la planta de ciruela y la de durazno, después de mi poda lucían algo triste,sus tronquitos estaban desprovistos de hojas.
Eso sí con su contorno plano, fruto de haber buscado con la poda recortar la copa y mantener la planta baja, tenían un cierto encanto.
En cambio la planta de mandarinas parecia sonreirme y ofrendar voluntariamente sus frutas, que le daban un colorido naranja entrelazado con el verde de sus hojas; a pocos metros de distancia una plantita de naranja, pequeña aún buscaba elevarse con nuevas ramas y hojitas buscando ganar altura lucía un verde oscuro y una leve brisa la acariciaba.
Todo parecía tranquilo, en mis manos llevaba la pala de punta con la idea de puntear una parte del terreno dedicado a quinta, pero cuando llegue a la puerta, que separa el cerco sembrado del resto del patio nuevamente me pareció escuchar algo, como si fuera un mensaje hablado en código morse (El que se usaba en las viejas estaciones de ferrocarril con el telégrafo y que de niño aprendí gracias a mi trabajo en la casa del jefe de estación)
¡¡¡Es eso, me dije a mi mismo en voz baja!!! Alguien, o algo está comunicándose en ese código!!! entonces empecé a prestarle atención a los golpecitos que percibía, la decodificación es por punto, raya, y mirando de donde provenían los golpecitos me di cuenta que la planta de mandarinas golpeaba sus hojas con sus frutos para producir el sonido y comencé mi traducción de memoria.
E.S...P.--.E.R.-.A.- Q.-.-U..-E. O---S...C-.-.A.-R.-. S...E. A.-L.-..E.J.---E.
A lo cual la pequeña planta de naranjas hacía un esfuerzo para responder golpeando sus hojas unas con otras para generar la respuesta. S...I.. D-..E. A.-C-.-.U..-E.R.-.D-..O---
Entonces intrigado con esa charla me hice el desentendido, abrí la puerta de la quinta, le di la espalda ambas plantas y simule estar entretenido comenzando a trozar la tierra, lo hacía lentamente para no hacer ruido y seguirlas escuchando:parece que tenían algo de tristeza porque los golpecitos que estaba registrando decían que se estaban quedando mis solas, que no alcanzaban a ver en los patios vecinos otras plantitas como ellas; entonces sentí que también la planta de ciruelas, golpeando sus ramas más débiles, fáciles de inclinar ayudadas por el viento se integraba en el debate y que les contaba que cuando vivían los abuelos del vecindario eran muy variadas las “hermanas” frutales que se podían ver desde nuestro lugar; una vecina hasta una planta de plátanos tenia…¡¡¡Eran otras épocas!!!
Entonces la pequeña planta de naranja orgullosa les dijo. A mi me sembraron de semilla hace poco por eso aun tengo esperanzas en la conciencia ecológica del Ser Humano…
Me di vuelta y la mire con mis ojos humedecidos por mis lágrimas, ella era mi orgullo, porque germinó en este terreno, porque un dia la creí posible y se la confié a la generosa tierra que todos tenemos disponible para cultivarla; quizás no nos damos cuenta, que al hacerlo generamos vida y esa naturaleza nos responde con sus ricos frutos.
Omar Salgado
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Agradezco esta publicación en este prestigioso blog, a la periodista Silvia Vázquez
ResponderEliminarGracias por seguir en el camino de la cultura. Vamos por más!
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