De cine y sus meandros- por Carlos Avalle

*Llámame por tu nombre*

Hermosa película en la que hablan en varios idiomas con una naturalidad exquisita. Sucede en la campiña italiana en una casa de sueños, ¡oh!, quién tuviese una casa de campo así. Muy bien actuada, con una fotografía y puesta en escena maravillosa. Se trata de una familia que vacaciona allí, madre, padre e hijo, Elio y “Mafalda”, la señora que hace los quehaceres domésticos. El nudo gordiano yace en la relación que se desarrolla entre el hijo de 17 años y un alumno del padre, ya adulto y de cierta edad, que está haciendo una pasantía allí. Por mi historia personal, esto me incomoda; pero está muy bien tratado el tema aunque por momentos hubiera preferido que no sea tan explícito o “burdo”. Sí me conmovió hasta las lágrimas, como el padre y la madre tratan el tema, no solo con naturalidad sino que el padre se sienta a tener una hermosa, sentida y profunda charla con su hijo. El título de la película es por un bello ritual de esta relación amorosa. Yo hubiera editado algunas cosas y así habría quedado un film de altísima calidad humana.

https://www.netflix.com/watch/80169498

 

*Pura sangre*

Película estadounidense, buena, por momentos exasperante, por momentos exquisita. Trabaja la única e inigualable: Anya Taylor-Joy, la protagonista de “Gambito de dama”, actriz que nació en Miami, Florida y vivió en Argentina hasta los 6 años. Y la acompaña una amiga, Olivia Cooke, quien también hace una actuación maravillosa –en este caso, hasta diría que la supera a Anya. Lily y Amanda eran amigas de pequeñas, pero se separaron al crecer. Años más tarde, las adineradas adolescentes se reencuentran y traman un plan para terminar con los problemas de ambas.

Es uno de esos films difíciles de describir pues tienen ese “je ne sais quoi” que gusta y disgusta el mismo tiempo.  ¿Humor negro? Pues claro. ¿Psicópatas, las adolescentes? También, ellas mismas se definen así.

El nivel técnico, planos muy limpios y bellos es excelente, dirigida por Cory Finley, su opera prima; también es su guion. El título me pareció interesante pues si bien hay una explicación sobre el caballo de Amanda, quien es “pura-sangre” es Anya interpretando un personaje de la burguesía que cree que todos están por debajo de su nivel. Para mi gusto tiene un ritmo un poco (innecesariamente) lento, pero me gustó

https://www.netflix.com/watch/80172007

 

*Girl*

Película de Bélgica, buena, simple y bien actuada. El comienzo es exquisito: Una mujer en la cama durmiendo y un niño tratando de despertarla llamándola por su nombre: “Lara, Lara, Lara”. ¡Amé esa escena inicial! No sabía de qué se trataba y pensé –precario y cuadrado mi cerebrito: Madre-hijo. Pero no, pues trata de una adolescente en la transición hacia su transexualidad; ella es la hermana mayor. El tema está muy bien abordado; pero, para mi gusto, hay demasiadas inconsistencias. Un padre maravilloso que la acompaña en cada paso pero sin límites claros, por momentos pareciera ser la pareja. Una familia superevolucionada que acepta todo con total naturalidad; lo que debería ser, pero es un hecho contundente, no es ir a la peluquería a hacerse los claritos; es un tema que implica una adaptación profunda por todo lo que involucra las operaciones, toma de hormonas y demás. Será que soy demasiado limitado y al no ser cotidiano, sigo con estos conceptos. Ella quiere ser bailarina clásica y todo el plantel administrativo lo acepta sin cuestionamiento alguno. ¡Qué avanzados los belgas!, pensé pero en la escuela, con sus pares es donde se desata la tormenta.

Por momentos se me hizo interminables, todas esas clases de ballet, largas, sin que sucediera nada, solo ella tomando las clases. Sentí que los personajes no crecieron, eran tan comprensivos en todo que se mantuvieron siempre en el mismo nivel, no hubo desarrollo, no hubo aprendizaje. Para mí, se quedó corta en expresar los procesos psíquicos emocionales de Lara; sí es cierto que es una adolescente que no habla mucho pero, como espectador, me hubiera gustado saber qué pasaba por su mente y emociones. Casi llegando al final sucede algo específico, punto de giro, que NO es otra visita a la peluquería para “retocar los claritos” y de ahí salta a ella divina-fabulosa, empoderada, caminando las calles de Bélgica. Con música de Händel: Ombra mai fu https://www.youtube.com/watch?v=OdeOyrLHdSg

¡Exquisita esa aria!

Pero no, no me hagan eso, fue un salto inmenso, como si se les hubiera acabado el dinero para continuar y dijeron: “Bueno, chiques, cortemos acá porque “soldi non hai”. Es la segunda peli que veo esta semana con la misma técnica: conflicto, conflicto, conflicto = todo resuelto, todo maravilloso. No sé, siento que esa transición es necesaria, de eso se trata este film de cambios, transformaciones; es como mezclar todos los ingredientes para una torta y no ponerla en el horno.

Recomendada por @Alejandra Lopez Aldana. ¡GRACIAS!

https://www.netflix.com/watch/81004374

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